jueves, 31 de diciembre de 2015

Bienvenido 2016


A todos Uds....muchìsimas gracias por este año que ya se va!!...Deseando de corazòn que el 2016 nos siga encontrando con todo el amor y la buena onda!!!!
"Hay recuerdos que no voy a borrar 
personas que no voy a olvidar 
hay aromas que me quiero llevar 
silencios que prefiero callar

son dos 
las caras de la luna son dos 
prefiero que sigamos mi amor, 
presos de este sol. "..........................


Todo el equipo de ZONA LIBRE RADIO

domingo, 27 de diciembre de 2015

Felices 72 años, querido Nano!!!


SERRAT ENCUENTRA A ANTONIO MACHADO

Si hay un disco representativo de lo que podríamos llamar la poesía cantada ése es sin duda por sus cualidades intrínsecas y su popularidad Dedicado a Antonio Machado de Joan Manuel Serrat. El cantautor catalán obró el milagro y llevó hasta horizontes insospechados las propuestas precursoras de Alberto Cortez o de Paco Ibáñez. La primavera del año 1969 es testigo de este disco prodigioso y arriesgado en el que Serrat logró hacer suyos los versos del poeta sevillano. Son doce las canciones que conforman el disco, once sobre textos de Antonio Machado y una que Serrat escribe en homenaje al poeta. La mayoría de los poemas cantados por Serrat proceden del libro Campos de Castilla. Es el caso de “Cantares”, “Retrato”, “Llanto y coplas”, “La saeta”, “Del pasado efímero” “Españolito” y “A un olmo seco”. Sólo tres poemas proceden de Soledades. Galerías. Otros poemas: “Guitarra del mesón”, “Las moscas” y “He andado muchos caminos”. No hay ningún poema que provenga de Nuevas Canciones (1917-1930) aunque uno de los proverbios y cantares de este libro (“Todo necio/ confunde valor y precio”) será citado por Serrat en la canción “Soneto a Mamá”.

Escuchando la abertura de la guitarra eléctrica en “Cantares” (primer corte del disco) percibimos los riesgos musicales asumidos por Serrat y por Ricardo Miralles cuyo calificativo de arreglista no explica por sí mismo la relevancia que sus muchas aportaciones tienen en la obra del cantautor del Poble Sec. Estamos en la etapa inicial de Serrat y Miralles, la más atrevida y original, la más rotunda desde un punto de vista melódico,  la que precede a los dos magnos elepés grabados en 1970: Serrat 4 y el denominado Disco Blanco. Serrat no se conforma con cantar al poeta de Campos de Castilla sino que logra transformar sus poemas en canciones de una fuerza indudable que encontrarán enseguida una inesperada respuesta popular. Serrat canta al poeta que murió lejos del hogar y logra que los versos de Machado suenen en las listas de éxitos. “Cantares” es un ejemplo de ello ya que la voz del poeta se funde a la voz e hipotexto y canción parecen navegar en un mismo mar emocional. Cuando el público corea en los conciertos las estrofas finales de “Cantares” advertimos el poder de comunicación que puede poseer una canción y el modo en que los versos de un poeta pueden ser difundidos en la voz de un cantautor carismático como Serrat, que usa su dimensión popular para enriquecer al oyente, para comprometerlo en este caso con la peripecia de un poeta no oficial en el contexto de vetos y censuras de la España de 1969. 

El poeta no oficial que era Antonio Machado logra unos matices insospechados en la voz y en la música de Serrat. Los años sesenta fenecían a golpe de desarrollismo y falso aperturismo. La salud del dictador empezaba a deteriorarse y el cantautor catalán visitaba antes de grabar su disco la tumba del poeta en Colliure. Era una peregrinación obligada y simbólica para Serrat de la que no perdió detalle la fotógrafa Colita, testigo de excepción de la noctámbula y utópica Gauche Divine. De esa visita a este pueblecito marinero de la Cataluña francesa nació una canción como “En Colliure”, homenaje del cantautor a Antonio Machado y única pieza enteramente original del disco[1].
Con “Cantares” que dura poco más de tres minutos Serrat se funde al ideario machadiano e incluye, junto a los textos del poeta, una estrofa de su propia autoría. Se trata de una nueva interpretación de los proverbios y cantares del poeta sevillano que pertenecen a Campos de Castilla. En ellos ya se ha apuntado la lograda mezcla de lo popular y lo culto en los cincuenta y tres poemas breves que lo conforman.
La canción arranca con el cantar o copla número 44 en la que late la honda preocupación de Antonio Machado por el tiempo: “Todo pasa y todo queda/ pero lo nuestro es pasar/ pasar haciendo camino/ camino sobre la mar…”. Este cantar lo engarza Serrat con el que abre la serie de los proverbios y cantares. Se trata de una silva octosilábica donde prosigue el ritmo consonante que facilita la musicalidad que Serrat logra imprimirle. Encontramos aquí una declaración de principios por parte del poeta, un pórtico preclaro de su pensamiento que Serrat hace suyo. Porque no se trata de perseguir la gloria sino más bien de amar los mundos sutiles como esas pompas de jabón que reflejan la fugacidad de las cosas:

Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción:
yo amo los mundos sutiles
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul temblar
súbitamente y quebrarse.

Esta estrofa precede a un recitado de Serrat que no se antoja forzado y que viene a dividir la canción en dos partes musicalmente diferenciadas. Estamos en el preámbulo de la impecable progresión vocal y musical que marca la  segunda parte de la pieza. Serrat recita el cantar número treinta y nueve, una  silva arromanzada en la que queda muy patente la obsesión de Antonio Machado por el camino. De aquí nacerá el posterior estribillo de la canción (“Caminante no hay camino/ se hace camino al andar”) unido al poderoso y serratianogolpe a golpe/ verso a verso:

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más,
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar,
caminante no hay camino,
sino estelas en la mar.

“Cantares” es fiel reflejo de la poética machadiana, de su fuerza comunicativa que Serrat comprendió a la perfección. Las modificaciones a las que somete a los poemas originales son mínimas. En ningún caso quiebra la métrica del poeta aunque sean inevitables las mudanzas estróficas transformando las silvas en coplas y quintetos.

El clímax de “Cantares” y la explosión orquestal se sitúan en la segunda parte después del recitado intermedio del cantautor catalán. Es entonces cuando irrumpen las estrofas que son autoría de Serrat y que conectan ejemplarmente con los versos de Antonio Machado. El estribillo “Golpe a golpe/ verso a verso” potencia el discurso, acrecienta la atmósfera en una serie de versos que cambian la primera persona por la tercera. Ya no habla el poeta en primera persona. Ahora es Serrat el que toma el testigo para retratar de puño y letra la odisea vital del poeta, muerto lejos del hogar, en un país vecino, símbolo de la España derrotada en la guerra civil. No faltan los elementos melodramáticos, bien dosificados por el cantautor, ya que vemos al poeta alejándose entre lágrimas, perdida la voz que es comparada con la del jilguero que no puede ya cantar. Serrat maneja bien los símbolos machadianos, la fe incierta de a quien no le vale rezar o el concepto del poeta-caminante tan propio del universo serratiano. Basta escuchar una canción de juventud como “Me ' n vaig a peu” para comprenderlo e incluso percibir en la delicadeza de una canción de mediados de los 70 como “Conversando con la noche y el viento” cierto eco del Machado de Soledades, Galerías y otros poemas.

El Machado  autobiográfico aparece en la ya citada “Retrato” en la que Serrat sigue fiel a la versión de este poema realizada por Alberto Cortez. El arreglo de Miralles mezcla cuerda y tímidos metales logrando un efecto más plástico en el terreno propiamente instrumental, aunque deudor del arreglo de Waldo de los Ríos para Alberto Cortez.  La interpretación de Serrat está también llena de maticeshaciendo suya la biografía del poeta desde el huerto claro de la infancia sevillana a la juventud castellana. El tono del poema es marcadamente machadiano con sobriedad indudable y cierto escepticismo vital. El poeta no gusta de las romanzas de los tenores huecos y conversa con el hombre que siempre va con él. En la estrofa final el poeta ensaya melancólicamente su despedida, las señas del último viaje del que ya no se regresa. Cuando Serrat canta en “Cuando me vaya” aquello de “Me iré desnudo como llegué/ lo que me diste cabe en mi mano…” está asumiendo algo de la poética machadiana del adiós ligero de equipaje.

Serrat prosigue su acercamiento a Machado con “Guitarra del mesón”, primer poema procedente de Soledades, galerías y otros poemas. La canción roza los dos minutos de duración y posee el timbre nostálgico del poeta sevillano. La guitarra del mesón despliega la sucesión de sus sonidos para el caminante que busca en ellos algo de su tierra. El poema se mece en un suave envoltorio orquestal donde a veces asoma una guitarra y en la que destaca un breve pero intenso solo de piano de Miralles. La brevedad del poema obliga a Serrat a repetir los seis primeros versos por dos veces.

Guitarra del mesón
que hoy suenas jota,
mañana petenera,
según quien llega y tañe
las empolvadas cuerdas,
guitarra del mesón de los caminos
no fuiste nunca, ni serás poeta...

“Las moscas” supone uno de los mejores registros sonoros de Serrat en este disco. A ello contribuye la precisa y juguetona orquestación que emula el vuelo de las moscas y se cierra de modo rotundo. Es el mismo juego emulador que Machado proponía con sus octosílabos. El cantautor catalán gustará además de recuperar este tema en muchos de sus recitales. El poeta sevillano refleja magistralmente el paso del tiempo a través de este familiar insecto. He aquí el amor del poeta por lo aparentemente insignificante o nimio. El trabajo previo de Alberto Cortez fue tan extraordinario que Serrat lo incorporó a su disco dedicado al poeta en otro guiño a su libro Soledades. “Las moscas” es el tercer poema de una sección titulada Humorismos, fantasías, apuntes. Los grandes inventos. Le anteceden “La noria” y “El cadalso”.La canción presenta algunas alteraciones en las estrofas respecto al poema original. Las dos primeras estrofas no presentan variación alguna:

Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!

La tercera estrofa de la canción incorpora una mayor presencia instrumental que arranca con un verso (“Moscas de todas las horas…”)que en el poema ocupa el último lugar de la quinta estrofa. En esta estrofa Serrat, siguiendo la versión de Alberto Cortez, prescinde de los tres primeros versos y enlaza el citado cuarto verso de esta estrofa con la sexta estrofa del poema original: 
—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,

de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,

A continuación se regresa a la tercera y cuarta estrofa del poema original que se respetan en su integridad: 
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela.

Los tres primeros versos  de la siguiente estrofa del poema son excluidos de la canción. El cuarto verso (“Yo sé que os habéis posado…”) le sirve para iniciar la sexta estrofa de la canción que antecede a la séptima y última que concuerda con el poema: 

de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado

sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.

Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

Con “Llanto y coplas” Serrat recrea magistralmente el poema original, ejemplo de la capacidad del poeta de retratar personajes de índole social. Esa capacidad influirá a otros cantautores y al propio Serrat cuando escriba “Muchacha típica” o “Tío Alberto”. Vuelve a adaptarse el texto original a las necesidades de la canción con la supresión de algunas estrofas,  entre ellas aquella que dice: “Buen don Guido, ya eres ido/ y para siempre jamás…/Alguien dirá. ¿Qué dejaste?/ Yo pregunto: ¿Qué llevaste/ al mundo donde hoy estás?”.. Machado despide y caricaturiza a este señorito andaluz de vida ociosa que representa el fin de una aristocracia con su barba canosa y lacia y los restos de una pulmonía que lo conduce a la tumba. Una vez más la inspiración melódica de Serrat se impone y no estamos ante un cantautor que sólo piensa en el mensaje del poema sino que logra ensancharlo a través de una musicalidad que asimila y potencia la recepción del poema por parte del oyente.

El poema original de Machado se titula “Llanto de las virtudes y coplas por la muerte de Don Guido”. Está escrito en versos de arte menor con rima consonante y forma parte de Campos de Castilla como “La saeta”, “Del pasado efímero” o “Los olivos”[2]. Don Guido, donjuanesco y disoluto,  es capaz de adaptarse a las circunstancias viviendo en la apariencia más absoluta por mero sentido de la supervivencia. Así se entiende que siendo gran pagano se haga hermano de una cofradía. Antonio Machado ataca una sociedad viciada que necesita cambios y ese mensaje es aplicable a la España de finales de los sesenta en la que no hay señoritos decadentes al modo de Don Guido pero sí poderes muy visibles que imponen su autoritarismo pese a quien pese. De todos modos en el daguerrotipo de Machado prima la ironía que Serrat entiende perfectamente en su interpretación del poema con una musicalidad nada solemne. De hecho Serrat, como ya se ha adelantado,  retratará a algunos  personajes sociales siguiendo ciertas enseñanzas de la escritura machadiana. “Tío Alberto” tendrá en su vertiente más dionisiaca algo de Don Guido, aunque los tiempos sean otros y alejen el sentido de un discurso y de otro.

Con “La saeta” llegamos a otro de los momentos culminantes del disco. La música de Serrat ha logrado tal grado de comunicación con el poema original que se ha terminando incluso desligando de él. Porque es la música de Serrat la que escuchamos en la Semana Santa andaluza acompañando a los Nazarenos itinerantes y a los Cristos moribundos. La música de “La saeta” ha logrado introducirse en la plástica de la Semana Santa como antes lo hizo el poema que el gran escritor sevillano Alfonso Grosso incluyó en su libro antológico Los días iluminados que publicara Lumen en 1966.

“La saeta” nos acerca al Machado que cuestiona la fe de sus mayores y que no puede cantarle a ese Cristo del madero sino más bien al que caminó sobre las aguas. El poeta sevillano se aparta de la religiosidad popular andaluza y se siente próximo al modo de entender la religión de Unamuno. Nos hallamos ante una composición altamente emotiva con sus exclamaciones y anáforas que contribuyen a ello. Serrat logra trasmitir el clima andaluz del poema y lo intensifica musicalmente arrimándolo a los signos y a las huellas del flamenco.

Los tambores iniciales ya nos introducen en la atmósfera requerida. Pero el arreglo de Miralles va más allá con una imponente invasión instrumental que remata la poderosa interpretación de Serrat. La gestación de “La saeta” rompe con el patrón compositivo de Serrat que sabe que a las musas uno las encuentra trabajando. La música de “La saeta” rompió esa norma y surgió de pronto,  en el tiempo muerto de una grabación, como un chispazo de inspiración que hizo fortuna.

“Del pasado efímero” forma expresivo díptico en el disco con “Españolito” y prolonga el acercamiento de Serrat al Machado crítico con ciertas esencias inmutables de la España más huera y anquilosada. Es una España que pasó y no ha sido, de ventanas cerradas y casinos provincianos con personajes fosilizados y perpetua siesta. Contra esa España vacía y monocorde clama Machado. En este caso la propuesta musical de Serrat es discreta e incluye un breve pasaje recitado hasta desembocar en un fondo orquesta que se diluye y luego renace para dar paso a “Españolito”, breve y excelente corte del disco.

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.   

Retorno  a los proverbios y cantares que “Españolito” (proverbio y cantar número 53) clausura y cuyo discurso antecede Machado en el proverbio y cantar número 50 cuando plantea un diálogo ficticio esclarecedor:

-Nuestro español bosteza
¿Es hambre ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
-El vacío es más bien en la cabeza.
“Españolito” adquiría en los recitales de Serrat de la primera mitad de los años 70 un inusitado componente metafórico, al margen del poder visionario de Antonio Machado advirtiendo esas dos Españas enfrentadas históricamente, una de las cuales habría de helar el corazón de la otra media [3]. El discurso del poeta se hace presente y presencia tangible en la voz del cantautor catalán en una España edificada en base a silenciar a esa otra España que perdió la guerra.

Dedicado a Antonio Machado regresa a pasajes más intimistas en “A un olmo seco”, otra pieza metafórica en la que vinculamos la imagen del olmo viejo, hendido por el rayo, con Leonor, compañera inseparable del poeta a la que se llevará la muerte de modo prematuro. De ahí que Machado aguarde el milagro de la primavera que es capaz de reverdecer tímidamente la rama de este olmo resistente y humanizado por el poeta. Y ese mismo milagro primaveral es el que el poeta espera para Leonor, musa incontestable y finalmente doliente en los versos machadianos.

Serrat realiza una interpretación convincente del poema[4], bien respaldado por el arreglo de Miralles en el que vuelven a ser certera la mezcla entre la desnudez de ciertos pasajes con el arrope instrumental y expresivo de otros. El poema alterna versos heptasílabos y endecasílabos pero Serrat aplica cuando lo requiere cesuras a esta estructura. La canción se inicia a ritmo de balada y a partir de la tercera estrofa cambia su discurso musical y se acelera para finalizar con la voz de Serrat recogiéndose en la melancolía del verso final del poeta. “A un olmo seco” prefigura en ciertos aspectos una canción futura de Serrat, la poco recordada “A una encina verde”.

“He andado muchos caminos” dura poco más de dos minutos, media mayoritaria de duración de las canciones en el disco.  Sólo “Cantares”, “Retrato” y “Del pasado efímero” superan con cierta holgura los tres minutos. La concisión machadiana exige por parte de Serrat una misma concisión. Este poema es otro de los aciertos musicales del disco y es el segundo poema de Soledades. Galerías. Otros poemas aunque bien podría encajar en ciertas constantes de Campos de Castilla. El poema apareció en la revista Renacimiento en marzo de 1907 titulándose “Romance” y sin división estrófica.

Antonio Machado expone en “He andado muchos caminos” sus preferencias, su sintonía con las gentes sencillas y rurales, trabajadores de a pie, antitesis de los soberbios, de los “borrachos de sombra negra” que apestan la tierra. El poeta sevillano planta la bandera de su ética particular que Serrat hará suya también en algunas de sus canciones. Esa visión del ámbito rural será propia de su cancionero con ejemplos como “Manuel”, “Campesina” o “En qualsevol lloc” que nunca se situarán entre lo mejor de su repertorio. Otra cosa será cuando cante al paisaje, a la naturaleza, faceta en la que logrará resultados admirables. A la visión idealizada del mundo rural, en oposición al tráfago urbano,  también contribuye la canción folclórica sudamericana con Atahualpa Yupanqui en primer término. La cosmovisión de Yupanqui no carecerá de elementos próximos a la poesía de Antonio Machado hasta el punto que “He andado muchos caminos” podría haberse integrado en su repertorio de un modo sumamente natural.

Con “Parábola” se cierra el disco que abrió “Cantares”. Como en aquella se recurre a dos textos que el poeta sevillano no incluye juntos y que el cantautor funde en una misma corriente expresiva y simbólica para aquella España de 1969. “Érase de un marinero…” remite a la parábola número 3 y el recitado intermedio, en la que el poeta alude a la España de charanga y pandereta, constituye el fragmento con el que se abre “El mañana efímero”. La utopía caminante del poeta se une a su desprecio por la España devota y atrasada. La voz joven de Serrat culmina con “Parábola” su aventura de musicalizar al poeta profeta y al poeta mártir que fue, sin quererlo, Antonio Machado.



[1] Con posterioridad tendremos otros homenajes a Antonio Machado en el universo de la canción como el firmado por Carlos Cano en su canción “Antonio Machado limpiando la casa de las sombras”.
[2] Los dos primeros poemas formarán también parte del disco. El tercero también podría asociarse con la obra de Serrat que grabó una canción titulada “L’ Olivera” (“El olivo”), viejo árbol superviviente que intuye la mano fulminante de la muerte.
[3] Los versos de Antonio Machado hicieron fortuna en el subconsciente colectivo. De hecho Joaquín Sabina volvería a ellos irónicamente en la canción “Telespañolito” (1984): “Teleespañolito, que ves la tele, te guarde Dios/ uno de los dos canales ha de helarte el corazón…”.
[4] El cantautor respeta el poema casi en su totalidad. Sólo prescinde en la estrofa final de tres versos y de dos tercetos que siguen a las dos estrofas iniciales: “No será, cual los álamos cantores/ que guardan el camino y la ribera/ habitado de pardos ruiseñores// Ejército de hormigas en hilera/ va trepando por él, y en sus entrañas/ urden sus telas grises las arañas…”.

http://luisgarciagil.blogspot.com.uy/

La conciencia del clima, por fin

Este año será recordado como el punto de inflexión histórico en la lucha contra dos grandes males de nuestra era




Desarrollo urbanístico junto al desierto, en Cathedral City, California, en plena sequía. /DAMON WINTER (NYT)
Este año se recordará por los importantes avances que se han conseguido mediante la cooperación internacional a la hora de afrontar los dos retos definitorios de nuestra generación: la erradicación de la pobreza y la lucha contra el cambio climático.
En julio, países ricos y pobres se reunieron en Addis Abeba (Etiopía) para la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. Los representantes gubernamentales han admitido que se ha progresado mucho desde la primera conferencia celebrada en Monterrey (México) en 2002, pero siguen existiendo enormes desafíos en muchos lugares del mundo, especialmente en el África subsahariana.
Ha sido muy decepcionante el que muchos países ricos no respetaran el compromiso adquirido en Monterrey de aportar el 0,7 % de su producto interior bruto a la ayuda internacional para los países pobres. Muy pocos países han alcanzado este objetivo, y ello debería causar una gran vergüenza a aquellos Gobiernos que no han cumplido la promesa hecha a los pueblos más pobres del mundo.
Pero en la cumbre de Addis Abeba se ha tomado conciencia de la escala de los esfuerzos necesarios para alcanzar el objetivo de erradicar la pobreza y el hambre, y lograr un desarrollo sostenible mediante el fomento del crecimiento económico inclusivo, la protección medioambiental y el aumento de la inclusión social.
La concienciación colectiva sobre este reto y el compromiso de los países ricos de incrementar la ayuda internacional han sentado las bases del acuerdo alcanzado en septiembre en la Asamblea General de Naciones Unidas. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, y un conjunto de 169 propósitos relacionados con ellos, pretenden luchar contra la desigualdad, el consumo y las formas de producción insostenibles, las infraestructuras deficientes y la falta de trabajo digno en todos los países del mundo.
Fue decepcionante que muchos países ricos no respetaran el compromiso adquirido en Monterrey de aportar el 0,7 % de su PIB a la ayuda internacional para los países pobres
Mientras los distintos países trabajaban duro en la elaboración del nuevo plan de desarrollo sostenible, también seguían adelante con las iniciativas para afrontar los enormes peligros del cambio climático completando un proceso iniciado hace cuatro años en Durban (Sudáfrica).
En diciembre de 2011, los Gobiernos acordaron, en la cumbre anual de Naciones Unidas sobre cambio climático, trabajar para alcanzar un nuevo pacto en 2015. Hasta finales de 2014 se habían producido avances lentos, pero este año era necesario acelerar el proceso. Por suerte, algunos acontecimientos han contribuido a que las negociaciones internacionales lleguen a buen puerto.
En noviembre de 2014, el presidente Xi Jinping y el presidente Barack Obama, los dirigentes de China y Estados Unidos, que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, pactaron una declaración conjunta que planteaba nuevos compromisos para reducir y limitar las emisiones anuales a partir de 2020. Ello persuadió a más de 180 países más a comprometerse también, con vistas a la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático, prevista para diciembre de este año en París.
Las negociaciones entre los distintos países se aceleraron en mayo de este año, cuando el papa Francisco publicó Laudato Si, su encíclica sobre el medioambiente y la ecología humana. El papa combinaba su valoración de los aspectos científicos y económicos con un poderoso argumento moral a favor de la lucha contra el cambio climático, lo que contribuyó a convencer a muchos católicos, y sin duda a la gente en general, sobre la necesidad de tomar medidas urgentes.
Cuando llegó el momento de que se reunieran en París más de 190 Gobiernos, se había generado un impulso que propició un acuerdo verdaderamente histórico, adoptado el 12 de diciembre, para limitar el calentamiento del planeta muy por debajo de los 2 grados centígrados con respecto a la temperatura preindustrial.
Espero que este año se recuerde como un punto de inflexión en la historia humana, cuando se logró una victoria crucial en la batalla contra la pobreza y el cambio climático
Una de las razones cruciales por las que el Acuerdo de París ha sido posible es que cada vez más países han caído en la cuenta de que, para luchar contra el cambio climático, no hay que sacrificar el crecimiento económico y el desarrollo. La transición hacia un nivel bajo de emisiones de carbono nos conduce a un camino para incrementar la calidad de vida y erradicar la pobreza que es más atractivo y emocionante que su muy dañino predecesor, el de las elevadas emisiones de carbono.
Creo y espero que este año se recuerde en el futuro como un punto de inflexión importante en la historia humana, cuando se logró una victoria crucial en la batalla contra la pobreza y el cambio climático, la cual trajo más prosperidad y bienestar no solo a nosotros , sino también a nuestros hijos, nietos y generaciones futuras.
Nicholas Stern es presidente del Instituto Grantham de Investigación sobre Cambio Climático y Medio Ambiente, de la Escuela de Ciencias Económicas y Políticas de Londres, y presidente de la Academia 

Británica.
http://internacional.elpais.com/

Curvas en Latinoamérica

El abaratamiento de las materias primas complican el panorama de la región



El presidente de Argentina, Mauricio Macri, y la presidenta brasileña Dilma Rousseff, durante la última reunión de Mercosur. / JORGE SAENZ (AP PHOTO)
Los pronósticos de organismos multilaterales, bancos y consultoras sobre la economía latinoamericana suelen prever más crecimientodel que finalmente se experimenta. Por ejemplo, hace 12 meses el consenso de los mercados preveía una leve aceleración del crecimiento en la región, del 1,9% para 2015, y ahora reconocen la primera contracción latinoamericana desde la crisis mundial de 2009, del 0,2%, según la firma Focus Economics. En el caso de 2016, los mismos bancos y consultoras encuestadas anticipan que América Latina crecerá solo 0,6%. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), después de pronosticar hace un año que el PIB regional se expandiría el 2,2% en 2015, ahora calcula que está reduciéndose el 0,4% y predice que el año próximo se recuperará solo el 0,2%.
Ni el contexto internacional ni la situación propia de las economías latinoamericanas contribuyen a recuperar el dinamismo perdido de los primeros años del siglo XXI. Aunque EE UU crece más, y eso ayuda a México, Centroamérica y el Caribe, China, primer socio comercial de varios países sudamericanos, se desacelera año a año. La demanda del gigante asiático había sido uno de los principales factores del ya finalizado periodo de altos precios de las materias primas, principales exportaciones sudamericanas y recurso fiscal clave para México.
La CEPAL prevé que en 2016 el petróleo y los minerales se mantengan bajos, con el consiguiente perjuicio para las economías mexicana, colombiana, venezolana, peruana y chilena, entre otras. Los productos agrícolas tienen mejor perspectiva, para fortuna de Brasil y Argentina. La subida de los tipos de interés de EE UU, aunque moderada, suma presión al abaratamiento de los productos básicos e impulsa la salida de capitales de Latinoamérica, con las consiguientes devaluaciones de las monedas y su impacto en términos de inflación. A todo se suman las crisis económicas que afrontan Argentina, Brasil y Venezuela. Estos dos últimos países, además, padecen crisis políticas que retroalimentan a las de las economías.
“En el contexto actual adquieren mayor relevancia las políticas fiscales activas, promoviendo ajustes inteligentes: mirar tanto el nivel de gasto público como su composición para evitar ajustes excesivos en la inversión pública y el gasto social; revisar la estructura de subsidios a los combustibles y los incentivos tributarios, buscando potenciar instrumentos de promoción de inversiones y financiamiento gasto social; y reducir la evasión [tributaria]”, recomendó la secretaria ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, al presentar las predicciones de su organismo.
La economista Nora Lustig, de la Universidad de Tulane (EE UU), alerta sobre un aumento de la pobreza regional después de la bajada de la década pasada: “Probablemente haya reversiones importantes donde la economía crezca poco o caiga. Además, la posibilidad de usar la política fiscal para mejorar la situación social se redujo porque el margen fiscal se ha achicado brutalmente, especialmente por el abaratamiento de materias primas”.
Brasil decreció este año un 3,5% y se contraerá otro 2% en 2016, según la CEPAL. En el mundo financiero, JPMorgan aparece como uno de los bancos más pesimistas para el año próximo, con una predicción de bajada del 3,7% del PIB. En cambio, BBVA aparece como uno de los más optimistas al prever una contracción del 0,5%. El economista George Gray Molina, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), teme que comience a revertirse algo de la histórica bajada de la pobreza que Brasil había logrado en los años anteriores.
La economía mexicana se expandirá al 2,5% en 2015 y casi al mismo ritmo en 2016, según la CEPAL. El Santander se atreve a prever un 3,5%, mientras que Bank of America Merrill Lynch vaticina un 2,5%. El problema de México es que la economía crece poco y la pobreza aumenta, como lo demostraron los datos oficiales difundidos en julio pasado.
Así como los organismos y los bancos esperaban hace un año que a Brasil y México les iría mejor de lo que les fue, pronosticaban para Argentina un escenario peor que el actual. La CEPAL prevé que la economía argentina acabe 2015 con un alza del 2% y los bancos y consultoras que pronostican el PIB extraoficial, es decir, sin la manipulación estadística aplicada por el kirchnerismo, hablan de un crecimiento del 0,8%, según Focus Economics. Para 2016, primer año del liberal Mauricio Macri en el poder, la entidad de la ONU anticipa que la economía crecerá menos, el 0,8%, mientras que JP Morgan predice una caída del 0,5% y Nomura, una expansión del 1,2%.
Las otras grandes economías se mantendrían en la misma senda que en 2015, según la CEPAL: Chile, con una expansión del 2,1%; Colombia, con una 3%; Perú, con una leve aceleración al 3,4% y Venezuela, con otro fuerte derrumbe del 7%. Los bancos son ligeramente más optimistas con los PIB chileno y venezolano. Son las economías pequeñas, como las de Bolivia, Cuba, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, las únicas que crecerán más del 4%.

