750 mujeres de 51 países, algunos tan poco tolerantes como Arabia Saudí, han grabado su voz durante sus orgasmos para una web. Los sonidos ya se han escuchado 2,4 millones de veces
Desde que Freud ayudó a asentar algunos malentendidos sobre la sexualidad femenina, la tarea para derribar mitos sobre los orgasmos en las mujeres se hace muy costosa. El cine, por añadidura, ha acuñado una visión engañosa del placer femenino, subordinada casi siempre a los estereotipos masculinos. Un estudio confirma que la mujer, a fuerza de fingir el éxtasis sexual, soporta un sinfín de presiones para disfrutar del sexo. Hasta que ellas han dicho basta. 750 mujeres de medio mundo han decidido romper tabúes y han grabado sus voces mientras gozaban en la cama y otros lugares insospechados. Los jadeos y gritos dan una medida de su placer: unos duran 30 segundos y otros se prolongan más allá de los dos minutos. Todos se pueden escuchar en la web 'libreriadeorgasmos.com', todo un compendio de voces que demuestran que las maneras para alcanzar el clímax son infinitas. A partir de esa experiencia se ha elaborado un estudio en nuestro país que arroja conclusiones decepcionantes para los varones. En la mayoría de los casos (42%), los orgasmos femeninos se consuman en soledad.
«A veces llega un momento en que las mujeres se cansan de simular su placer y quieren empezar a disfrutar de verdad», asegura Ana Lombardía, sexóloga y autora del blog 'Sexo en la piel'. A Lombardía le respaldan los datos. Un 22,5% de las españolas no llegan nunca o casi nunca al orgasmo con sus parejas durante las relaciones sexuales. De ahí que ellas simulen la explosión de placer, algo que han tenido que vivir en carne propia la mitad de las españolas.
A la vista de las dificultades para disfrutar con el sexo, las afectadas toman la directa y optan por la masturbación, frente a la creencia tradicional de que el erotismo solitario es sólo cosa de hombres. La encuesta, patrocinada por Bijoux Indiscrets -una firma que comercializa juguetes y accesorios eróticos-, señala que el 74% de los orgasmos femeninos se logran mediante la estimulación del clítoris. Para ello se precisa el concurso de manos (22%), vibrador (20) y penetración en pareja (15).
La actriz porno y productora de cine Amarna Miller, de 26 años, es de las que han registrado su orgasmo para que sea escuchado por quien quiera. «El orgasmo femenino se ha considerado tradicionalmente algo malo, asociado incluso a la histeria. Hace falta normalizar el placer, porque durante mucho tiempo se ha negado a las mujeres cómo gestionar nuestro sexo», dice la actriz criada en Vallecas y ahora afincada en Los Ángeles. Como en la variedad está el gusto, el inventario de clímax es multicultural. España ha contribuido de forma entusiasta a enriquecer el catálogo, que recoge también aportaciones procedentes de Estados Unidos, Alemania, México y Colombia. Lo raro es que de India, China y de países tan poco tolerantes con las mujeres como Arabia Saudí y Pakistán, hayan llegado registros sonoros de mujeres en la cima del placer.
La web es todo un éxito. Los orgasmos se han escuchado más de 2,4 millones de veces y han sido compartidos de forma pródiga en las redes sociales. Y ello a pesar de que la viralidad no funciona con los contenidos eróticos que se difunden en la red.
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Si se mantiene fiel a su discurso de campaña, la elección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría cambiar radicalmente la relación de este país con el resto del mundo.
Y, por esa vía, provocar profundas transformaciones en todo el planeta.
BBC Mundo te resume aquí los principales cambios globales que podría acarrear la llegada de Trump a la Casa Blanca.
1. Libre comercio
Si Donald Trump se mantiene fiel a su discurso, el cambio en la forma en la que Estados Unidos hace negocios con el resto del mundo será el más radical en décadas.
Image copyrightREUTERSImage captionPara Trump, el libre comercio es la causa de la pérdida de puestos de trabajo en EE.UU.
El magnate prometió cancelar varios de los tratados de libre comercio vigentes, incluyendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (entre EE.UU., Canadá y México), al que culpa por la pérdida de puestos de trabajo estadounidenses.
Y también ha sugerido sacar a EE.UU. de la Organización Mundial de Comercio.
Trump también está a favor de subir los aranceles a las importaciones.
El conciliador discurso de Donald Trump tras la victoria
Durante la campaña mencionó tarifas del 45% para China y del 35% para los productos provenientes de México, con el objetivo de evitar que más empresas se muden al sur de la frontera.
2. Cambio climático
Trump ha dicho que "cancelaría" el acuerdo sobre el cambio climático de París,que más de 195 países suscribieron en diciembre de 2015 en la capital francesa.
Y también ha dicho que EE.UU. dejaría de contribuir al fondo de Naciones Unidas para programas en contra del calentamiento global.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionTrump ha descrito públicamente las preocupaciones sobre el cambio climático como "una farsa".
En realidad ningún país por sí solo puede derogar el acuerdo de París, pero si EE.UU. se retira del mismo -o decide no seguir adelante con las medidas ya anunciadas por la administración Obama- el pacto se vería seriamente afectado.
Y Trump también se ha declarado a favor de más perforaciones en búsqueda de combustibles fósiles, menos regulaciones y la aprobación del polémico oleoducto Keystone XL desde Canadá.
3. Fronteras
Si bien su retórica ha sido fundamentalmente anti-inmigrante, Trump ha modificado su posición sobre el tema antas veces que resulta difícil saber si realmente tratará o podrá ejecutar algunas de sus propuestas más radicales.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionLa promesa de un muro en la frontera con México es sólo una de varias medidas anti-inmigrantes.
Su campaña empezó con la promesa de construir un muro en la frontera entre EE.UU. y México y deportar inmediatamente a 11 millones de migrantes indocumentados.
Luego suavizó el lenguaje para amenazar nada más a los "millones" de criminales que viven en EE.UU. y decir que la situación del resto de la población indocumentada se abordaría más adelante.
Pero se ha mantenido firme en su promesa de que obligaría a México a pagar por el muro, aunque no dijo cómo cuando visitó al país en agosto pasado.
También habló de impedir la entrada de musulmanes al país de forma "total y completa, aunque luego dijo que eso había sido nada más una sugerencia.
Más recientemente habló de practicar una investigación de antecedentes "extrema" a los potenciales visitantes de algunos países, pero sin identificar a los mismos.
4. OTAN
Trump ha criticado duramente a la Organización del Tratado Atlántico Norte, calificando a la alianza militar de "obsoleta" y describiendo a sus miembros como unos aliados malagradecidos que se han aprovechado de la generosidad estadounidense.
Image copyrightGETTY IMAGESImage captionPara Trump, la OTAN es "obsoleta".
Según él, EE.UU. no puede seguir permitiéndose proteger a los países de Europa -y Asia- sin recibir a cambio una compensación adecuada.
Y ha llegado a sugerir que las tropas estadounidenses podrían abandonar esos países si estos no pagan.
En un sentido, Trump simplemente ha estado expresando en términos claros una vieja preocupación estadounidense: que la mayoría de miembros de la OTAN no está cumpliendo con el compromiso de gastar el 2% de su PIB en defensa.
Pero muchos han llegado a preguntarse si sería capaz de abandonar una alianza que ha sido central para la política exterior de EE.UU. por más de 60 años.
5. Rusia
El ahora presidente electo de EE.UU. ha dicho que cree poder reducir la tensión con el gobierno de Vladimir Putin, al que ha descrito como un líder fuerte con el que le gustaría tener una buena relación.
Image copyrightAFPImage captionTrump cree que tendría buenas relaciones con Putin.
Trump no ha dado pistas de lo que esto último podría significar, más allá de un deseo de luchar juntos contra los militantes del autodenominado Estado Islámico.
Pero ha dicho que piensa averiguar si los rusos están dispuestos a ser "razonables", confiado en que puede ganarse el respeto de Putin más fácilmente que Hillary Clinton y el actual presidente, Barack Obama.
Nosotras paramos, nosotras, las que hacemos miles de tareas invisibles, indispensables tal vez, pero despojadas de valor en una sociedad en la que todo es mercancía, en la que todo debe tener un precio. Nosotras paramos, nosotras, las que trabajamos a cambio de un salario, que es siempre menor que el de los varones. Nosotras, mujeres, lesbianas, trabas. En estos días ha sucedido la muerte por empalamiento de Lucía, de 16 años, cuando todavía están tibios los cuerpos de Janet, de 29; de Julieta, de 21, y de Ayelén, de 19, en Mendoza, cuando todavía resuenan en esta provincia las voces de la marcha del 28 de septiembre pidiendo por justicia para nosotras, por respeto hacia nuestros cuerpos y nuestras vidas. Tanto se ha repetido que nada valemos que parece que ya no basta con exhibirnos, cosificarnos, descalificarnos, ningunearnos, reprimirnos, insultarnos, mercantilizarnos, golpearnos, sino que es cada vez más frecuente que la violencia se cobre nuestras vidas, las de las más jóvenes, las de las más vulnerables. El odio es tan profundo que no basta con la muerte. El encarnizamiento contra nuestros cuerpos va más allá de la muerte, no sólo incluye las mutilaciones, las violaciones, incluido el empalamiento, sino la práctica, cada vez más frecuente de arrojar nuestros cuerpos en descampados, envueltos en bolsas, en cartones, desechados como si de basura se tratase. Nosotras paramos, y decimos basta, basta de matarnos, basta de torturarnos, basta de descartarnos. Vivas nos queremos.
* Filósofa, profesora del Instituto de Estudios de Género y Mujeres de la Universidad Nacional de Cuyo. http://www.pagina12.com.ar
Sentado
sobre su característico taburete, con sus gestos habituales, dicharachero y
regañando a sus técnicos por los problemas de sonido, Julio Iglesias se
presentó este viernes ante los alrededor de 1,900 personas que abarrotaron la
sala Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes de San Juan, demostrando que,
como reza su canción, “La vida sigue igual” para el.
Durante
alrededor de dos horas, Iglesias, al fondo del escenario, desgranó sus
canciones más famosas como “Amor amor”, “Me olvide de vivir” (una de las más
aplaudidas y coreadas), “Un canto a Galicia” (de la que cambio la letra por ‘Un
canto a Puerto Rico'), “De niña a mujer”, “La carretera”, “Me va, me va”,
“Hey”, “Manuela” y “33 años” entre más de una veintena de canciones.
El público
se entregó a Iglesias, a quien rieron todas sus anécdotas y relato de sus
vivencias en el pasado en Puerto Rico, pese a los evidentes problemas de
sonido.
Unos
problemas que el cantante español achacó, entre bromas, al hecho de que los
técnicos eran nuevos y a que el material era de fabricación china y no dudó,
incluso, en hacer subir al escenario, en varias ocasiones, a uno de ellos.
Iglesias
relató a los asistentes que en Puerto Rico había pasado algunos de los mejores
momentos de su vida, que había tenido una novia puertorriqueña, que era la
primera vez que cantaba en este teatro, que para hacer el amor a su edad tiene
que hacer “virguerías”, que antes el amor para el era gratis “y ahora me
cuesta” y que todas “mis mujeres han sido un amor conmigo”.
El
cantante, quien ayer recibió en San Juan una estrella en el Paseo de la Fama de
la ciudad, también relató como en dicho acto le habían preguntado que “parte
tenía de puertorriqueño”, en referencia al hecho de que su abuela materna era
de Guayama, situada en la costa caribeña de la isla.
“Me daba
vergüenza contestar….”, dijo Iglesias, para a continuación asegurar que mañana
“la prensa española titulará: 'Julio Iglesias tiene el pito puertorriqueño'”,
lo que provocó las risas de los asistentes.
A su vez,
recordó sus comienzos en la música, explicó que a su edad sigue cantando ya que
“tengo ganas”, recordó que vive en el Caribe (República Dominicana), que el
Caribe “es el nuevo mediterráneo” y que con la música latina muchas parejas han
tenido hijos.
Por otro
lado, relató que con su reciente disco “México” se dio cuenta que “no llegaba
al público” por lo que decidió llamar a otros compañeros de profesión como
Joaquín Sabina, Pablo Alborán o Andrés Calamaro para hacer un disco de duetos.
Pese a los
problemas de sonido el publico disfrutó y coreó sus piezas más famosas.
El cantante
pasó ayer a formar parte de los artistas que cuentan con una estrella en el
Paseo de la Fama de Puerto Rico, una lista que incluye a nombres como Ricky
Martin, Chayanne, Lin-Manuel Miranda, Miriam Colón, Roselyn Sánchez, Lucecita
Benítez, Gilberto Santa Rosa y Rafael Ithie.
Julio
Iglesias ha sido galardonado en dos ocasiones con el récord Guinness como el
artista que más discos ha vendido en diferentes idiomas, además de tratarse del
cantante latino con más ventas en la historia de la música con más de 300
millones de discos.
El cantante
español ha ofrecido más de 5,000 conciertos actuando para más de 60 millones de
personas en los cinco continentes, muchas de esas ocasiones en la isla caribeña
donde se presentará este viernes.
5 de diciembre de 2013: fallece Nelson Mandela, político, abogado y presidente sudafricano, premio nobel de la paz en 1993 (n. 1918).
Nelson Rolihlahla Mandela dirigió a Sudáfrica en su emancipación del gobierno de la minoría blanca y se convirtió en un símbolo internacional de dignidad y tolerancia
Mandela había dicho hacía mucho tiempo que quería una salida discreta, pero el periodo que pasó este verano en un hospital de Pretoria fue un clamor de disputas familiares, medios de comunicación ávidos de noticias, políticos en busca de atención y un derroche nacional de afecto y duelo. Al final, Mandela falleció en su casa, a las 20.50 hora local (19.50 hora peninsular española), y será enterrado, de acuerdo con sus deseos, en la aldea de Qumu, donde se crió. A principios de julio una orden judicial decretó que se volvieran a enterrar allí los restos exhumados de tres hijos suyos y de esa forma puso fin a una pelea familiar que había causado sensación en los medios.
La lucha de Mandela por la libertad le llevó desde la realeza tribal hasta la liberación clandestina y de allí a trabajar como preso en una cantera, para culminar en el despacho presidencial del país más rico de África. Y entonces, al acabar su primer mandato, a diferencia de tantos revolucionarios triunfadores a los que consideraba almas gemelas, rechazó presentarse a la reelección y de buen grado entregó el poder a su sucesor democrático.
La pregunta más habitual a propósito de Mandela era cómo, después de que los blancos habían humillado de forma sistemática a su pueblo, habían torturado y asesinado a muchos amigos suyos y le habían mantenido encerrado en prisión 27 años, podía tener tal ausencia de rencor.
El gobierno que formó cuando tuvo la oportunidad de hacerlo fue una fusión inimaginable de razas y creencias, que incluía a muchos de sus antiguos opresores. Al ser nombrado presidente, invitó a uno de sus carceleros blancos a la toma de posesión. Mandela venció su desconfianza personal, rayana en el odio, para compartir el poder y un Premio Nobel de la Paz con el presidente blanco que le había precedido, F. W. de Klerk.
Como presidente, entre 1994 y 1999, dedicó grandes energías a moderar el resentimiento de su electorado y a tranquilizar a los blancos que temían la venganza.
La explicación de esa ausencia de rencor, al menos en parte, es que Mandela era algo que escasea entre los revolucionarios y los disidentes morales: un hábil estadista, que no tenía problemas para hacer concesiones y se impacientaba con los doctrinarios.
Cuando se le hizo esa pregunta a Mandela en 2007 —después de un tormento tan salvaje, ¿cómo controla el odio?—, su respuesta fue casi desdeñosa: "El odio enturbia la mente. Impide ejecutar una estrategia. Los líderes no pueden permitirse el lujo de odiar".
En sus cinco años de presidente, Mandela, pese a seguir siendo una figura venerada en el extranjero, perdió algo de brillo en su propio país, en sus esfuerzos por mantener unida a una población dividida y convertir un díscolo movimiento de liberación en un gobierno creíble.
