La región no es la que más produce gases de efecto invernadero, pero es una de las que corre más riesgos climáticos
La represa Cantareira, en Bragança Paulista, bajo mínimos. / VICTOR MORIYAMA
Las enfermedades endémicas recrudecen, los desastres naturales son el pan de cada día pero los alimentos no llegan a la mesa. No es producto de la imaginación de productores de Hollywood sino de proyecciones científicas, que hablan de una Latinoamérica mucho más caliente si persiste el nivel de emisiones de gases dañinos.
Los impactos son severos, según afirma el informe Bajemos la temperatura del Banco Mundial. La región corre el peligro de ver desaparecer algunas de sus bellezas naturales más preciadas, como los glaciares andinos, las playas del Caribe o la selva amazónica. Y también sus recursos naturales: más de 50% de la pesca en el Caribe, como consecuencia de la acidificación de los océanos. Y la salud humana también está en el tapete: con 4ºC grados más, los casos de dengue aumentarían un 40% en México, por ejemplo.
Asimismo, se prevé un impacto severo sobre las actividades económicas, poniéndose en riesgo las ganancias económicas y sociales de la región, que en la última década lograron sacar a millones de la pobreza y provocaron un aumento sin precedentes de su clase media.
Sin una reducción drástica en la emisión de gases de efecto invernadero, se prevé que a finales de siglo la temperatura promedio del planeta sea 4ºC más alta, y ya se están comenzando a padecer sus efectos. Esta infografía muestra las principales consecuencias de este fenómeno y delinea algunas acciones que podrían tomar los gobiernos para hacerle frente.
Stacy Morford es Editora Online del Banco Mundial
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