El procurador Federico Delgado entiende que hay elementos para abrir una causa contra el presidente por "omisión de datos en su declaración jurada"
Cuando el gobierno argentino pensaba que el escándalo por los papeles de Panamá se había apagado, un fiscal consideró que hay elementos suficientes para abrir una investigación contra el presidente Mauricio Macri por posible "omisión de datos en su declaración jurada" de los años 2007 y 2008, cuando era alcalde de la ciudad de Buenos Aires.
El procurador Federico Delgado dijo que ya pidió al juez Sebastián Casanello la apertura de una causa contra el mandatario. "La labor del sistema judicial de nuestro país se ve acotada a límites precisos: los de la ley vigente. En este caso, se habrá de determinar, como primer paso, si el señor Mauricio Macri omitió maliciosamente completar su declaración jurada", escribió Delgado en su solicitud.
Las vueltas de la política argentina colocaron a Casanello, una vez más, en el ojo de la tormenta. Es él quien lleva adelante la causa por lavado de dinero contra Lázaro Báez, un poderoso empresario enriquecido durante el krichnerismo cuya detención acaparó desde el martes toda la atención en Argentina. El magistrado no tiene límite de tiempo para tomar una decisión, según confirmaron fuentes de la fiscalía a El PAIS. Si finalmente acepta el pedido del fiscal, el presidente se enfrentará a una causa judicial a menos de 4 meses de asumir en el cargo
El fiscal Delgado respondió al pedido del diputado kirchnerista Darío Norman Martínez, quién presentó una demanda penal contra Macri por la "presunta comisión del delito de lavado de dinero y/o evasión fiscal". El legislador pidió a la Justicia que investigue si en su condición de director de las firmas Fleg Trading Ltd. y Kamusha S.A. (revelada en los papeles de Panamá) tuvo conocimiento, aprobó o decidió maniobras fraudulentas y si el motivo de la creación de esas sociedades fue ocultar esas maniobras.
"Martínez denuncia que hay que investigar la vida de esas sociedades, el desarrollo del área de negocios, y determinar si hay alguna maniobra delictiva y eventualmente, si la hubiese, si el presidente, como socio, participó de esos comportamientos", explicó Delgado. "Son dos grandes dimensiones: la omisión de datos en la declaración jurada, y si en la vida de esas sociedades hubo alguna irregularidad y después si en esa irregularidad pudo haber participado el presidente", recalcó.
El Ejecutivo argentino mantuvo a Macri fuera del foco mediático desde que el domingo se hizo pública la filtración de los documentos del estudio panameño Mossack Fonseca, que revelaron la existencia de una sociedad opaca encabezada por Franco Macri, el padre del presidente argentino, dueño de uno de los mayores emporios empresariales del país. El presidente Macri figuró como director de la sociedad.
Por el momento, el mandatario se limitó a señalar en una entrevista de radio que se trató de "una operación legal", mientras que dieron la cara por él su padre y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. El primero se hizo responsable de la empresa descubierta en Bahamas, señaló que están debidamente declaradas y aseguró que su hijo figuraba en ellas por "una mera formalidad", sin formar parte del accionariado ni percibir dinero a cambio. El ministro Peña, en tanto, insistió en que el presidente "ha declarado todos sus activos".
Las explicaciones no convencieron a la oposición. Martínez decidió presentar una denuncia penal por considerar que el Gobierno no dio explicaciones suficientes sobre las sociedades offshore: el oficialismo bloqueó la comparecencia del presidente en el Congreso y Macri ha evitado hasta ahora encabezar ruedas de prensa. "La gran pregunta es para qué crear empresas en paraísos fiscales", dijo Martínez a EL PAIS. "Queremos que dé las explicaciones que no está dando publicamente. La respuesta del gabinete y del padre de Macri no han hecho más que ratificar su participación en la sociedad", agregó
El escándalo ha golpeado la imagen de Macri dentro y fuera del país, en especial porque cuestiona el discurso de transparencia sostenido por el mandatario. Aún así, el mensaje gubernamental recuperó brío en los últimos dos días por la detención de uno del empresario Báez, icono de la supuesta corrupcion kirchnerista.
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