Alejandra Martins
BBC Mundo
Desde adolescentes en Ciudad de México hasta niños de un orfanato en Mongolia. Desde estudiantes en Brasil hasta los hijos de Bill Gates en Estados Unidos.
Todos se cuentan entre los usuarios de un programa de lecciones en internet que está revolucionando la educación tradicional y ya tiene adeptos en más de 200 países.
Khan Academy, el sitio de cursos gratuitos en video fundado por el estadounidense Salman Khan, superó los seis millones de usuarios únicos al mes, con decenas de millones de visitas a sus cerca de 4.000 lecciones.
Algunos cursos han sido traducidos por voluntarios a distintos idiomas, pero un acuerdo firmado este año con la Fundación Slim en México y la Fundación Lemann en Brasil permitirá que por primera vez el contenido completo de Khan Academy esté disponible en otros idiomas, además del inglés.
Durante una reciente visita a Londres, Khan le dijo a BBC Mundo que su misión es ofrecer "una educación gratis, de nivel mundial, para cualquier persona, en cualquier parte".
La academia creció a partir de una necesidad muy concreta, cuando Khan quiso ayudar a su prima adolescente que tenía dificultades con matemáticas.
El exanalista financiero graduado de los prestigiosos Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y Universidad de Harvard jamás imaginó que esos inicios humildes acabarían en un proyecto que le mereció ser incluido el año pasado por la revista Time en su lista de las cien personas más influyentes del planeta.
Todo comenzó con Nadia
En 2004 Salman Khan, hijo de inmigrantes de India y Bangladesh, trabajaba en Boston como analista de finanzas cuando recibió la visita de sus tíos y primos, aún residentes en su Louisiana natal.
Nadia, de 13 años, tenía problemas con matemáticas y su primo mayor ofreció darle lecciones a distancia, bien por teléfono o bien con documentos compartidos en internet.
Cuando otros niños en la familia pidieron una ayuda similar y Khan comenzó a dedicar cada vez más tiempo a sus alumnos, un amigo le sugirió grabar las clases y colocarlas en Youtube.
Para sorpresa de Khan comenzaron a llegar mensajes de agradecimiento de usuarios inesperados, desde la madre de un niño autista que progresaba con las lecciones online, hasta adultos que ingresaron a la universidad después de abandonar sus estudios y una niña en un orfanato de Mongolia en el que ingenieros voluntarios habían instalado computadoras.
En 2009 Khan decidió abandonar su trabajo para dedicarse a las lecciones. Con escasos fondos, el joven recibió la visita de una filántropa estadounidense, Ann Doerr, quien donó al proyecto los primeros US$100.000. Poco después Bill Gates mencionó en el Festival de Ideas de 2010 en Aspen que usaba los cursos de Khan Academy para enseñar a sus hijos.
Algunos cursos han sido traducidos por voluntarios a distintos idiomas, pero un acuerdo firmado este año con la Fundación Slim en México y la Fundación Lemann en Brasil permitirá que por primera vez el contenido completo de Khan Academy esté disponible en otros idiomas, además del inglés.
BBC Mundo
Desde adolescentes en Ciudad de México hasta niños de un orfanato en Mongolia. Desde estudiantes en Brasil hasta los hijos de Bill Gates en Estados Unidos.
Todos se cuentan entre los usuarios de un programa de lecciones en internet que está revolucionando la educación tradicional y ya tiene adeptos en más de 200 países.
Khan Academy, el sitio de cursos gratuitos en video fundado por el estadounidense Salman Khan, superó los seis millones de usuarios únicos al mes, con decenas de millones de visitas a sus cerca de 4.000 lecciones.
Algunos cursos han sido traducidos por voluntarios a distintos idiomas, pero un acuerdo firmado este año con la Fundación Slim en México y la Fundación Lemann en Brasil permitirá que por primera vez el contenido completo de Khan Academy esté disponible en otros idiomas, además del inglés.
Durante una reciente visita a Londres, Khan le dijo a BBC Mundo que su misión es ofrecer "una educación gratis, de nivel mundial, para cualquier persona, en cualquier parte".
La academia creció a partir de una necesidad muy concreta, cuando Khan quiso ayudar a su prima adolescente que tenía dificultades con matemáticas.
El exanalista financiero graduado de los prestigiosos Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y Universidad de Harvard jamás imaginó que esos inicios humildes acabarían en un proyecto que le mereció ser incluido el año pasado por la revista Time en su lista de las cien personas más influyentes del planeta.
Todo comenzó con Nadia
En 2004 Salman Khan, hijo de inmigrantes de India y Bangladesh, trabajaba en Boston como analista de finanzas cuando recibió la visita de sus tíos y primos, aún residentes en su Louisiana natal.
Nadia, de 13 años, tenía problemas con matemáticas y su primo mayor ofreció darle lecciones a distancia, bien por teléfono o bien con documentos compartidos en internet.
Cuando otros niños en la familia pidieron una ayuda similar y Khan comenzó a dedicar cada vez más tiempo a sus alumnos, un amigo le sugirió grabar las clases y colocarlas en Youtube.
Para sorpresa de Khan comenzaron a llegar mensajes de agradecimiento de usuarios inesperados, desde la madre de un niño autista que progresaba con las lecciones online, hasta adultos que ingresaron a la universidad después de abandonar sus estudios y una niña en un orfanato de Mongolia en el que ingenieros voluntarios habían instalado computadoras.
En 2009 Khan decidió abandonar su trabajo para dedicarse a las lecciones. Con escasos fondos, el joven recibió la visita de una filántropa estadounidense, Ann Doerr, quien donó al proyecto los primeros US$100.000. Poco después Bill Gates mencionó en el Festival de Ideas de 2010 en Aspen que usaba los cursos de Khan Academy para enseñar a sus hijos.
Algunos cursos han sido traducidos por voluntarios a distintos idiomas, pero un acuerdo firmado este año con la Fundación Slim en México y la Fundación Lemann en Brasil permitirá que por primera vez el contenido completo de Khan Academy esté disponible en otros idiomas, además del inglés.
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