Un tribunal deja en libertad a las 14 mujeres condenadas a prisión por protestar a favor de Mursi
Las 14 mujeres condenadas a once años y un mes de cárcel por participar en una protesta en favor del derrocado Mohamed Mursi ya están en libertad. Un tribunal de Apelaciones de Alejandría ha reducido este sábado su abultada pena inicial a una sentencia suspendida de un año de prisión. Tras un mes entre rejas y una primera sentencia denunciada por organizaciones de derechos humanos locales e internacionales, las mujeres abandonan el presidio convertidas en un símbolo contra el golpe de Estado.
La corte de la segunda ciudad del país también ha suavizado la condena contra las otras siete jóvenes entre 15 y 18 años de edad que fueron condenadas en el mismo proceso a permanecer en un centro de menores hasta la mayoría de edad, momento en el que sería revisada su pena. Los magistrados les imponen ahora tres meses de libertad condicional.
Después del recurso presentado por sus abogados, las 21 mujeres han vuelto a comparecer este sábado en el tribunal ataviadas con un "jemar" blanco (velo que llega hasta la cintura) y confinadas en una jaula. Han portado una rosa y en la palma de sus manos han llevado escrito "libertad".
El pasado 27 de noviembre un tribunal de delitos menores de Alejandría dictó contra ellas un veredicto desproporcionado, denunciado por organizaciones de derechos humanos locales e internacionales. Las catorce que habían alcanzado la mayoría de edad fueron condenadas a once años y un mes de cárcel. Las siete restantes, con edades comprendidas entre los 15 y 17 años, fueron trasladadas un centro de menores. La pena sería revisada cuando alcanzasen los 18.
Las 21 mujeres, miembros del movimiento "Siete de la mañana"establecido tras el derrocamiento de Mursi el pasado 3 de julio, fueron acusadas de participar en una protesta ilegal, bloquear calles, dañar la propiedad privada, instigar a la violencia o estar en posesión de armas. El veredicto levantó tal polvareda que la presidencia interina del país señaló públicamente que estudiaría la posibilidad de conceder un indulto en el caso de que la sentencia inicial fuera ratificada.
La reducción de una condena tildada de "política" por organizaciones como Human Rights Watch coincide este sábado con la absolución dictada por un tribunal egipcio de 155 manifestantes islamistas que participaron en las marchas del pasado 6 de octubre, durante la celebración del sexagésimo aniversario de la guerra árabe-israelí de 1973. Aquel día los enfrentamientos entre los partidarios de Mursi y las fuerzas de seguridad se cobraron medio centenar de vidas.
Desde la asonada, la represión contra los Hermanos Musulmanes y sus aliados se ha saldado con más de un millar de muertos. Además, varios miles de partidarios -incluido sus dirigentes- han sido encarcelados. La justicia ha ilegalizado a la cofradía y empujado a su malherida organización hacia la clandestinidad. A pesar de la acción de policía y ejército, los islamistas mantienen el pulso en la calle con manifestaciones diarias. Ayer, en las habituales marchas de los viernes, 73 partidarios de Mursi fueron detenidos, según el ministerio del Interior.
Seis meses después del ocaso de Mursi, la contestación también crece entre los activistas no islamistas que censuran la deriva del gobierno designado por los militares. El presidente interino Adli Mansur ratificó a finales de noviembre una ley que restringe el derecho de manifestación pacífica. La norma ha enfurecido a los jóvenes que gestaron el levantamiento contra Hosni Mubarak en 2011.
En plena escaldada de protestas, el comité constitucional aprobó el pasado domingo una nueva Carta Magna que protege los privilegios de las fuerzas armadas y abre la puerta a modificar el calendario electoral con la celebración de las elecciones presidenciales antes de las parlamentarias, como estableció la hoja de ruta diseñada en julio. El presidente interino, que recibió el texto el pasado martes, no ha convocado aún el referéndum.
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