Terroristas de Estado Islámico han tomado este campo de refugiados de Damasco que está siendo bombardeado por el Ejército
«Nunca la situación en Yarmuk ha sido tan desesperada como ahora», aseguró la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos. Los combates en este campamento al sur de Damasco entre el Estado Islámico (EI), que penetró en el lugar a mediados de la semana pasada, y milicias palestinas afines a Hamás, han provocado la huida de al menos dos mil personas el pasado fin de semana. Varios miles más, sin embargo, permanecen atrapados en el interior.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha expresado una «gran preocupación» por la grave situación de los 18.000 civiles atrapadosen el campamento y ha instado a las partes en conflicto en Siria a proteger a los civiles y a garantizar el acceso de la ayuda humanitaria a la zona.
Mientras, la aviación del Ejército sirio sigue bombardeandoalgunas zonas del campo, informa Efe citando a activistas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que helicópteros del régimen lanzaron seis barriles de explosivos en las calles Nuh, Mansura y Oruba, cerca del Cementerio de los Mártires.
«Hombres, mujeres y niños, sirios y palestinos por igual, permanecen aterrados en sus hogares, desesperados ante la inseguridad, la falta de alimentos y de agua, y profundamente preocupados ante los graves peligros que aún pueden sufrir si continúan las hostilidades», afirmó la mencionada agencia. «No hay comida, no hay agua, y apenas hay medicinas», explicó su portavoz, Chris Gunness.
Según los representantes de varias organizaciones políticas palestinas, elEstado Islámico controla entre un 80 y un 90 % de este campode refugiados. Desde el miércoles, la milicia palestina Aknaf Beit Al Maqdish, cercana a Hamás, combate encarnizadamente a los yihadistas, reforzada desde ayer por combatientes de los grupos Levante del Profeta y Ejército de Ababil. Por su parte, el ejército regular siriomantiene rodeado el campamento, que bombardea regularmente desde el aire con barriles explosivos.
Se desconoce el número de víctimas, pero el Observatorio Sirio de Derechos Humanos asegura que al menos 33 personas han muerto desde el inicio de los combates. Otras 25 heridos pudieron ser evacuados esta semana junto con el resto de desplazados, a través de un pasillo de seguridad controlado por las tropas gubernamentales sirias.
Lugar neutral
«Pedimos que los atacantes detengan las muertes inmediatamente. Yarmuk tiene que ser un lugar neutral, alejado de la locura de la guerra», reclamó ayer Mohamed Faray Al Gul, antiguo ministro de justicia de Hamás, al tiempo que demandó una intervención internacional para «detener la matanza». Antes del inicio de la guerra en Siria, este campo alojaba a más de 100.000 refugiados palestinos, en su mayoría llegados al país en la primera oleada de 1948, tras la creación del estado de Israel. En 2012, milicias sirias y palestinas opuestas al régimen de Bashar Al Assad se hicieron con su control, y desde entonces el lugar ha sufrido las represalias del ejército gubernamental, lo que ha provocado un éxodo continuo que apenas había dejado a unos 12.000 residentes al estallido de la actual crisis la semana pasada.
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