Redacción
BBC Mundo
Miles de mujeres en el mundo no pueden viajar sin la autorización de un familiar masculino, otras no pueden conducir un vehículo o asistir a un partido de fútbol. Hay las que tras ser víctimas de abusos sexuales terminan en la cárcel y las que son entregadas por sus padres para pagar deudas.
Por décadas, activistas y organizaciones de derechos humanos han tratado de mejorar la situación en la que viven millones de mujeres. Pero se han encontrado con tradiciones, políticas y creencias que, en su opinión, se han convertido en obstáculos para el pleno desarrollo en algunas sociedades.
Pese a que, en su último informe sobre la disparidad de género en el mundo, el Foro Económico Mundial reconoce que en varios países se han producido avances en los derechos de las mujeres, aún existen legislaciones que deben ser reformadas.
BBC Mundo hace un repaso de algunas de las complejas situaciones que atraviesan miles de mujeres en distintos países.
Pedir permiso para viajar y operarse
El sistema saudita establece que a las jóvenes y a las mujeres se les prohíbe viajar o someterse a ciertos procedimientos médicos si no cuentan con el permiso de sus tutores masculinos. Tras unas reformas recientes, se les permite desempeñar sólo un número limitado de trabajos.
El sistema de tutores no es exclusivo de Arabia Saudita.
Sin el permiso escrito de un guardián masculino, a una iraní se le podría negar la obtención de un pasaporte o la posibilidad de viajar fuera del país, señaló la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) en el Reporte Mundial de 2013.
Independientemente de su edad, una iraní necesita de la aprobación de su tutor para casarse y no puede transferir su nacionalidad a su esposo, en caso que éste sea extranjero.
"De acuerdo con este sistema (de tutores), una mujer no es reconocida como una persona jurídica plena. Lo que significa que es dejada como una rehén de los caprichos y las buenas intenciones de sus familiares masculinos. Legalmente, no está en posición de tomar decisiones de forma independiente y necesita de la aprobación de sus parientes hombres para obtener su tarjeta de identidad, un pasaporte, un trabajo o viajar", le dijo a BBC Mundo Elham Manea, escritora, activista de derechos humanos y profesora asociada especializada en Medio Oriente de la Universidad de Zúrich.
En 2011, el rey Abdalá anunció que las mujeres podrían votar y participar en comicios municipales. Previamente no podían ejercer el derecho al voto.
No pueden conducir
En Arabia Saudita, las mujeres tienen vedado conducir, aunque no hay ninguna ley formal que lo condene.
El 26 de octubre, varias sauditas desafiaron la restricción y se unieron a una campaña, impulsada por redes sociales, que fue organizada por activistas que buscan acabar con la limitación que, en parte, se basa en el hecho de que las mujeres sauditas no pueden conseguir una licencia de conducción en su propio país.
Un día después, la policía de ese país informó que había multado a 16 infractoras por violar la norma. El coronel Fawaz al-Miman, vocero de la policía en la capital, Riad, dijo que cada una de ellas deberá pagar US$80.
Además, cada mujer deberá firmar un documento en el que se comprometa a no volver a conducir y un pariente masculino debe prometer que no le dará las llaves.
Restricciones para concebir
La casa editorial Gale Cengage Learning publicó en 2013 el artículo "Restricciones sobre mujeres", en el que indica que en muchos países la religión impone limitaciones especialmente en el área de planificación familiar y control de natalidad.
"La doctrina católica establece que todos los métodos de planificación familiar aparte del 'método del ritmo' (…) son pecado a los ojos de la Iglesia", indicó la casa editorial.
"En China, un estado oficialmente ateo pero con una creciente población cristiana, las restricciones de planificación familiar promueven el uso de control de natalidad y con frecuencia penalizan a mujeres que tienen más de un hijo, especialmente en áreas urbanas".
En su informe, HRW denuncia que el gobierno chino continúa imponiendo sanciones administrativas, multas y medidas coercitivas, incluyendo abortos forzados.
En 2012, las autoridades chinas suspendieron de sus labores a tres funcionarios de la provincia de Shaanxi, luego de que éstos determinaron que una ciudadana, en su séptimo mes de embarazo, debía someterse a un aborto ya que no podía pagar la multa por transgredir la estricta política china de "un solo hijo".
El gobierno chino insiste en que esa política ha impedido unos 400 millones de nacimientos en lo que es el país más poblado del mundo, con unos 1.300 millones de habitantes.
Sin plena libertad para estudiar
En septiembre de 2012, más de 30 universidades en Irán empezaron a aplicar una serie de restricciones que prohíben la presencia de mujeres en casi 80 carreras. Incluyen una variedad de temas, desde ingeniería, física nuclear e informática hasta literatura inglesa, arqueología y negocios.
En China también hay restricciones para que las mujeres estudien ciertas carreras y desempeñen algunos trabajo.
La idea de que las niñas no pueden o no deben hacer los mismos trabajos que los niños se hereda desde muy temprano. Es una lección que se extiende hasta la universidad y posteriormente.
"Las leyes laborales de China sugieren que el trabajo de minería no es adecuado para las mujeres así que les pedimos que se abstengan de solicitar entrada en nuestra licenciatura", señaló Shu Jisen, uno de los profesores del departamento de la Universidad de Minería y Tecnología de China de la provincia de Jiangsu.
Esta universidad no es la única. Según el ministerio de Educación chino, por respeto a la seguridad de las mujeres -según dice- se prohíbe a las jóvenes que estudien una variedad de materias en todo el país, desde ingeniería de túneles hasta navegación.
Entre la fe y el casco
En algunas partes de India las mujeres están exentas de la obligación de llevar el casco al abordar motocicletas. Algunos defensores de los derechos de las mujeres cuestionan la decisión por considerarla una manifestación de lo poco que se valoran sus vidas. Sin embargo, existe otra explicación.
La BBC reportó en 1997 que varios grupos de mujeres de la religión del Sijismo manifestaron contra una ley que las obligaba a llevar cascos cuando se montaran como pasajeras en motocicletas. En una petición que introdujeron ante el Tribunal Supremo, ellas señalaron que portar los cascos iba contra su religión.
En el artículo de abril de 2012 "¿Por qué los cascos son opcionales para las mujeres?", The Wall Street Journal señaló que aun cuando los cascos son obligatorios para los motociclistas en Nueva Delhi, para las mujeres llevarlos se convirtió en algo opcional.
Aunque ha habido intentos de hacerlos obligatorios para ellas también, el gobierno ha aclarado que no hay intenciones de cambiar la ley, pues se quiere respetar los "sentimiento de una comunidad en particular", indicó el diario estadounidense.
Los hombres sij, que usualmente llevan turbantes, también están exentos de llevar cascos. Las mujeres sij, que usualmente no llevan turbantes, no cubren sus cabezas con excepción de velos, turbantes o patkas.
Fuera de los estadios de fútbol
A las iraníes se les prohíbe asistir a partidos de fútbol porque los hombres llevan pantalones cortos.
Las autoridades también han justificado la prohibición por el uso de "lenguaje inapropiado", según consideran, por parte de los aficionados masculinos en los estadios.
"Las restricciones para que las mujeres no asistan a partidos de fútbol fueron impuestas después de la Revolución Islámica de 1979. Los tradicionalistas, quienes ejercen una extensa influencia política en Irán, dicen que los partidos de fútbol no son apropiados para mujeres por una variedad de razones", señaló el periodista Saeed Barzin, del Servicio Persa de la BBC.
En 2006, el entonces presidente Mahmoud Ahmadinejad pidió a las autoridades deportivas de su país "preparar el camino para la presencia de mujeres en los estadios". Pero los clérigos conservadores no recibieron la iniciativa con entusiasmo.
Ante la posibilidad de una flexibilización de la medida, Barzin recuerda el comentario del Gran Ayatolá Fazel Lankarani: "Mujeres mirando el cuerpo de un hombre, incluso aunque no sea para conseguir su gratificación, es inadecuado. Además, el Islam insiste en que los hombres y las mujeres no se deberían mezclar".
La mitad de un testimonio
La activista Elham Manea explica que, de acuerdo con la aplicación de la ley islámica o Sharia en Yemen, una mujer adulta no es reconocida como una persona en su plenitud ante a un tribunal.
"El artículo 45 de la Ley de Evidencia (número 21 de 1992) postula que el testimonio de una mujer no es aceptado en casos de adulterio y retribución o en casos en los que el castigo corporal es una sanción posible. También en el marco del artículo 45, al testimonio de una mujer se le da la mitad del peso que se le da al de un hombre en casos financieros. El testimonio de una mujer es aceptado en casos en el que sólo las mujeres están involucradas o cuando el acto en cuestión ocurrió en un lugar segregado", indicó la autora en un informe que escribió sobre Yemen.
