jueves, 15 de enero de 2015

'México es la Hidra de mil cabezas'


'París D.F.' de Roberto Wong, la primera novela ganadora del Premio Dos Passos, es un juego de mapas superpuestos y de lo real y lo ficticio en un México plagado de sexo y violencia


El escritor Roberto Wong. GALAXIA GUTENBERG

¿Qué pasaría si se doblase el mapa de París sobre el de México DF? ¿Si se hiciesen coincidir dos ciudades tan distintas? Algo así es lo que se preguntó Roberto Wong con su novela 'París D.F.'(Galaxia Gutenberg). "La idea me llegó como una epifanía", asegura el escritor mexicano ganador del Premio a la Primera Novela Dos Passos. La imagen apareció cuando regresaba a México de su viaje a París donde rastreó los pasos de Hemingway y la Generación Perdida.
'París D.F.' es, ante todo, un juego con el lector. La vida de Arturo, el protagonista, cambia radicalmente a partir del atraco a la farmacia en la que trabaja. Un hombre es asesinado y cae a sus pies. Es entonces cuando México se convierte en la ciudad del hastío de Arturo y París está allí, en el horizonte, como el sueño idealizado. Los capítulos se entremezclan y el lector se pregunta si ese Distrito Federal que rodea a Arturo, lleno de violencia y sexo, sólo existe en la imaginación del protagonista.
"La memoria no es más que una forma de ficción. Cuando el protagonista recuerda su pasado está reinventando, intentando 'resignificar' sus días", afirma Wong. El escritor asegura que el personaje que salió al golpear las teclas de su ordenador "tiene mis obsesiones, pero elevadas a la enésima potencia". Arturo y su creador coinciden en esa intención de "ensanchar los días e intentar hacer más grande la vida, hacer que sea un poco más de lo que es". Y mientras el protagonista de 'París D.F.' lo busca en ese París imaginario, Wong lo hace a través de la literatura, "como lector y, ahora, como escritor".
Antes de que su historia cambiase, Wong no era más que un escritor a la sombra. Publicaba algunos textos en internet mientras guardaba en el cajón algunos relatos cortos. Su pasión literaria la compaginaba con su trabajo en San Francisco en márketing digital. "¿Quién era antes de todo esto?", se pregunta, "nadie". "Pero aun así la literatura no es sólo eso que llega en forma de libro, también es ese otro mundo de escritores desconocidos como yo". Wong cursó algunos talleres de escritura creativa en los que "todos juntábamos nuestras ansiedades. Porque cuando eres escritor estás totalmente sólo frente a una página en blanco", afirma.
Portada de la novela 'París D.F.'

Mujeres y delirio

La novela de Wong es también undesfile de mujeres que se pasean delante del protagonista. Cada una cumple un cometido. Nadia es el personaje idealizado, "La Maga de Horacio o la Nadja de Breton", Noemí es "lo terrenal y lo real" y Gema funciona como "contrapeso a todas estos deseos del personaje y le ayudan a mantenerse en sintonía con la realidad".
Y a través de los ojos de Arturo el lector conoce una ciudad grotesca, ridícula y violenta. ¿Es la ciudad de México como la que retrata Wong? "México es una Hidra con mil cabezas", explica, "cualquier ciudad es un ejercicio de supervivencia, las ciudades son hogares en los que constantemente sentimos que vamos a ser aplastados. Cuestiones como Charlie Hebdo son un encuentro de 'otredades', son la incapacidad del ser humano de entenderse con el otro. No hay nada más difícil que entender al otro", concluye.
'París D.F.' fue elegida por unanimidad por el jurado del nuevo Premio Dos Passos a la primera novela conformado por los escritores Susana Fortes, Javier Goñi, Andrés Ibáñez, Antonio Iturbe, Antonio Orejudo, Emma Rodríguez y Marta Sanz. Todos ellos destacaron de la novela "la manera de utilizar el lenguaje coloquial mexicano, las imágenes y el lirismo que se impregna en alguno de los párrafos".
Roberto Wong tiene más proyectos en mente para futuras novelas. No quiere ir deprisa pues "el arte es largo, la experiencia es difícil y la lección es complicada". El 14 de enero, 'París D.F.' llega a las librerías. "Cuando quieres ser escritor es porque te das cuenta de que las cosas se pierden para siempre y quieres recuperarlas y porque pretendes ser igual que ese texto que leíste y te partió en dos".

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