Militares en el edificio de la televisión estatal. / REUTERS-LIVE!
Golpe de Estado consumado. El general Abdel Fattah al-Sisi, máximo responsable de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa, ha anunciado a las nueve de la noche que Mohamed Morsi ya no es presidente del país, que la Constitución queda en suspenso de forma temporal, que un gabinete tecnócrata asumirá las riendas del Gobierno y que el Constitucional empezará a trabajar en las celebración de elecciones para elegir a un nuevo presidente. Hasta los comicios, el Ejecutivo será encabezado de forma interina por alguien pactado por las fuerzas opositoras, religiosas y militares. La plaza de Tahrir, abarrotada desde el pasado 30 de junio por los detractores de Morsi ha celebrado con júbilo el anuncio de la cúpula militar. El presidente depuesto ha calificado en Twitter de "golpe completo" las "medidas anunciadas" por el Ejército.
Junto al general Al Sisi han estado presentes durante la comparecencia jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, el papa copto, Teodoro II, el líder opositor Mohamed el Baradei y jóvenes del movimiento Tamarod, que ha encabezado las protestas en Tahrir. Todos han hablado y respaldado la intervención del general. El Baradei, miembro del Frente Nacional de Salvación, que ya concurrió en las pasadas elecciones, ha afirmado que la hoja de ruta pactada entre los diferentes agentes y tutelada por los militares responde a las reivindicaciones del pueblo. El Baradei es Premio Nobel de la Paz y exdirector de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Esa hoja de ruta pasa también por la formación de un comité de expertos que reforme la Constitución, hacia la que la oposición laica ha cargado por su marcado contenido islamista.
Poco antes del anuncio de Al Sisi, vehículos blindados del Ejército egipcio se desplazaron hasta Nsr City, en El Cairo, donde algunas tropas han realizado disparos al aire para separar a los manifestantes pro y anti Morsi concentrados allí. También se han desplegado tanques en la ciudad de Giza, a unos 20 kilómetros de El Cairo. El presidente Morsi, por su parte, fue trasladado al Ministerio de Defensa "por su propia seguridad", según el diario Al Arabiya, una información que no ha sido confirmado todavía.
Tropas del Ejército con ayuda de vehículos blindados ocuparon a primera hora de la tarde el edificio de la televisión estatal en el centro de El Cairo, según fuentes de la seguridad citadas por la agencia Reuters. Estas mismas fuentes añaden que los empleados no relacionados con la emisión de programas en directo han abandonado el edificio.
Este movimiento se produjo después de que el consejo militar egipcio se reuniera con carácter de urgencia, según confirmó una fuente militar a la agencia de noticias británica Reuters. Al Sisi presidió el encuentro
A las 17:00 finalizó el ultimátum de 48 horas dado por el Ejército al presidente islamista Mohamed Morsi, elegido democráticamente hace un año, para que dé respuesta a las demandas de los manifestantes, que desde el viernes pasado han salido a las calles de Egipto reclamando un cambio de Gobierno, y acuerde compartir el poder con la oposición. La fuente militar ha confirmado que a la reunión han asistido los comandantes de más peso de las fuerzas armadas del país árabe.
La prensa de Egipto dio por acabada la breve era Morsi. Los medios oficiales se han visto ya libres del control de los Hermanos Musulmanes, la sociedad en cuyo brazo político militaba Morsi, y del Gobierno. El rotativo estatal Al Ahram titulaba: “Dimisión o cese hoy”. Al Watan titulaba: “El final”.
Incluso el grupo Gama al Islamiya, el socio más extremista del espectro islámico con el que cuenta Morsi, ha exigido este miércoles al Gobierno que abra la vía para celebrar elecciones presidenciales anticipadas, para evitar de ese modo más violencia y un golpe de Estado. “Un traspaso pacífico y constitucional de poder nos ahorrará el vertido de más sangre”, ha dicho su portavoz, Tarek al Zumar, a Reuters.
Morsi, completamente aislado, dijo en un discurso televisado anoche que la búsqueda de consenso no ha funcionado, y que está dispuesto a derramar su sangre para defender su legitimidad. Incrementando al máximo la tensión política y en las calles, las fuerzas armadas han respondido con un comunicado que también darán su sangre “por Egipto y por su ciudadanía contra cada terrorista, extremista o persona ignorante”.
El movimiento popular opositor Tamarod (Rebélate en árabe) ha sido el instigador de estas protestas, que comenzaron el domingo, cuando se cumplió un año de la investidura de Morsi. Dice tener en su poder más de 22 millones de firmas pidiendo la marcha del presidente. Hay también concentraciones en la plaza de Tahrir, centro de las protestas que depusieron a Hosni Mubarak en 2011, y en el palacio oficial de la presidencia en Heliópolis. Anoche hubo enfrentamientos entre defensores y detractores del presidente hasta la madrugada, con 23 fallecidos en un enfrentamiento con armas de fuego en la universidad de El Cairo en la localidad de Giza, en la zona metropolitana de El Cairo.
En 2011 las fuerzas armadas ya tomaron el poder, después de al caída de Mubarak, durante 16 meses, un periodo que acabó con las elecciones que ganó Morsi con el 51% de los votos, 13,2 millones de papeletas.
