La matanza ha tenido lugar en la universidad local de Umpqua, en Roseburg
Un tiroteo en la Universidad Umpqua, en la localidad de Roseburg (Oregón), dejó este jueves al menos 10 muertos y 20 heridos, según informó un sheriff del condado. Las autoridades han confirmado que el autor de los disparos falleció después de enfrentarse a los agentes de policía que acudieron al recinto universitario poco después de recibir una llamada de aviso, en horas de la mañana local. La policía ha revelado a medios estadounidenses que el autor de los disparos ha sido identificado como Chris Harper Mercer, de 26 años. Por el momento sin embargo se desconoce el móvil del tiroteo masivo, que llevó al presidente estadounidense, Barack Obama, a hacer un nuevo llamamiento para endurecer las leyes sobre seguridad de armas.
En una comparecencia desde la Casa Blanca, Obama dejó clara su frustración por tener que volver a reaccionar ante una “carnicería” que se repite “cada pocos meses” y que sería evitable, subrayó, si el Congreso permitiera al menos una “modesta regulación” de las armas. “Las condolencias y las oraciones no bastan. No es suficiente”, criticó Obama, para quien este tipo de violencia “de algún modo, se ha convertido en una rutina”. Y eso es peligroso: “Nos hemos vuelto insensibles en esta materia”, advirtió.
El nuevo tiroteo masivo tuvo lugar en el interior del centro universitario y, según las autoridades, los alumnos heridos se encontraban en diferentes clases. Un fotógrafo local testigo de la escena lo describió como “puro caos” en el diario local The News Review Today. La presidenta de la universidad, Rita Cavin, dijo que la hora en que se produjo la matanza, en la mañana, es el momento en que más estudiantes acuden a este campus en el que estudian personas "de 18 a 60 años".
El hospital local, el Mercy Medical Center, dijo que había recibido a un total de diez víctimas del tiroteo. Cuatro de ellas fueron tratadas en esa clínica, tres fueron transferidas a otro hospital y una persona murió mientras recibía cuidados de emergencia, explicó el hospital. Otro centro médico de la zona, el Sacred Heart, recibió tres víctimas, todas mujeres de entre 18 y 34 años. Dos de ellas se encuentan en estado grave y la tercera está crítica, reveló el hospital.
La cifra de víctimas fue oscilando durante toda la jornada. Algunas autoridades locales llegaron a hablar de hasta 13 o 15 fallecidos. En su última comparecencia ante los medios de la jornada, el sheriff local, John Hanlin, se limitó a confirmar únicamente diez muertos y adelantó que la identidad de las víctimas no será revelada al menos hasta el viernes por motivos de protocolo en este tipo de actos. Hanlin también se negó a confirmar públicamente el nombre del presunto autor de la nueva masacre, para "no glorificarlo ni crear el sensacionalismo que probablemente buscaba". "No le voy a dar el crédito que probablemente buscaba con este horrible acto cobarde. No se lo merece", insistió Hanlin.
Por el momento se desconoce el trasfondo de este nuevo tiroteo. La investigación sigue abierta, había explicado en una intervención previa el sheriff, según el cual por el momento todo apunta a que el agresor actuó solo, aunque puntualizó que es "demasiado pronto" para descartar que haya otros implicados.
La estudiante Kortney Moore, 18 años, relató a The News Review Today que se encontraba en su clase de redacción cuando una bala entró por la ventana. La joven explicó que vio cómo la profesora era alcanzada por un tiro en la cabeza. En un momento determinado, el tirador estuvo dentro de esa clase y empezó a exigir a los alumnos que se levantaran y que dijeran qué religión profesan, para luego seguir disparando, contó la joven al diario.
Otro testigo, el estudiante de enfermería Jared Norman, también relató al diario que oyó disparos y de pronto todo el mundo empezó a correr. Él se encerró en la cafetería junto con otros 50 estudiantes, donde esperaron, “aterrorizados”, hasta que se dejaron de escuchar tiros. En las cuentas de Twitter de varios alumnos podían leerse frases como “todo el mundo corre, estoy aterrada”; “Dios mío, esta ciudad no se merecía esto”; “jamás tuve tanto miedo en toda mi vida”.
La Casa Blanca dijo que el presidente Barack Obama estaba siendo informado de la situación en el campus de Oregón a lo largo de la tarde. Los casos de individuos armados que entran en un recinto y empiezan a matar a personas de forma indiscriminada han aumentado en los últimos años en Estados Unidos. Según un estudio del FBI publicado en 2014, mientras que entre 2000 y 2007 se registraron una media de 6,4 casos por año, de 2007 a 2013 la cifra se disparó hasta los 16,4 casos anuales.
Y no solo son más frecuentes, también son más mortíferos: de los 12 tiroteos más graves de la historia reciente del país, seis se registraron desde 2007, según un registro de The Washington Post. Entre ellos se cuentan la masacre de Sandy Hook en diciembre de 2012, cuando fueron asesinadas 26 personas, 20 de ellas niños, y la de Virginia Tech en abril de 2007, donde la cifra de muertos ascendió hasta 32.
El Umpqua Community College, escenario del tiroteo de este jueves, es un centro de formación profesional en la localidad de Roseburg, a unos 300 kilómetros al sur de Portland. Tenía 13.600 estudiantes el año pasado. El último incidente con estudiantes en este estado del noroeste fue en junio de 2014, cuando un adolescente mató a un estudiante en los vestuarios del instituto Reynolds de Troutdale (Oregón). También hería a un profesor de gimnasia que estaba en ese momento en el lugar y que fue quien dio la voz de alarma. El tirador se suicidó después.
El tiroteo masivo en Estados Unidos más reciente con tantas víctimas fue el del pasado mes de junio en Charleston (Carolina del Sur), donde un joven supremacista blanco entró en una iglesia de la comunidad negra y mató a tiros a nueve personas durante el rezo. El impacto del suceso provocó la retirada de símbolos racistas en el estado sureño y un debate nacional sobre el racismo. Sin embargo, las llamadas del presidente Barack Obama a trabajar en una nueva regulación sobre la posesión de armas no han llevado a ningún avance.
“En algún momento, este país deberá enfrentarse al hecho de que este tipo de violencia masiva no ocurre en otros países avanzados”, dijo entonces Obama. Estados Unidos tiene prácticamente un arma por habitante en circulación. El índice de muertos por armas de fuego es de 2,97 por cada 100.000 habitantes, más del triple que en Turquía o Italia, por ejemplo.
En diciembre de 2012, la matanza en una escuela infantil Sandy Hook, en Connecticut, acabó con la vida de una veintena de niños y seis de sus profesores. Desde entonces, ha habido otros 137 tiroteos en centros escolares y universidades de Estados Unidos.
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