La policía italiana ha comenzado a desalojar esta mañana a las decenas de inmigrantes africanos que desde hace días permanecen bloqueados sobre las rocas del llamado Puente de San Ludovico, en Ventimiglia, una localidad situada en la frontera entre Italia y Francia. Los inmigrantes han pasado su quinta noche acampados en este punto y se negaban a abandonarlo hasta que París accediera a dejarlos pasar.
Uno a uno, los agentes han ido retirando a los hombres y mujeres del paseo marítimo en el que se encontraban. Muchos de ellos han tratado de impedirlo cruzándose de brazos y tumbándose en el suelo para evitar la movilización. Las autoridades les han hecho subir a un autobús de la Cruz Roja para acompañarles a la estación de Ventimiglia, donde recibirán comida y asistencia médica, de acuerdo con fuentes policiales citadas por Reuters.
Procedentes de Somalia, Eritrea y Etiopía, el centenar de acampados protestaba ante la decisión de Francia de impedirles el paso. París, por su parte, se defiende argumentando que las personas que llegan a territorio italiano son responsabilidad de Italia.
Cerca de este punto, en la estación de Ventimiglia, duerme también desde hace días otro centenar de inmigrantes, bloqueados por la decisión gala.
"No tenemos ayuda ni esperanza", asegura Mustafari, uno de los hombres que espera en el borde.
Condiciones infrahumanas
Los medios de comunicación italianos destacaban esta mañana las condiciones infrahumanas en las que se encuentran estas personas, que para continuar su protesta se ven obligadas a lavarse con agua del mar, a afeitarse entre los escollos y que empiezan a tenerheridas y yagas en la espalda y las piernas.
Duermen sólo con la protección de una mantas isotérmicas, a pesar del fuerte viento y la lluvia de estos días y siguen mostrando carteles en inglés: "Necesitamos pasar".
El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, aseguró ayer que su país no ha suspendido el espacio Schengen de libre tránsito ni ha cerrado su frontera con Italia, sino que sencillamente se ha limitado a aplicar controles más férreos. Cazeneuve agregó que los inmigrantes no van a pasar y que se tiene que ocupar de ellos Italia, como dictan las leyes europeas.
Estos inmigrantes explican que no quieren quedarse en el país, ya que su destino es Francia, donde viven sus familias. Tramitar cualquier tipo de papeleo, como peticiones de asilo, significaría no poder abandonar Italia.
En la frontera italiana para acceder a Niza, camionetas y agentes de la Gendarmería impiden el paso a todos los inmigrantes africanos.
Italia ha protestado ante esta situación y el eurodiputado italianoBrando Benifei presentó una pregunta parlamentaria a la Comisión Europea para pedir explicaciones sobre si Francia estaba violando el tratado de libre circulación de Schengen.
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