La Casa Blanca sopesa implicarse de manera más directa en la defensa de la versión de la legislación aprobada en el Senado
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha grabado a lo largo de esta mañana varias entrevistas con televisiones locales que emiten en español para mostrar su apoyo a la reforma migratoria que aprobó el Senado a principios de julio. Con estos encuentros de Obama con los medios hispanos, la Casa Blanca busca dar un nuevo impulso a la ley, tras el rechazo al texto actual de los miembros del Partido Republicano de la Cámara de Representantes, en cuyas manos está el futuro de la legislación.
“El presidente va a conceder varias entrevistas a medios en español en las que volverá a hablar de la necesidad de avanzar en la reforma migratoria”, explicó el lunes el portavoz de la presidencia, Jay Carney. La Casa Blanca ha confirmado que se trata de cuatro cadenas de Dallas, Denver, Los Ángeles y Nueva York. Aunque todavía se desconoce el contenido de los encuentros, Carney avanzó que Obama “defenderá los enormes beneficios de la reforma migratoria, tanto económicos, como ha hecho constatar la Oficina Presupuestaria del Congreso, como los relacionados con las empresas, el Estado de Derecho y la posibilidad de que nuestro país continúe generando ideas innovadoras”.
Durante el proceso de negociación de la legislación en la cámara Alta, la Casa Blanca optó por no involucrarse demasiado y dejar todo el protagonismo a los impulsores de la versión, un grupo bipartito formado por ocho influyentes senadores, para evitar que una excesiva implicación del presidente pudiera ahuyentar los necesarios apoyos de los miembros de la oposición. Sin embargo, ante la posibilidad, confirmada la semana pasada, de que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes pudiera poner trabas a la norma, ha sido más evidente la intención de la Administración de comprometerse de era más directa en la defensa de la legislación.
La semana pasada, coincidiendo con la reunión de los republicanos en la cámara Baja para decidir su postura ante la reforma aprobada en el Senado, la Casa Blanca publicó un documento ilustrando los beneficios económicos de la nueva ley y el presidente se reunía con el caucus de legisladores hispanos -que aglutina a 25 representantes demócratas de origen hispano de la Cámara de Representantes y al senador Bob Menéndez- para recabar su apoyo y compromiso en la defensa del actual texto legal.
En esa reunión Obama insinuó a sus compañeros de partido que sopesaba adoptar un rol más activo, defendiendo la ley a lo largo del país. Una idea que la Casa Blanca asegura que todavía se está sopesando. El senador republicano John McCain y su colega demócrata, Charles Schumer, dos de los promotores de la reforma que se aprobó en el Senado, eludieron hacer comentarios sobre la posibilidad de que el presidente protagonizara una campaña a favor de la legislación. “Creo que él será respetuoso. El objetivo es convencer a los legisladores republicanos”, reconoció McCain, quien aseguró que estaba seguro de que Obama “estaba deseando trabajar con todo el mundo y lograr los acuerdos necesarios”.
No es la primera vez que el presidente defiende la necesidad de aprobar la reforma migratoria ante medios de comunicación hispanos. En marzo de este año, Obama ofreció sendas entrevistas con Univisión y Telemundo, las principales cadenas en español de EE UU, en donde destacó la importancia que para México tendría la nueva legislación. En enero ya había abordado ese mismo tema con ambos canales. Durante la campaña electoral también ofreció entrevistas a cadenas hispanas
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha grabado a lo largo de esta mañana varias entrevistas con televisiones locales que emiten en español para mostrar su apoyo a la reforma migratoria que aprobó el Senado a principios de julio. Con estos encuentros de Obama con los medios hispanos, la Casa Blanca busca dar un nuevo impulso a la ley, tras el rechazo al texto actual de los miembros del Partido Republicano de la Cámara de Representantes, en cuyas manos está el futuro de la legislación.
“El presidente va a conceder varias entrevistas a medios en español en las que volverá a hablar de la necesidad de avanzar en la reforma migratoria”, explicó el lunes el portavoz de la presidencia, Jay Carney. La Casa Blanca ha confirmado que se trata de cuatro cadenas de Dallas, Denver, Los Ángeles y Nueva York. Aunque todavía se desconoce el contenido de los encuentros, Carney avanzó que Obama “defenderá los enormes beneficios de la reforma migratoria, tanto económicos, como ha hecho constatar la Oficina Presupuestaria del Congreso, como los relacionados con las empresas, el Estado de Derecho y la posibilidad de que nuestro país continúe generando ideas innovadoras”.
Durante el proceso de negociación de la legislación en la cámara Alta, la Casa Blanca optó por no involucrarse demasiado y dejar todo el protagonismo a los impulsores de la versión, un grupo bipartito formado por ocho influyentes senadores, para evitar que una excesiva implicación del presidente pudiera ahuyentar los necesarios apoyos de los miembros de la oposición. Sin embargo, ante la posibilidad, confirmada la semana pasada, de que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes pudiera poner trabas a la norma, ha sido más evidente la intención de la Administración de comprometerse de era más directa en la defensa de la legislación.
La semana pasada, coincidiendo con la reunión de los republicanos en la cámara Baja para decidir su postura ante la reforma aprobada en el Senado, la Casa Blanca publicó un documento ilustrando los beneficios económicos de la nueva ley y el presidente se reunía con el caucus de legisladores hispanos -que aglutina a 25 representantes demócratas de origen hispano de la Cámara de Representantes y al senador Bob Menéndez- para recabar su apoyo y compromiso en la defensa del actual texto legal.
En esa reunión Obama insinuó a sus compañeros de partido que sopesaba adoptar un rol más activo, defendiendo la ley a lo largo del país. Una idea que la Casa Blanca asegura que todavía se está sopesando. El senador republicano John McCain y su colega demócrata, Charles Schumer, dos de los promotores de la reforma que se aprobó en el Senado, eludieron hacer comentarios sobre la posibilidad de que el presidente protagonizara una campaña a favor de la legislación. “Creo que él será respetuoso. El objetivo es convencer a los legisladores republicanos”, reconoció McCain, quien aseguró que estaba seguro de que Obama “estaba deseando trabajar con todo el mundo y lograr los acuerdos necesarios”.
No es la primera vez que el presidente defiende la necesidad de aprobar la reforma migratoria ante medios de comunicación hispanos. En marzo de este año, Obama ofreció sendas entrevistas con Univisión y Telemundo, las principales cadenas en español de EE UU, en donde destacó la importancia que para México tendría la nueva legislación. En enero ya había abordado ese mismo tema con ambos canales. Durante la campaña electoral también ofreció entrevistas a cadenas hispanas
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