Algunos negros —entre ellos Winnie Madikizela-Mandela, su exmujer, que logró un importante grupo de partidarios entre los más descontentos-— se quejaron de que no se había dado suficiente prisa en estrechar la amplia brecha entre la mayoría negra pobre y la minoría blanca acomodada. Algunos blancos dijeron que no había sabido controlar el crimen, la corrupción ni el amiguismo.
Desde luego, Mandela había empezado a prestar menos atención a los detalles de gobierno y había traspasado las responsabilidades diarias a su segundo, Thabo Mbeki, que le sucedería en 1999. Pero casi todos sus compatriotas tenían claro que, sin su autoridad patriarcal y su astucia política, Sudáfrica habría podido muy bien hundirse en una guerra civil mucho antes de alcanzar su imperfecta democracia.
Después de abandonar la presidencia, Mandela llevó el peso de esa categoría moral a otros lugares de todo el continente, como mediador de paz y como defensor de aumentar las inversiones extranjeras.
En pocos días más se cumplen cinco años del 17 de diciembre de 2010. Ese día, en una pequeña ciudad (Sidi Bouzid) de Túnez, que no llega a los 125 mil habitantes, un vendedor ambulante de uno de los múltiples “mercaditos” empujaba su carrito con frutas y verduras, como tantos otros, como miles de otros. Era un día más, que no se diferenciaba de todos los anteriores ni de los que habrían de seguir. Mohamed, el vendedor ambulante, tenía tres años cuando se murió su padre. Para poder alimentar a su familia necesitaba pedir dinero prestado para llenar el carro de mercadería, y apostar a la fortuna de que ese particular día, por alguna extraña razón, pudiera vender lo suficiente como para poder devolver lo que había pedido y quedarse con una mínima diferencia que le permitiera poner comida en el plato de sus dos hijos y señora. Y en el propio.
Pero ese día fue distinto. La policía se le acercó y, como tantas otras veces, le dijeron que la balanza marcaba mal y que estaba violando las regulaciones. El sabía que era mentira, pero... a la policía eso no le importa. Lo dieron vuelta, lo alzaron por los pies y lo pusieron cabeza abajo para que se le cayeran las monedas que había juntado hasta allí. Pero no cayó ni una: Mohamed todavía no había logrado vender nada. Uno de los policías era una mujer que, mortificada porque no había dinero del que apropiarse, lo sopapeó e insultó a su padre muerto. Y encima le confiscaron el carro y la balanza.
Mohamed se fue hasta el centro de la ciudad para quejarse. Le dijeron que el oficial de turno estaba ocupado en una reunión. Furioso, humillado, impotente... tuvo una reacción distinta. Esta vez no quiso aceptar más la indignidad del trato. Desesperado, consiguió solvente para pintura, se lo tiró todo encima frente a la misma oficina en donde no lo habían querido recibir... y se prendió fuego.
Esta historia podría ser como tantas otras, decenas, centenas, miles de otras historias para las que ya parecemos anestesiados. Es que hay también miles de vendedores ambulantes allí, en todo el mundo árabe, como los hay acá, en esta parte de Occidente, aunque aparezcan vestidos distinto por las características de cada cultura. Tómese un minuto cuando tenga tiempo y recorra el mapa de esa zona en Africa y Asia: Túnez, Libia, Egipto, Arabia Saudita, Yemen, Jordania, Israel, Libia, Irak, Irán, Siria... La corrupción policial está expandida y las humillaciones del tipo de las que describí más arriba son moneda común. De hecho, investigando sobre este caso particular, descubrí muchísimos ejemplos similares. ¿Qué tuvo de diferente éste para disparar semejante reacción en cadena?
