martes, 16 de julio de 2013

Homenaje a Vinicius de Moraes (Entrevista a Toquinho)

"Era una novedad rítmica que impresionaba al punto de alegrar y sorprender al mismo tiempo, en el buen sentido, por supuesto. Ese ritmo innovador de la guitarra terminó siendo la marca registrada de la Bossa Nova".


"Creo que la matriz de la buena música brasileña es la tradicional samba. Pero la Bossa Nova se basa en la versión transformadora de esta matriz".

“La Bossa Nova está constantemente presente y es parte de nuestra vida cotidiana, independientemente de las fechas o celebraciones”, así se manifestó Toquinho –en su infancia su madre lo llamaba “toquinho da gente” y desde ese entonces siguió con el apodo–.

Antonio Pecci Filho es un popular guitarrista y cantautor brasileño, nacido en San Pablo en 1946. Con 14 años y un temprano interés por la guitarra comenzó a tomar clases y con el tiempo supo encantar al mundo entero con su extensa obra.

¿Coincide con la teoría de que la Bossa Nova es la matriz de toda la buena música de Brasil?

Creo que la matriz de la buena música brasileña es la tradicional samba. Pero la Bossa Nova se basa en la versión transformadora de esta matriz, innovando de optimismo y juventud, tanto en el ritmo como en la poesía y la melodía.

Se dice que “Chega de Saudade” es el tema que inaugura con la Bossa Nova, ¿usted opina lo mismo?


En realidad la marca de Bossa Nova en "Chega de Saudade" se revela en la armonía, las inversiones de acordes, poco utilizadas por los músicos de la época. Más importante aún, el nuevo ritmo de la guitarra de João Gilberto. Era una novedad rítmica que impresionaba al punto de alegrar y sorprender al mismo tiempo, en el buen sentido, por supuesto. Ese ritmo innovador de la guitarra terminó siendo la marca registrada de la Bossa Nova.


Cómo se elige el repertorio?


No es tan difícil para quien posee una obra de cerca de 350 canciones. Generalmente hago una retrospectiva de mi carrera, en honor a los principales compañeros y algunos eternos ídolos que, afortunadamente, se han convertido en mis amigos.

Homenaje a Vinicius de Moraes

Gran amigo y eterno colaborador de Vinicius, Toquinho tocó clásicos como: “Garota de Ipanema”, “Eu sei que vou te amar” y “A tonga da mironga du kabulete”, entre tantos otros.

Ellos se conocieron en 1970 y desde ese entonces encantaron a Brasil y al mundo con una productividad constante: crearon cerca de 120 canciones y realizaron más de 1.000 actuaciones en escenarios brasileños, europeos y latinoamericanos.La unión Vinicius-Toquinho duró 11 años y casi 30 discos, pero su amistad y su música el resto de sus vidas. Vinicius componía las letras y Toquinho la música y a veces los textos. Fue una relación cómplice, una dependencia mutua, fructífera y divertida. Por todas estas razones Toquinho es, sin duda, el artista ideal para homenajear a Vincius, además de ser el único músico de su generación que compuso con él.

¿Recuerda cuándo conoció a Vinicius de Moraes?

Antes de comenzar a trabajar con Vinicius ya nos habíamos visto pocas veces, sólo de pasada. Comencé a conocerlo durante nuestras presentaciones en La Fusa, de Buenos Aires, en 1970, junto a Maria Creuza. De ahí, la amistad creció, propiciando nuestra larga asociación.

En algún momento Vincius declaró que los 70 fueron de los mejores años de su vida. ¿Usted qué recuerdos conserva de aquellos tiempos?

La vida de Vinicius estuvo repleta de grandes momentos en todas sus fases. A partir de 1970, casualmente cuando comenzamos a trabajar juntos, él se convirtió en una persona más despojada, lejos de los puntos de atraque de la diplomacia, casado con una mujer bahiana que lo acercó aún más a Bahia. Y me tenía como compañero, acompañando y usufructuando mi juventud, volviendo a componer, grabar discos y viajar mucho, haciendo éxitos y sintiendo el sabor del acercamiento con el público, siendo siempre el centro de la mayor atención, cosa que le gustaba mucho.

El intercambio con artistas es un rasgo característico de su carrera. ¿Cuáles fueron las ventajas de colaborar con Vincius quien lo reconoció como uno de sus grandes amigos?

Vinicius de Moraes fue, sin duda, un hito tanto en mi carrera como en mi vida personal. Aprendí mucho con él. No se podía no aprender, su sabiduría era envolvente. Él me enseñó, inclusive, a ser simple musicalmente y a no tener miedo del lugar común, además de la experiencia de cómo manejar un espectáculo, aprovechando los factores positivos que un escenario puede contribuir para la evolución de un artista.

por Lucrecia Melcior

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