Fragmento de "Boquitas Pintadas", de Manuel Puig
...él me miraba siempre cuando yo pasaba por el bar, a casa de vuelta de hacer los mandados... Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amén... Porque llueva y no se seque el pasto, porque mi abuela se cure, porque no vuelvan las langostas que se comen todo, porque no haya más plaga de tucura ¡a los trece años, Santa María Madre de Dios, qué sabía yo lo que eran los hombres! y desde entonces todos los días pedí que se muriese, y pido perdón de todo corazón que estoy arrepentida de haberle deseado la muerte a ese pobre muchacho que se murió ayer, que tanto lo odiaba ¡hace tantos años! el 14 de setiembre de 1937, ya hizo nueve años, mamá, y hay una cosa que nunca te conté, pero prometeme que vas a ser buena conmigo después que te lo diga ¡nunca se lo pude contar a nadie! él me miraba siempre si yo pasaba por el bar, y hoy ante todo pido salud para mi familia, que a los frutales les caiga lluvia, que broten las semillas, que la cosecha nos dé este año un poco más que el año pasado, después de hacer los mandados, sabés mamá, al pasar por el bar si él no se daba cuenta yo lo miraba pero un día no estaba más y pasaron no sé cuántos meses y la de al lado lo vio bajar del expreso ¡tostado del sol! ¿adónde estuvo tanto tiempo?... a las cinco es de noche en invierno, en una calle oscura a una cuadra del bar ¿será que me está siguiendo? «vos sos de la chacra que está detrás de la vía ¿ver dad? ya sos una señorita» y me empezó a hablar... que había estado en una estancia paseando, vos sabés mamá, él había llegado el día antes en el expreso y estaba muy amargado me dijo, porque había tenido una gran desilusión... en la esquina de casa, todas las cuadras ya por el descampado me contaba del baile de la Primavera, y él estaba seguro de que yo iba a salir Reina de la Primavera cuando tuviera quince años, estaba muy amarga do esa noche, se había peleado con la Nené ¿vos te acordás de ella, mamá? era una empaquetadora de «Al Barato Argentino», hace muchos años que ya no vive más acá. «Qué amargura tengo» me decía ese muchacho, y no me acuerdo de más nada ¿prendida fuego? ¿borracha? ¿dormida? tenía cara de bueno, mamá ¿vos no te acordás? yo tenía trece años, cuando entré te enojaste porque había tardado tanto, yo te pelé las papas lo más rápido que pude, y piqué la cebolla y pelé el ajo, lo corté en pedacitos, vos me mirabas, mamá ¿no te acordás que yo entré a casa temblando? porque corrí un poco que era tarde, fue la mentira que le dije a mi mamá ¿y si mi mamá se pone muy triste cuando yo le cuente todo? ese muchacho que se murió ayer se aprovechó de mí ¿entendés, mamá? me hizo lo peor que le puede hacer un muchacho a una chica, me sacó la honra para siem pre ¿no me lo vas a creer? al cielo le pido ante todo salud para toda la fami lia, y si me puedo aguantar sin decirle nada a mamá sería mucho mejor ¿a las cinco de la tarde volví a pasar al otro día? para preguntarle muchas cosas... si ya él estaba enojado del todo con la Nené... pero no me saludó, no me siguió y nunca más me volvió a hablar, mamá ¡una sola vez caminó al lado mío! porque se había sacado las ganas el desgraciado ¡y que se muera!... Ave María purísima, yo le deseé la muerte ¿y alguien me habrá oído?... quiero quitarme el pecado, él no tuvo la culpa, fui yo que me dejé tentar ¡que no haya sido por mí que se murió ese muchacho! mamá, yo no te voy a contar nada ¿para qué? te vas a amargar como yo, si Dios me ayuda me voy a quedar callada. ¿Qué le pasaba aquel día a ese muchacho? «qué amargura tengo» me decía caminando al lado mío, pero después de ese día nunca más me volvió a hablar...
...él me miraba siempre cuando yo pasaba por el bar, a casa de vuelta de hacer los mandados... Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amén... Porque llueva y no se seque el pasto, porque mi abuela se cure, porque no vuelvan las langostas que se comen todo, porque no haya más plaga de tucura ¡a los trece años, Santa María Madre de Dios, qué sabía yo lo que eran los hombres! y desde entonces todos los días pedí que se muriese, y pido perdón de todo corazón que estoy arrepentida de haberle deseado la muerte a ese pobre muchacho que se murió ayer, que tanto lo odiaba ¡hace tantos años! el 14 de setiembre de 1937, ya hizo nueve años, mamá, y hay una cosa que nunca te conté, pero prometeme que vas a ser buena conmigo después que te lo diga ¡nunca se lo pude contar a nadie! él me miraba siempre si yo pasaba por el bar, y hoy ante todo pido salud para mi familia, que a los frutales les caiga lluvia, que broten las semillas, que la cosecha nos dé este año un poco más que el año pasado, después de hacer los mandados, sabés mamá, al pasar por el bar si él no se daba cuenta yo lo miraba pero un día no estaba más y pasaron no sé cuántos meses y la de al lado lo vio bajar del expreso ¡tostado del sol! ¿adónde estuvo tanto tiempo?... a las cinco es de noche en invierno, en una calle oscura a una cuadra del bar ¿será que me está siguiendo? «vos sos de la chacra que está detrás de la vía ¿ver dad? ya sos una señorita» y me empezó a hablar... que había estado en una estancia paseando, vos sabés mamá, él había llegado el día antes en el expreso y estaba muy amargado me dijo, porque había tenido una gran desilusión... en la esquina de casa, todas las cuadras ya por el descampado me contaba del baile de la Primavera, y él estaba seguro de que yo iba a salir Reina de la Primavera cuando tuviera quince años, estaba muy amarga do esa noche, se había peleado con la Nené ¿vos te acordás de ella, mamá? era una empaquetadora de «Al Barato Argentino», hace muchos años que ya no vive más acá. «Qué amargura tengo» me decía ese muchacho, y no me acuerdo de más nada ¿prendida fuego? ¿borracha? ¿dormida? tenía cara de bueno, mamá ¿vos no te acordás? yo tenía trece años, cuando entré te enojaste porque había tardado tanto, yo te pelé las papas lo más rápido que pude, y piqué la cebolla y pelé el ajo, lo corté en pedacitos, vos me mirabas, mamá ¿no te acordás que yo entré a casa temblando? porque corrí un poco que era tarde, fue la mentira que le dije a mi mamá ¿y si mi mamá se pone muy triste cuando yo le cuente todo? ese muchacho que se murió ayer se aprovechó de mí ¿entendés, mamá? me hizo lo peor que le puede hacer un muchacho a una chica, me sacó la honra para siem pre ¿no me lo vas a creer? al cielo le pido ante todo salud para toda la fami lia, y si me puedo aguantar sin decirle nada a mamá sería mucho mejor ¿a las cinco de la tarde volví a pasar al otro día? para preguntarle muchas cosas... si ya él estaba enojado del todo con la Nené... pero no me saludó, no me siguió y nunca más me volvió a hablar, mamá ¡una sola vez caminó al lado mío! porque se había sacado las ganas el desgraciado ¡y que se muera!... Ave María purísima, yo le deseé la muerte ¿y alguien me habrá oído?... quiero quitarme el pecado, él no tuvo la culpa, fui yo que me dejé tentar ¡que no haya sido por mí que se murió ese muchacho! mamá, yo no te voy a contar nada ¿para qué? te vas a amargar como yo, si Dios me ayuda me voy a quedar callada. ¿Qué le pasaba aquel día a ese muchacho? «qué amargura tengo» me decía caminando al lado mío, pero después de ese día nunca más me volvió a hablar...
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