"La forma en que la ley percibe a una mujer refleja una realidad social, una realidad que percibe y trata a la mujer como la mitad de lo que vale un hombre y ciertamente no igual en dignidad y derechos", indicó a BBC Mundo la profesora.
De acuerdo con la "Iniciativa de Mujeres Islámicas por la Espiritualidad y la Igualdad", en muchas sociedades el testimonio de una mujer equivale a la mitad del testimonio de un hombre. "Hay mucha controversia entre diferentes juristas musulmanes en esta materia, que data del siglo VIII. Sin embargo, comprender el testimonio de las mujeres en el Islam es clave para asegurar que sean participantes plenas e igualitarias en sus respectivas sociedades", indicó la organización en su página web.
"Hay varios versos en el Corán que discuten el tema de los testimonios sin hacer ninguna referencia al género; algunos de esos versos incluso igualan completamente el testimonio de hombres y mujeres. Sin embargo, un verso específico (2:282) describe transacciones financieras y establece que dos testigos mujeres equivalen a un testigo hombre".
Para algunos expertos y defensores de los derechos de la mujeres en el mundo musulmán, se trata meramente de interpretaciones de un texto religioso y en muchos casos de una interpretación patriarcal.
"Según la autora y académica musulmana estadounidense Amina Wadud, el requisito de dos mujeres para rendir testimonio en casos financieros no significa que las mujeres son menos competentes que los hombres. Enfatiza la necesidad de ver el contexto que rodea el verso. Cuando se produjo la revelación, las mujeres estaban excluidas de temas financieros en Arabia y por ende podrían no tener una comprensión clara de los términos vinculados con préstamos", señala la Iniciativa.
De víctima a criminal
De acuerdo con HRW, la Ley para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, adoptada en 2009 en Afganistán, no se ha hecho cumplir en su totalidad.
"Mujeres y niñas que huyen de matrimonios forzados o de violencia doméstica son con frecuencia tratadas como criminales y no como víctimas. En la primavera de 2012, 400 mujeres y niñas estaban en prisión y en centros de detención juvenil por 'crímenes morales' (como) huir del hogar o mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio", indicó HRW.
La editorial Gale Cengage indicó que en algunas partes de Afganistán los padres entregan a sus hijas en calidad de esposas como una forma de pagar sus deudas. "Las jóvenes no tienen opciones en esta materia".
En India, HRW indicó que las autoridades tienen que aprobar reformas a sus leyes penales para reconocer una amplia gama de delitos sexuales.
"Aunque el gobierno central modificó sus protocolos para conducir investigaciones sobre violaciones, con lo cual eliminó los cuestionamientos que generaba la degradante 'prueba de los dos dedos', los cambios todavía están lejos de las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre ataques sexuales, especialmente en lo que se refiere a tratamientos médicos para las víctimas", revela la organización.
También denuncian que las autoridades en Kirguistán no han actuado efectivamente para enfrentar el problema de la violencia de género, que incluye la violencia doméstica y el secuestro de novias para hacerlas esposas, una práctica "que continúa con una amplia impunidad".
Las consecuencias de divorciarse y enviudar
De acuerdo con HRW, la ley de Familia de los Emiratos Árabes Unidos discrimina al otorgarles a los hombres un estatus privilegiado en asuntos como el divorcio, la herencia y la custodia de los niños.
"Las mujeres pueden obtener un divorcio a través de khul'a (un divorcio sin culpa), lo cual les hace perder sus derechos financieros. Sólo en circunstancias excepcionales las mujeres podrían solicitar el divorcio. Pueden heredar un tercio de los bienes mientras que los hombres tienen derecho a heredar dos tercios", señaló la organización no gubernamental.
Aunque HRW reconoce que en Marruecos se han dado importantes pasos en materia de los derechos de las mujeres, el Código de Familia conserva "disposiciones discriminatorias relacionadas con la herencia y el derecho de los esposos a divorciarse unilateralmente".
Según la casa editorial Gale, en algunas partes de Nigeria a las viudas se les obliga a afeitarse la cabeza. También se les pide que tengan relaciones sexuales con el hermano de su esposo o con un familiar del marido como parte de un ritual de "limpieza" para "evacuar" el espíritu de su esposo.
La investigación también señala que la viuda no tiene derechos sobre las propiedades: los bienes de su marido regresan a la familia de él.
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