Bouazizi tenía 26 años ese día, el día que decidió inmolarse. Ese episodio despertó las protestas que en principio se redujeron a su propia ciudad, pero la reacción policial, tan brutal como siempre, esta vez encontró resistencia popular. Hartos ya de estar hartos, la historia de Mohamed era la historia de todos. Las protestas se expandieron porque las redes sociales permitieron viralizar lo que antes se podía censurar. Ahora ya no se puede. El “dictador/tirano” que estaba al frente del Ejecutivo (me cuesta llamarlo “el presidente de Túnez”) Zine-el Abidine Ben Ali, fue a visitar a Bouazizi al hospital, tratando de tapar el sol con la mano. Le quisieron salvar la vida, pero no pudieron. Murió el 4 de enero de 2011. La protesta creció aún más; la represión no alcanzaba. Diez días después, llegó el momento de escapar y después de veintitrés años... ¡veintitrés años!, Ben Ali huyó a un refugio en Arabia Saudita. [1]
El mundo árabe dejó de contemplar. Las protestas se siguieron expandiendo y la zona ya parecía un volcán en erupción, algo así como si existiera alguna forma de “lava humana”. Ya no sólo había reacciones en Túnez y en Egipto, sino que también se hacían incontenibles en Libia, Jordania, Kuwait y hasta Bahrein. Hasta que rápida –e inesperadamente– le llegó el turno a otro (de los que nosotros tuvimos tantos, ¿no?) de los que aprovechando que la sociedad les entrega armas (nunca voy a entender por qué) para que puedan usar “legalmente”, se dan vuelta y las usan en contra del propio pueblo. Así es como cayó Hosni Mubarak en Egipto, después de ¡tres décadas! en el poder.
¿Quién hubiera podido decir que la afrenta a la dignidad de uno de los vendedores ambulantes terminaría con semejante reacción? La escena de Mohamed prendiéndose fuego desató las protestas que después fueron rebeliones, puebladas, que terminaron eyectando a un dictador, después a otro, que dispararon protestas en Libia, que llevaron a una guerra civil, que decidieron la intervención de la OTAN (en 2012)... y la historia sigue. Sigue hoy porque las condiciones específicas, técnicas, no cambiaron.
Kurt Andersen fue el periodista de la revista Time que, si bien tenía su base en el Líbano, se trasladó hasta Túnez para escribir (y describir) la historia. Allí recibió dos testimonios que creo, son bien representativos y profundos. Uno fue de la madre de Mohamed. El otro, de su hermana menor. La madre, Mannoubia Bouazizi le dijo a Andersen: “Mi hijo se inmoló para no perder su dignidad”. Y la hermana, Basma, de sólo 16 años, agregó (y preste atención para que no se le pase por alto la reflexión de una adolescente con toda el espesor que contiene): “En Túnez, la dignidad es más importante que el pan”.
Se están por cumplir cinco años. ¿Qué lección aprendemos nosotros de este drama que parece lejos y para el cual estamos prudentemente anestesiados? En todo caso, en nuestras tierras no pasa nada... ¿no? No tenemos que preocuparnos. Esto solamente les pasa a “ellos”. Y “ellos” están lejos y no entienden nada.
[1] El actual gobierno de Túnez pidió cooperación a Interpol acusándolo de lavado de dinero y tráfico de estupefacientes. Fueron condenados él y su mujer (in absentia) en junio de 2011 a 35 años de prisión por robo de dinero en efectivo y joyas. Un año más tarde, en junio de 2012, otra corte tunecina lo condenó a prisión de por vida por incitación a la violencia y asesinato y una corte militar lo condenó a otra vida en prisión por las represiones violentas e indiscriminadas. Mientras tanto, en abril de 2013, la mujer (Leila Trabelsi) devolvió en un cheque 28.800.000 dólares. El actual gobierno tunecino está a la búsqueda de detectar en dónde tiene la familia de Ben Ali más de ¡mil millones de dólares que se robaron!
Las palabras de Rousseff fueron muy aplaudidas por una platea compuesta por cientos de trabajadores y usuarios del sistema de salud pública, que respondieron al grito de “no habrá golpe”, nuevo lema de los grupos que defienden a la jefa de Estado brasileña.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llamó a la población a defender la democracia contra el golpe y afirmó que se defenderá con todas las herramientas constitucionales. Mientras tanto, la Corte Suprema rechazó dos recursos de apelación de diputados oficialistas contra el juicio político, pero aún tienen un tercero en estudio.