Golpe de Estado consumado. El general Abdel Fattah al-Sisi, máximo responsable de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa, ha anunciado a las nueve de la noche que Mohamed Morsi ya no es presidente del país, que la Constitución queda en suspenso de forma temporal, que un gabinete tecnócrata asumirá las riendas del Gobierno y que el Constitucional empezará a trabajar en las celebración de elecciones para elegir a un nuevo presidente. Hasta los comicios, el Ejecutivo será encabezado de forma interina por alguien pactado por las fuerzas opositoras, religiosas y militares. La plaza de Tahrir, abarrotada desde el pasado 30 de junio por los detractores de Morsi ha celebrado con júbilo el anuncio de la cúpula militar. El presidente depuesto ha calificado en Twitter de "golpe completo" las "medidas anunciadas" por el Ejército.
Junto al general Al Sisi han estado presentes durante la comparecencia jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, el papa copto, Teodoro II, el líder opositor Mohamed el Baradei y jóvenes del movimiento Tamarod, que ha encabezado las protestas en Tahrir. Todos han hablado y respaldado la intervención del general. El Baradei, miembro del Frente Nacional de Salvación, que ya concurrió en las pasadas elecciones, ha afirmado que la hoja de ruta pactada entre los diferentes agentes y tutelada por los militares responde a las reivindicaciones del pueblo. El Baradei es Premio Nobel de la Paz y exdirector de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Esa hoja de ruta pasa también por la formación de un comité de expertos que reforme la Constitución, hacia la que la oposición laica ha cargado por su marcado contenido islamista.
Poco antes del anuncio de Al Sisi, vehículos blindados del Ejército egipcio se desplazaron hasta Nsr City, en El Cairo, donde algunas tropas han realizado disparos al aire para separar a los manifestantes pro y anti Morsi concentrados allí. También se han desplegado tanques en la ciudad de Giza, a unos 20 kilómetros de El Cairo. El presidente Morsi, por su parte, fue trasladado al Ministerio de Defensa "por su propia seguridad", según el diario Al Arabiya, una información que no ha sido confirmado todavía.
Tropas del Ejército con ayuda de vehículos blindados ocuparon a primera hora de la tarde el edificio de la televisión estatal en el centro de El Cairo, según fuentes de la seguridad citadas por la agencia Reuters. Estas mismas fuentes añaden que los empleados no relacionados con la emisión de programas en directo han abandonado el edificio.
Este movimiento se produjo después de que el consejo militar egipcio se reuniera con carácter de urgencia, según confirmó una fuente militar a la agencia de noticias británica Reuters. Al Sisi presidió el encuentro
A las 17:00 finalizó el ultimátum de 48 horas dado por el Ejército al presidente islamista Mohamed Morsi, elegido democráticamente hace un año, para que dé respuesta a las demandas de los manifestantes, que desde el viernes pasado han salido a las calles de Egipto reclamando un cambio de Gobierno, y acuerde compartir el poder con la oposición. La fuente militar ha confirmado que a la reunión han asistido los comandantes de más peso de las fuerzas armadas del país árabe.
La prensa de Egipto dio por acabada la breve era Morsi. Los medios oficiales se han visto ya libres del control de los Hermanos Musulmanes, la sociedad en cuyo brazo político militaba Morsi, y del Gobierno. El rotativo estatal Al Ahram titulaba: “Dimisión o cese hoy”. Al Watan titulaba: “El final”.
Incluso el grupo Gama al Islamiya, el socio más extremista del espectro islámico con el que cuenta Morsi, ha exigido este miércoles al Gobierno que abra la vía para celebrar elecciones presidenciales anticipadas, para evitar de ese modo más violencia y un golpe de Estado. “Un traspaso pacífico y constitucional de poder nos ahorrará el vertido de más sangre”, ha dicho su portavoz, Tarek al Zumar, a Reuters.
Morsi, completamente aislado, dijo en un discurso televisado anoche que la búsqueda de consenso no ha funcionado, y que está dispuesto a derramar su sangre para defender su legitimidad. Incrementando al máximo la tensión política y en las calles, las fuerzas armadas han respondido con un comunicado que también darán su sangre “por Egipto y por su ciudadanía contra cada terrorista, extremista o persona ignorante”.
El movimiento popular opositor Tamarod (Rebélate en árabe) ha sido el instigador de estas protestas, que comenzaron el domingo, cuando se cumplió un año de la investidura de Morsi. Dice tener en su poder más de 22 millones de firmas pidiendo la marcha del presidente. Hay también concentraciones en la plaza de Tahrir, centro de las protestas que depusieron a Hosni Mubarak en 2011, y en el palacio oficial de la presidencia en Heliópolis. Anoche hubo enfrentamientos entre defensores y detractores del presidente hasta la madrugada, con 23 fallecidos en un enfrentamiento con armas de fuego en la universidad de El Cairo en la localidad de Giza, en la zona metropolitana de El Cairo.
En 2011 las fuerzas armadas ya tomaron el poder, después de al caída de Mubarak, durante 16 meses, un periodo que acabó con las elecciones que ganó Morsi con el 51% de los votos, 13,2 millones de papeletas.
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