La llegada de ayuda humanitaria es cada vez más notoria en el devastado pueblo ecuatoriano de Pedernales.
Vehículos de distintos tamaños provistos de botellas de agua y víveres sortean calles llenas de escombros tras el terremoto que impactó Ecuador el sábado pasado.
Representantes de entidades públicas y privadas, a la par de voluntarios de organizaciones sociales y grupos cristianos, buscan abastecer de alimentos no perecederos a quienes lo han perdido todo.
- En ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca miles de ecuatorianos se han sumado a iniciativas de donaciones para los damnificados por el terremoto en diversas poblaciones costeras.
De su lado, varios países del continente están enviando insumos y expertos para ayudar en la emergencia de Ecuador.
En Pedernales, no obstante, al igual que en otras zonas de la costa, las necesidades son muchas. Y la ayuda que llega aún está lejos de ser suficiente.
De allí que incluso hay quienes han optado por buscar un terreno baldío, a las afueras del pueblo, para hacer de aquél su refugio.
"Estamos sin casa"
Alfonso Rosado, de 77 años, llegó al terreno ubicado al borde de la carretera, a 10 minutos del pueblo de Pedernales, junto con su esposa, dos de sus hijos adultos y varios de sus nietos.
"Estamos sin casa, por eso estamos aquí", comenta Rosado a BBC Mundo, mientras su esposa Sofía, de 74 años, en un colchón en el suelo recibe un control del nivel de azúcar en su sangre por parte de miembros de la Cruz Roja Ecuatoriana.
Unas 80 personas, entre niños y adultos, se han instalado en este albergue improvisado, según Verónica Ayala, coordinadora de un grupo de voluntarios de la Cruz Roja.
- Ayala trata de convencer a estos afectados para que se trasladen a sitios oficialmente declarados como albergues.
"Como se puede ver a simple vista, ellos están expuestos, al pie de la calle, y corren riesgos tanto los niños como los adultos", comenta a BBC Mundo.
Ayuda, ¿hasta cuándo?
Verónica Ayala reconoce la ayuda humanitaria que está llegando a Pedernales, pero a la vez le preocupa hasta cuándo llegará esa asistencia.
La integrante de la Cruz Roja Ecuatoriana espera que "no quede en el olvido" cuando pasen las primeras semanas tras el terremoto y la situación en Pedernales deje de estar en la agenda prioritaria de visita de autoridades nacionales, o en las primeras planas de medios de comunicación.
La misma inquietud la tiene el alcalde de Pedernales, Gabriel Alcívar, quien dice a BBC Mundo que le preocupa cuántos días se va a sostener esta ayuda.
"Nuestra gente está sin trabajo y devastada", señala.
Al recorrer las calles del pueblo se evidencia que la entrega de agua y víveres a la población es a veces ordenada, y en ocasiones desorganizada y desprolija.
"La gente está desesperada, tiene hambre, tiene sed, y de pronto puede haber algún descontrol", señala el alcalde Alcívar, tras manifestar que "es un aliciente el ver tanta gente solidaria".
En cualquier caso, en Pedernales no cesan las tareas de remoción de escombros y búsqueda de sobrevivientes.
Son días en los que confluyen rescatistas y miembros de entes de seguridad pública junto con expertos y voluntarios, de Ecuador y otras nacionalidades.
Todos buscan asistir de cualquier forma a los habitantes del sacudido pueblo de Pedernales.
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