http://economia.elpais.com/

Las mejores cintas latinoamericanas de 2015

'El Espectador' elige una lista de las películas que más han cautivado a las audiencias y que han triunfado en festivales este año



Alfredo Castro, Pablo Larraín y Roberto Farías, de 'El club' / BERLINALE

El 2015 fue un estupendo año para el cine latinoamericano. Como es tradición desde hace ya varios años, no existe festival de cine de prestigio que no programe en su competencia una película hablada en español o producida por algún país de América Latina. El club, una cinta chilena, arrasó en la Berlinale de este año. Desde allá era la primera película venezolana que competía por el León de oro de Venecia. Al ganarlo de forma bastante sorpresiva, por cierto, se convirtió en el primer filme latinoamericano que conquista la Mostra. Varios realizadores europeos miran al otro lado del Atlántico para ver qué historias se están contando en esas pequeñas industrias que siguen alzando la voz a pesar de la aplastante presencia del cine de Hollywood. El Espectador, la revista de cine latinoamericano de EL PAÍS, presenta una lista de las mejores películas de la región que ha dejado este año. Con información de Sergio Lillo, Alba Casas y Natasha Rodrígues de Silva.

1.-El club, de Pablo Larraín (Chile)

La penúltima película del chileno Pablo Larraín no deja indiferente a nadie. Allí donde se ha exhibido deja a la audiencia asombrada u ofendida por el retrato que se hace de la pederastia en el seno de la Iglesia católica. El propio director ha reconocido que El club está hecha para “levantar susceptibilidades”. Ese cine cargado de denuncia y de política fue reconocido en la Berlinale, donde ganó el Gran Premio del Jurado y le ha valido una nominación al Globo de Oro a mejor película extranjera.
La película cuenta la apacible vida de cuatro hombres mayores que habitan una casa en un pueblo de la costa chilena. Con ellos vive una mujer que los ayuda en las labores cotidianas. Los días transcurren entre paseos, las tareas de la casa y carreras de galgos que uno de los habitantes de la casa entrena. Mientras avanza la película, los espectadores se dan cuenta que los viejos son curas y que la mujer que los auxilia es una monja. La casa es en realidad un refugio adonde la Iglesia manda a ocultar a los sacerdotes pedófilos. Una visita alterará la vida de los miembros de ese club y pone en riesgo sus secretos. En la película destaca la estupenda actuación del grupo, entre ellos el fantástico Alfredo Castro, un viejo conocido de Larraín. El director volverá a la carga en 2016 con una cinta sobre Pablo Neruda.

2.- El clan, de Pablo Trapero (Argentina)

Guillermo Francella ha dado una de las grandes actuaciones este año poniéndose en la piel de un monstruo. El actor hace un escalofriante retrato de Arquímides Puccio, un integrante del Batallón de Inteligencia de la ultraderecha, a las órdenes de la dictadura argentina. Además de considerarse un patriota y de luchar contra los comunistas, el patriarca de una familia de clase media realizaba secuestros con la ayuda de sus hijos. Sus víctimas eran llevadas a su hogar, donde los gritos de auxilio eran ahogados por la apariencia de vida cotidiana fingida por los Puccio. La película también se centra en la angustia sufrida por Alejandro, el primogénito, un exitoso jugador del equipo nacional de rugby.
Trapero ha llevado al cine con mucho acierto un episodio de la vida real que conmocionó a la Argentina que vivía la transición democrática. Con la llegada de Raúl Alfonsín en diciembre de 1983 el país vivió varios cambios. Algunos de ellos en los sótanos de los cuerpos del orden, donde salían las órdenes para los grupos de terror formados por paramilitares de ultraderecha. Con la llegada de Alfonsín, estos grupos que asesinaban y desaparecían quedaron sin la protección del Estado. Eso fue lo que dejó a Puccio a la intemperie y el contexto que ha brindado al director de El clan de un gran relato para contar.

3.- Que horas ela volta?, de Anna Muylaert (Brasil)

Hace mucho que una película brasileña no llama la atención del público internacional sin tener la violencia como temática principal. Una segunda madre (Que horas ela volta?, en portugués) tiene como protagonista a Val (Regina Casé) una empleada doméstica que trabaja desde hace más de 10 años con una familia adinerada de la ciudad de São Paulo. Val vive en la casa de sus jefes y ha criado al hijo adolescente de ellos. Sin embargo, ella es de Pernambuco (Estado del Nordeste de Brasil) donde dejó a su hija, Jéssica (Camila Márdila), al cuidado de sus abuelos para buscar trabajo en la gran ciudad. La situación es bastante cómoda para todos –principalmente para los jefes de Val–, pero Jéssica llega a São Paulo para hacer las pruebas de selección para la universidad y cambia el status quo del hogar que la recibe.
De manera delicada, la directora Anna Muylaert trata el tema de las relaciones de poder entre la criada y las personas a las que sirve, que supuestamente la consideran como un miembro más de la familia, aunque no tenga los mismos derechos que ellos dentro de la estructura del hogar. Su hija, que no está acostumbrada a esas reglas invisibles, no entiende la naturalidad con la que su madre vive con las limitaciones de ese espacio. Esa lucha de clases es una realidad cotidiana no solo en Brasil, sino en toda América Latina. En el Festival de Sundance, Regina Casé y Camila Márdila recibieron el Premio Especial del Jurado. Y en Berlín, la película ganó el premio del Público y de la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo (CICAE).

4.- El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra (Colombia, Argentina y Venezuela)

Una película rodada en la jungla del noroeste del Amazonas en blanco y negro y hablada en lengua indígena. Contra todo pronóstico, El abrazo de la serpiente se convirtió en un éxito de taquilla en Colombia, su país de origen. Estuvo once semanas en cartelera, una marca para el cine local, siempre aquejado por los problemas de distribución y los pocos espacios que deja Hollywood a otro tipo de cintas. La película de Ciro Guerra es la única latinoamericana que ha quedado en la lista rumbo a los Oscar de 2016. El próximo 14 de enero podría ser nominada a mejor película extranjera.
La película está basada en los diarios de viajes que dejaron dos exploradres extranjeros mientras navegaban el río en busca de una planta con cualidades curativas con ayuda de chamanes originarios de la zona. Los registros en los cuadrernos sirvieron de punto de partida al director para hacer una inmersión al mundo desconocido del Amazonas. Ese es parte del éxito que ha tenido el filme. Pone ante nuestros ojos un mundo extraordinario que ha sido completamente olvidado por las sociedades modernas. La cosmovisión de los indios amazónicos es también el origen de un relato mágico que ha conectado con las audiencias de varias partes del mundo.

5.- Desde allá, de Lorenzo Vigas (Venezuela, México)

La ópera prima de Lorenzo Vigas, hijo de un escultor, pretende aportar un bálsamo a la fracturada sociedad venezolana con la historia de una relación entre un homosexual maduro (Alfredo Castro) que repara prótesis dentales y un joven caraqueño que vive en la calle (Luis Silva). Es una relación de dependencia entre dos personajes que tienen asuntos pendientes con sus respectivos padres. La película se realizó con la ayuda del joven director mexicano Michel Franco y el guión tuvo la ayuda de Guillermo Arriaga, que por muchos años fue la mancuerna de Alejandro González Iñárritu en sus primeros proyectos.
Desde allá es la primera película que representó a Venezuela en selección oficial del Festival de cine de Venecia. Ganó el León de oro contra todo pronóstico imponiéndose a viejos maestros como Aleksandr Sokurov o Jerzy Skolimowski. Su triunfo no fue producto del azar, el director de la Mostra, Alberto Barbera, lleva tiempo pidiendo a los amantes del cine mirar a las historias que se están contando en América Latina. Desde allá se ha convertido en la primera película de América Latina que gana la presea en toda la historia del festival. Un gran inicio para Vigas en su carrera cinematográfica.

6.- 600 millas, de Gabriel Ripstein (México)

Arnulfo (Kristyan Ferrer) es un joven inseguro que comienza a hacer trabajos de contrabando para impresionar a su tío, un capo del narcotráfico de poca monta en una ciudad sin nombre. Su trabajo consiste en llevar a straw buyers (compradores de paja) a varias tiendas de armas en Estados Unidos para comprar rifles y armamento para los cárteles mexicanos. Después de realizar las compras, su trabajo es pasarlas de norte a sur, el sentido contrario con el que viajan las drogas por el continente. Un error lo lleva a secuestrar a Hank (Tim Roth), un experimentado tiburón de las agencias de seguridad de Estados Unidos. Arnulfo decide conducir 600 millas a lo largo del desierto para ofrecer a su presa como ofrenda a su tío. En el camino, ambos desarrollan una particular relación. El director cree que esa existencia es algo similar a la que tienen Estados Unidos y México.
A pesar de ser su primera película, 600 millas muestra una mirada decidida de un joven realizador que tiene cine en la sangre. Gabriel Ripstein es hijo de Arturo, el más importante director de cine mexicano vivo, y nieto de un productor que hizo carrera en la industria nacional. Su debut le hizo merecedor a mejor ópera prima en la Berlinale de este año.

7.- El botón de nácar, de Patricio Guzmán (Chile)

Hace cinco años, el chileno Patricio Guzmán conmovió conNostalgia de la luz, una película que hablaba de los enigmas que guarda el universo observado desde los telescopios del gigantesco desierto de Atacama. Si en ese entonces Guzmán miraba hacia arriba en busca de respuestas, en El botón de nácar ha fijado su objetivo en el horizonte chileno y sus más de 6.000 kilómetros de costa. El agua es la obsesión del director en esta nueva entrega, que se ha pensado como la segunda parte de una trilogía que inició en 2010. ¿Qué misterios guarda el mar y sus aguas, que inspiran admiración y respeto? La naturaleza es también un pretexto para que Guzmán pueda encausar una de las obsesiones más persistentes a lo largo de su obra: los asesinatos y desapariciones cometidos en el régimen dictatorial de Augusto Pinochet.
Los anglosajones tienen en Werner Herzog a ese gran creador de documentales de autor, pero el mundo latinoamericano no tiene nada qué envidiarle mientras Patricio Guzmán siga haciendo películas. El experimentado director ha entregado este año una de sus más grandes obras, donde combina la sensibilidad poética de su guión con un poderoso y ambicioso relato que abarca desde los pueblos originarios de Chile y la Patagonia hasta las injusticias y abusos de la dictadura. Guzmán ejerce el documental como un derecho indeleble a la memoria.

8.- Magallanes, de Salvador del Solar (Perú, Argentina, Colombia)

Esta ópera prima de Salvador del Solar, actor y ahora director peruano, se zambulle en las consecuencias del conflicto en el país con Sendero Luminoso -organización terrorista de ideología comunista- a través de la historia de Magallanes, un taxista de Lima que fue soldado del ejército peruano y luchó contra la organización y que se reencuentra con una mujer que conoció hace 25 años durante el enfrentamiento militar. Basada en un relato del escritor Alonso Cueto, con tan solo 650.000 dólares de presupuesto, consiguió el premio Cine en Construcción del Festival de San Sebastián en 2014 antes de estrenarse y está nominada al Goya como mejor película iberoamericana.
El director del filme, que cuenta con actores como los peruanos Christian Meier y Magaly Solier o el mexicano Damián Alcázar en el papel protagonista, considera que no se trata de una película política, sino personal, y que invita a reconocer que es complicado recordar y la necesidad de hacerlo. “Más que un ejercicio por abrir las heridas,Magallanes es un intento por ayudar a comenzar a cerrarlas”, aseguró Del Solar a EL PAÍS.

9.- Ixcanul, de Jayro Bustamante (Guatemala, Francia)

La carta de presentación de Ixcanul es clara: se ha convertido en la película más galardonada de la historia de Guatemala (25 premios hasta el momento). El director guatemalteco Jayro Bustamante, de 37 años, debuta con un largometraje que recibió el Premio Alfred Bauer del Festival de Cine de Berlín, concedido a aquella película que “abre nuevas perspectivas en el cine”. Bustamante nos lleva al entorno del volcán Pacaya (Ixcanul significa “volcán” en lengua cakchiquel), cuya última erupción se produjo en marzo de 2014, para narrar la historia de una familia de mayas cakchiquel (pueblo indígena de las tierras altas del medio oeste de Guatemala) que vive aislada sin que la modernidad haya llegado a su vida.
María (María Mercedes Coroy) es una adolescente que se enfrenta al paso a la edad adulta de manera abrupta con un embarazo no deseado. El sueño de la Tierra Prometida aparece en el horizonte de la mano de un joven cortador de café, pero el viaje a Estados Unidos le será negado a la joven indígena. María Telón, indígena vendedora de fruta en la vida real, hace el papel de Juana, la madre de la joven. Bustamante aseguró en Berlín el pasado febrero que “una vez terminada, si el elemento indígena resulta importante y puede servir para abrir puertas, sí levantaré esa bandera”, pero niega que escribiera el guion con esa intención.

10.- Lo que lleva el río, de Mario Crespo (Venezuela)

Este es el primer largometraje venezolano en lengua warao. La película, protagonizada por los propios miembros del pueblo indígena, narra la vida de Dauna, una joven de la tribu que quiere estudiar antes de casarse. El director y guionista, Mario Crespo, refleja en el filme las dificultades inextricables a vivir a caballo entre dos sociedades. Pero en este caso, Dauna no solo ve obstaculizado su progreso por otras culturas diferentes a la suya, sino que es su propia tribu la que no logra comprender por qué ella no se limita a acatar el papel que se le otorga como mujer.
Rodada en la morada real de los warao, en el delta del Orinoco, la película exhuma tintes de documental. ‘Lo que lleva el río’ se estrenó el pasado enero en el Festival Internacional de Berlín, en la categoría de cine indígena llamada NATIVe. Postuló al Goya a Mejor Película Iberoamericana y al Oscar a Mejor Película Extranjera, aunque sin éxito. Sí lo tuvo, sin embargo, en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva donde obtuvo la mención especial del certamen y el premio Mejor Película que refleja la realidad social de Iberoamérica. El filme fue reconocido asimismo en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana con el galardón Sara Gómez.
  • Enviar a LinkedIn
  • Enviar a Google +
    http://cultura.elpais.com/cultura/

    32 AÑOS SIN AKIRA KUROSAWA

                                          Fotografía fuente Revista Yume: https://revistayume.com/ “Puede que sólo puedas escribir una página po...