Una vez más, en la dura historia del hombre, la poesía parece como la espuma de las alas, rompe contra la barbarie e invade con sus densos sumos los corazones cansados. Un pueblo más que, nunca habitado por la esperanza, encuentra en estos poemas la voz y la cifra y la clave de hoy y del mañana; del fondo de las cárceles clandestinamente mucho de lo que aquí es prueba de una libertad indomable, del fracaso del horror contra la vida. Estos poemas tienen la simple y clara autenticidad que el pueblo sabe infundir a su protesta y a su combate. Yo los veo como esas humildes arpilleras bordadas por las mujeres chilenas y en las que la tragedia de madres, hijas y esposas brota desde pedazos de trapos, hilos de colores, paisajes inocentes, y al pie de frases como: “Sergio Reyes y Modesto Espinoza ¿Adónde los tienen?”
O la visión nocturna de una aldea con muchos buscando en los tachos de basura un poco de comida, un pueblo vejado que se niega a agachar para siempre la cabeza, libro de imágenes los cantos y las músicas de la resistencia, libro de imágenes esta antología de poemas saliendo de Chile por las vías de la noche, para que compañeros lejanos los aprendan y los impriman y los difundan en el mundo.
Nada de esto se perderá. La libertad no es un sueño: el día en que irrumpa en plena calle, lo hará con la fuerza y la belleza que le dan estos poemas, el sonido de las canciones y el color de las arpilleras. Nada de todo esto se perderá; ya está presente en el futuro de su pueblo.”
“En
el año´73 Raúl Silva-Cáceres, un crítico y poeta chileno, era
agregado cultural en París. Después del golpe de Pinochet,
Silva-Cáceres compiló estos poemas para publicarlos en Europa
porque no se podían publicar en Chile, pero nunca logró hacerlo”,
según lo expresado po Alexis Vega Bueno -uno de los creadores
de Signo
Editorial que
publicó la antología.
Pero Silva-Cáceres nunca se
deshizo de los textos y le envió una cajita con todos los poemas a
su amigo el escritor Edgardo Mardones. Vega Bueno, compañero de
ajedrez de Mardones, junto al autor Jorge Calvo decidieron poner
manos a la obra y publicar finalmente el libro.
O la visión nocturna de una aldea con muchos buscando en los tachos de basura un poco de comida, un pueblo vejado que se niega a agachar para siempre la cabeza, libro de imágenes los cantos y las músicas de la resistencia, libro de imágenes esta antología de poemas saliendo de Chile por las vías de la noche, para que compañeros lejanos los aprendan y los impriman y los difundan en el mundo.
Nada de esto se perderá. La libertad no es un sueño: el día en que irrumpa en plena calle, lo hará con la fuerza y la belleza que le dan estos poemas, el sonido de las canciones y el color de las arpilleras. Nada de todo esto se perderá; ya está presente en el futuro de su pueblo.”
Pero Silva-Cáceres nunca se deshizo de los textos y le envió una cajita con todos los poemas a su amigo el escritor Edgardo Mardones. Vega Bueno, compañero de ajedrez de Mardones, junto al autor Jorge Calvo decidieron poner manos a la obra y publicar finalmente el libro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario