Un ataque de las FARC a un oleoducto provoca un vertido de crudo y deja sin agua a cerca de 16.000 personas
Cuatro militares colombianos han muerto y otros cuatro, entre ellos un suboficial, han resultado heridos este miércoles en una zona rural de El Caguán, en el departamento de Caquetá, al sur del país. Los militares cayeron en una zona minada por la guerrilla de las FARC, según confirmó el Ejército
A través de un comunicado, el Comando de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega aseguró que los militares de la Brigada Móvil 22 murieron “tras la activación de un área preparada con explosivos, instalados por terroristas del Frente 63 del Bloque Sur de las FARC”.
El texto asegura que las víctimas realizaban labores de registro y control en la zona. El Ejército desplegó operaciones para tratar de localizar a los responsables de la matanza, al mismo tiempo que artificieros peinaban la zona para descartar que hubiesen “más trampas mortales”.
Desde que las FARC decidiesen romper el alto el fuego unilateral el pasado 23 de mayo, la ola de atentados de la guerrilla ha incrementado con el paso de los días. A la muerte de militares y policías se suman los continuos ataques a infraestructuras, que han llegado a dejar sin luz a miles de personas. Uno de los departamentos afectados la semana pasada fue precisamente el de Caquetá, donde han muerto los cuatro militares, después de que la guerrilla dinamitada una torre de interconexión eléctrica de la región.
Otro ataque, al oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 780 kilómetros, en la zona de Tibú, en el departamento Norte de Santander, al nordeste del país, ha dejado sin servicio de agua a unas 16.000 personas. Las autoridades decidieron suspender el suministro ante la contaminación que registraba el río Catatumbo, a donde fue a parar el vertido de crudo tras el ataque.
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