Dilma hizo referencia al proceso en su contra en el Congreso durante la ceremonia de clausura de la XV Conferencia Nacional de Salud. “Por la salud de la democracia, tenemos que defenderla contra el golpe”, afirmó la mandataria, si bien no especificó a qué se refería al usar la palabra “golpe”. Las palabras de Rousseff fueron muy aplaudidas por una platea compuesta por cientos de trabajadores y usuarios del sistema de salud pública, que respondieron al grito de “No habrá golpe”, nuevo lema de los grupos que defienden a la jefa de Estado brasileña. “Esta conferencia va a entrar en la historia porque abordó tanto la salud de los brasileños como la de la democracia. Estamos juntos en esta lucha y hasta 2018 seré incansable en la tarea de construir una salud de calidad”, agregó, y aseguró que gobernará hasta el fin de su mandato.
Rousseff insistió en que la acusación por la que la quieren juzgar no tiene fundamento y dijo que defenderá su mandato con todos los instrumentos previstos en el estado democrático de derecho tanto ante el Congreso como ante la Justicia. “Las razones que fundamentan la propuesta con que fue abierto el juicio político son inconsistentes, son improcedentes”, afirmó.
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, aprobó el martes la apertura del juicio político contra la jefa de Estado con base en una petición que la acusa de ser responsable de unas maniobras fiscales para maquillar las cuentas públicas de este año. La mandataria volvió a resaltar sus diferencias con Cunha, integrante de un partido de la base oficialista pero que se declara “opositor” a título personal. A Cunha se le descubrieron cuentas no declaradas en el exterior y es investigado por sus vínculos con el escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras. “No cometí ningún acto ilícito. No violé nada previsto en la Constitución. No tengo cuenta en Suiza y mi gobierno practicó todos sus actos cumpliendo el principio de la responsabilidad con los recursos públicos”, aseguró.“Voy a luchar contra ese juicio porque no hice nada que justifique su apertura y porque tengo un compromiso con la población que me eligió.”
La mandataria, que asumió su segundo mandato consecutivo en enero de 2015, aseguró que, pese al proceso al que será sometida, mantendrá su diálogo con todos los sectores de la sociedad y con todos los partidos para demostrar que lo que está en juego no es una persona o un partido sino la democracia del país. “Es una lucha en defensa de la democracia del país. No vamos a engañarnos, lo que está en juego son las opciones políticas que adoptamos en los últimos trece años”, afirmó al referirse a los programas sociales impulsados por el Partido de los Trabajadores (PT) tanto en su gobierno como en el de su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff instó a la población a defender la democracia un día después de que el ministro de la Presidencia, Jaques Wagner, afirmara que el gobierno pretende movilizar a los ciudadanos contra la decisión del Congreso de juzgar a la jefe de Estado. Wagner le pidió a la sociedad civil, partidaria o no de Rousseff, que salga a la calle a defender a democracia. “No se trata sólo de los hinchas de Dilma, sino también de los hinchas de la institucionalidad y de la democracia”, afirmó.
Mientras tanto, los jueces Celso de Mello y Gilmar Mendes rechazaron dos apelaciones para suspender el proceso de juicio político. Ambas apelaciones fueron presentadas por legisladores de la coalición gobernante: una moción presentada por diputados del PT y otra del Partido Comunista Brasileño (PCB), aliado del gobierno. Un tercer recurso, también presentado por el PCB, todavía está a estudio en el Supremo Tribunal Federal (STF). En este caso, el magistrado Luiz Edson Fachin solicitó que se manifestaran sobre el proceso contra Rousseff la presidencia de la República, las dos Cámaras, la Fiscalía General de la República y la Abogacía General de la República.
El recurso interpuesto por los legisladores del PT alegaba que Cunha acogió el pedido de destitución de Rousseff como represalia contra esa fuerza política, que anunció que votará por la apertura de un proceso de impugnación del mandato del jefe de Diputados en el Consejo de Ética de la Cámara Baja. En el caso del pedido del PCB, se pedía la suspensión del proceso alegando que la forma en que Cunha acogió el pedido de destitución violó “los principios del debido proceso legal, de amplia defensa (de la presidenta) y del (principio) de contradicción. En opinión del autor del recurso, el diputado federal Rubens Pereira, Cunha debería haber informado a la presidenta sobre el tenor de las denuncias en su contra. Sólo después estaría habilitado a pronunciarse sobre la apertura del proceso.