Un pasajero alerta a través de la radio de la embarcación de que van "sin tripulación"
La misma historia dramática que se repite. Esta vez el buque de carga Ezadeen lleva bandera de Sierra Leona. A bordo viajaban este viernes unos 400 inmigrantes clandestinos, entre ellos, medio centenar de mujeres y niños, abandonados a su suerte por la tripulación que dejó la embarcación rumbo a las costas italianas.
La Guardia Costera recibió la alarma el jueves a última hora de la tarde cuando el carguero —de 73 metros de eslora— estaba, con los motores apagados por la falta de combustible, a 40 millas náuticas del Cabo de Santa Maria di Leuca (Lecce, sur de Italia). Debido a las malas condiciones meteorológicas, el comando romano del Centro de Socorro de la Guardia Costera movilizó un helicóptero HH-139 de la Aeronáutica militar de Giogia del Colle (Bari) desde el que seis oficiales italianos consiguieron acceder a la nave y tomar el control del buque. “De haber seguido a la deriva, el carguero habría terminado estrellándose contra las rocas de las costa”, confirmaba a EL PAÍS el capitán Filippo Marini, portavoz de la Capitanería del Puerto. “El buque está siendo ahora remolcado por la patrullera islandesa Tyr dentro del marco de la operación Tritón —coordinada por la agencia europea para la gestión de fronteras Frontex— hacia el puerto de Corigliano Calabro (provincia de Cosenza, Calabria), donde está previsto que llegue hacia las diez de esta noche”.
Un suceso que reproduce lo ocurrido hace solo dos días en la misma zona, cuando otro buque mercante, esta vez de bandera moldava, el Blue Sky M., lanzaba frente a la isla griega de Corfú un SOS a la Guardia Costera griega e italiana advirtiendo de la presencia —más tarde desmentida— de hombres armados a bordo de la nave y de cientos de inmigrantes en peligro, sin agua ni comida. Cerca de 700 personas, casi todos ellos de origen sirio, pudieron desembarcar en el puerto de Gallipoli (en Salento, Puglia) ya de madrugada gracias a que, en pleno temporal en el Adriático y con la tragedia del ferri italiano Norman Atlantic abriendo los informativos, otros seis militares de la Guardia Costera italiana se descolgaban desde dos helicópteros de la Marina militar y de la Aeronáutica militar para hacerse con el control de la embarcación que se dirigía, con el piloto automático activado y sin tripulación a bordo, hacia las costas italianas.
Era el último episodio de lo que ya se ha bautizado como l’annus horribilisde la inmigración clandestina en Italia: durante el año 2014 han desembarcado en el país, según cifras del Ministerio del Interior, cerca de 170.000 inmigrantes. Y el año pasado por primera vez el número de refugiados que solicitaron asilo político era de casi la mitad de la cifra total de inmigrantes llegados por mar a Italia, puerta de Europa para la mayoría de ellos.
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