La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo pasó casi cuarenta años buscándolo
"Gracias, muchas gracias". Bajo estas palabras ha colgado Ignacio Hurban este viernes en su perfil de Twitter una foto con su abuela, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que pasó casi cuatro décadas buscando a su nieto. Hasta el lunes se llamaba Ignacio Hurban, pero este martes descubrió que también se llama Guido Montoya Carlotto. Y que fue secuestrado durante la última dictadura argentina (1976-1983). Su madre, Laura Carlotto, tendría hoy 60 años si no hubiese sido asesinada con 24. Guido es el nombre que ella le puso, aunque solo la dejaron estar cinco horas con él. Y Montoya es el apellido de su padre biológico, Walmir Óscar Montoya, al que su familia llamaba Puño.
El esperado encuentro entre Estela de Carlotto y Guido se celebró en la ciudad bonaerense de La Plata. Ella, de 83 años, acudió con sus otros tres hijos: Claudia —responsable de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), que se ocupa de atender a las personas que desean averiguar de forma voluntaria si son hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura—; Remo —presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados—, y Kibo —secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires—. El nieto, de 36 años, acudió con su novia y con varios amigos. La reunión duró desde las tres de la tarde hasta las nueve y media de la noche. Y todo sucedió en la más estricta intimidad. Este viernes, está previsto que Guido comparezca en la sede de la asociación que preside su abuela.
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