El Vimala Welfare Centre de Kochi, en India, lleva más de 50 años ofreciendo trabajo a mujeres con pocos recursos económicos
En India algunos empleados reciben un salario diario de dos dólares, con un suplemento de 25 centavos, si trabajan hasta la medianoche. En algunas ocasiones, los talleres donde pasan buena parte de la jornada son extremadamente calurosos. No disponen de aire acondicionado o escaleras de incendios y a menudo las puertas son cerradas con llave para impedir que tomen descansos demasiado largos. Las jornadas laborales son largas. Empiezan a las cinco de la mañana y se alargan durante 11 horas. En un país poblado por 1.250 millones de personas y donde las condiciones laborales pueden ser aterradoras, es excepcional encontrar proyectos como el Vimala Welfare Centre. Esta institución lleva desde el año 1961 ofreciendo trabajo y un salario digno a centenares de mujeres con pocos recursos económicos. El centro está ubicado en Kochi, una de las ciudades más importantes del sur de la India y de Kerala, un estado de aproximadamente 30 millones de personas con el índice más alto de alfabetización del país.
Las mujeres del Vimala Welfare Centre fabrican distintos productos con fibra de plátano. También cosen vestidos y hacen bordados. Por su trabajo, y según las piezas elaboradas, reciben un sueldo superior a la media del país. Y a diferencia de lo que pasa en muchos otros lugares de la India, quienes trabajan aquí lo hacen en un ambiente agradable y relajado. Las habitaciones donde están las máquinas de coser y las mesas para trabajar con la fibra son grandes y luminosas. Y a ellas se las ve contentas y sonrientes. El centro forma parte de la estructura de una congregación religiosa perteneciente a la Sociedad de las Hijas del Corazón de María. La responsable es la hermana Irez George, que lleva más de 15 años en la institución. “Nuestro centro está abierto a todas las mujeres necesitadas, independientemente de su edad, casta o religión. Nuestro objetivo es tender la mano a quienes les es muy difícil encontrar trabajo, tienen pocas perspectivas y necesitan dinero para criar a sus hijos” explica.
Actualmente, aproximadamente 150 mujeres trabajan en este centro pero durante los últimos 54 años han pasado por aquí más de 6000. Además del taller, la institución también dispone de una escuela, un centro de acogida para personas mayores, una guardería para sus empleadas y una unidad de prevención del suicidio. Las trabajadoras fabrican, sobre todo, coloridas cestas de fibra de plátano. “Muchas son las cabezas de familia y tienen que criar a sus hijos solas. El apoyo que reciben es esencial para ellas”, añade George. En el Vimala Wellfare Centre enseñan a sus empleadas habilidades adaptadas a sus capacidades. La gran mayoría vive a una distancia próxima al taller y sus horarios son flexibles. Además, si lo desean, pueden trabajar en casa.
Como las condiciones son excepcionales y el ambiente agradable, muchas de las empleadas llevan décadas trabajando aquí. Este es el caso de Usha Mukesh, que lleva 43 años en el Vimala Wellfare Centre. Ahora tiene 56 años pero con 13 empezó a trabajar en el taller. “Conozco a muchas personas que son tratadas por sus jefes como si fueran máquinas, como objetos sin nombre. Aquí siempre me he sentido bien”, apunta. Moly Polakulath también ha trabajado aquí de forma más o menos regular durante los últimos 40 años. “El Vimala Wellfare Centre es como una segunda casa para nosotras. Todas nos conocemos por nuestro nombre y nuestras relaciones se basan en la confianza y el respeto”, añade. Aunque el centro está abierto a mujeres de todas las edades, la mayoría de las empleadas supera los 40 años. Según la hermana George a las chicas jóvenes cada vez les gustan menos los trabajos manuales y prefieren encontrar empleos en lugares como tiendas y restaurantes, algo que no resulta especialmente complicado en un lugar turístico y con un gran puerto como Kochi.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario