Autor: Lyman Frank Baum
Fragmentos compartidos en el programa "Con el Cielo al Revés":
Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón. Mientras estaba enamorado fui el hombre más feliz de la tierra; pero el que no tiene corazón no puede amar, y por eso decidí ir a pedir a Oz que me dé uno.
Sin embargo -dijo el Espantapájaros, yo pediré un cerebro en vez de un corazón, pues un tonto sin sesos no sabría qué hacer con su corazón si lo tuviera. -Yo prefiero el corazón -replicó el Leñador, porque el cerebro no lo hace a uno feliz, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo.
Pero -objetó Dorothy luego de un meditativo silencio, tía Em me contó que todas las brujas murieron hace ya muchísimos años. ¿Quién es la tía Em? -preguntó la ancianita. Es mi tía, la que vive en Kansas, la región de donde vengo. La Bruja del Norte meditó un momento, con la cabeza gacha y los ojos fijos en el suelo. Al fin levantó la vista y dijo: No sé dónde está Kansas, pues es la primera vez que la oigo mencionar. Pero dime, ¿Es un país civilizado? Sí, claro. Entonces esa es la causa. Creo que en los países civilizados ya no quedan brujas ni brujos, magos o hechiceras. Pero el caso es que el País de Oz nunca fue civilizado, pues estamos apartados de todo el resto del mundo. Por eso es que todavía tenemos brujas y magos.
Fragmentos compartidos en el programa "Con el Cielo al Revés":
Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón. Mientras estaba enamorado fui el hombre más feliz de la tierra; pero el que no tiene corazón no puede amar, y por eso decidí ir a pedir a Oz que me dé uno.
Sin embargo -dijo el Espantapájaros, yo pediré un cerebro en vez de un corazón, pues un tonto sin sesos no sabría qué hacer con su corazón si lo tuviera. -Yo prefiero el corazón -replicó el Leñador, porque el cerebro no lo hace a uno feliz, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo.
Pero -objetó Dorothy luego de un meditativo silencio, tía Em me contó que todas las brujas murieron hace ya muchísimos años. ¿Quién es la tía Em? -preguntó la ancianita. Es mi tía, la que vive en Kansas, la región de donde vengo. La Bruja del Norte meditó un momento, con la cabeza gacha y los ojos fijos en el suelo. Al fin levantó la vista y dijo: No sé dónde está Kansas, pues es la primera vez que la oigo mencionar. Pero dime, ¿Es un país civilizado? Sí, claro. Entonces esa es la causa. Creo que en los países civilizados ya no quedan brujas ni brujos, magos o hechiceras. Pero el caso es que el País de Oz nunca fue civilizado, pues estamos apartados de todo el resto del mundo. Por eso es que todavía tenemos brujas y magos.
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