miércoles, 15 de enero de 2014

La Escalera de Selarón, una joya en el corazón de Río de Janeiro

    Una de las joyas que esconde Río de Janeiro es la Escalera de Selarón, conocida también como la Escalera del Convento de Santa Teresa. Situada en el decadente barrio de Lapa, es una colorida escalera de 125 metros de longitud y distribuida en 215 escalones que han sido recubiertos en su parte frontal por azulejos procedentes de todas las partes del mundo. Realizada durante años por el artista chileno Jorge Selarón, autor que da nombre a su obra. Sus bellos escalones unen el barrio de Lapa con el Convento de Santa Teresa.




CÓMO LLEGAR A LA ESCALERA DE SELARÓN

Para llegar al barrio de Lapa tenemos la opción de los omnibus, 2,75 reales sin aire acondicionado o 2,85 con aire acondicionado. Aunque os aconsejamos visitar primero el centro histórico, al que se puede llegar en omnibus o en metro bajando en la parada Cinelandia  y continuar luego la visita en Lapa.
Después de visitar la Catedral Metropolitana con su forma de cono característica, se puede continuar hasta Lapa, ya que a pocos metros del templo se hallan los Arcos de Lapa, conocidos popularmente porque hasta hace poco tiempo circulaba por encima el  bonde, un pintoresco tranvía que acercaba a locales y turistas hasta las empedradas calles del bohemio barrio de Santa Teresa, formando una típica estampa que desafortunadamente ha desaparecido, un fatal accidente acabo con el icono de Santa Teresa, dejando un poco huérfanos a los Arcos. Situándonos en los Arcos de Lapa, la opción más segura, según nos aconsejaron unos policías, nos es seguir de frente por la callejuela que sube hasta Santa Teresa y que se encuentra pegada a los Arcos, si no bordear la amplia plaza y girar a la derecha, caminando unos metros desembocamos en el inicio de la monumental escalera al final de la rua Teotonio Regadas.





EL SIGNIFICADO DE LA ESCALERA DE SELARÓN

 En un panel de  azulejos, el propio Selarón explica el significado de la escalera, a la cual califica de A Grande Loucura. Todo comenzó en 1990 cuando Jorge Selarón quiso homenajear al pueblo brasileño que tan bien le había acogido, revistiendo la escalera con azulejos  utilizando para ello los colores de la bandera de Brasil, verde, azul y amarilla. En 1998 cuando la escalera ya estaba casi finalizada, descubrió una tienda donde vendían azulejos europeos antiguos y así comenzó a completar su obra con azulejos de todo el mundo, muchos de ellos son aportaciones de particulares, formando en la actualidad un mosaico de más de dos mil azulejos  que dan vida a la escalera. Hoy en día la escalera de Selarón se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Río de Janeiro y  que por su singularidad merece la pena visitar el barrio de Lapa.





ASCENDIENDO POR LA ESCALERA DEL CONVENTO DE SANTA TERESA

Cuando nos fuimos acercando a las proximidades de la escalera lo que pudimos distinguir es un fondo multicolor, que según nos aproximamos iba tomando forma hasta que nos encontramos delante de la escalera. En su inicio y en el lateral derecho, se sitúa  un impresionante mural con forma piramidal, realizado entre 2005 y 2006, recubierto de azulejos de color rojo y que representa a la bahía de Guanabara y coronado en lo más alto por una inscripción "Brasil eu te amo, Selaron". Fuimos ascendiendo peldaño a peldaño, con parsimonia, descubriendo esta alfombra colorista compuesta de azulejos enviados de todos los rincones del mundo, utilizando como fondo los tres colores de la bandera de Brasil e intentando descubrir en nuestro recorrido la procedencia de los curiosos azulejos que quedaban a nuestro paso.



  Más de dos mil azulejos componen la genial obra, procedentes de más de sesenta países, una explosión de color y alegría. En las paredes que trepan hasta las residencias colindantes a la genial escalera también se puede admirar los diferentes azulejos. En el último tramo de la escalera nos encontramos con una impresionante bandera de Brasil   cómo no también realizada con azulejos. Y así llegamos al final de la escalera, nos hubiese gustado continuar caminando hasta el barrio de Santa Teresa, sus calles empedradas y descubrir su carácter bohemio, pero es poco recomendable caminar por el barrio al atardecer, según nos aconsejaron, varias son las favelas que cuelgan del morro y la prudencia nos hizo desistir de la idea, además de la presencia de coches de polícia que cierran la entrada y salida de la escalera, para de esta forma proteger a los visitantes.



El reconocimiento a su gran labor llegó en el año 2005 cuando la ciudad de Río le otorgó el título de  ciudadano honorario del Municipio de Río de Janeiro. Jorge Selarón que concebía su obra como viva y mutante, cambiando continuamente los azulejos, acostumbraba a trabajar todas las mañanas en la escalera, charlando amistosamente con los viajeros que se acercaban a visitar la Escalera, pero el 10 de enero de 2013 apareció muerto en extrañas circunstancias a los pies de su increíble obra, que perdurará para siempre como una de las joyas en el corazón de Río de Janeiro.



Tomado de: www.elmundoatuspies

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