Los trabajadores alegan que los abogados que gestionaron los derechos de libros, películas y series basados en su historia los presionaron "para firmar contratos"
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No terminan de cerrarse las cicatrices de los 33 mineros de Chile que quedaron sepultados bajo tierra en 2010. "Nuestros derechos han sido vulnerados por los abogados que nos estaban asesorando", se queja a EFE Luis Urzúa, portavoz de los trabajadores accidentados. Después de su rescate, los mineros vendieron los derechos para contar su historia mediante libros, películas y series de televisión. Ahora, nueve de ellos se han querellado contra los abogados que los representaron entonces, Remberto Valdés y Fernando García. Entre las irregularidades que les atribuyen, se encuentran "presiones para firmar contratos de cesión de derechos y el engaño de hacerles creer que serían los mismos mineros los controladores de las sociedades".
Entre los proyectos que germinaron aquellos contratos está Los 33, película protagonizada por Antonio Banderas. Pero nueve de los mineros no están satisfechos con la gestión de los derechos de su accidente. "Los contratos que firmamos no eran como los abogados decían, por ejemplo, de 150 millones de dólares que llegaron a la sociedad, nosotros recibimos solo un 17%", lamenta Urzúa, jefe de turno en el momento del siniestro. Las sospechas de las supuestas irregularidades asomaron ya en 2010, cuando los mineros revisaron los contratos. "No había ningún derecho para nosotros, todo el dinero iba para los abogados", recuerda Urzúa.
La tragedia de los 33 mineros conmocionó al mundo cuando, el 5 de agosto de 2010, mientras trabajaban en una mina de la ciudad chilena de Copiapó, las galerías se vinieron abajo y quedaron sepultados a 700 metros bajo tierra. Después de 70 días de una compleja operación de rescate, todos consiguieron salir con vida."Que esto no vuelva a pasar", exclamó entonces Urzúa.
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