30,5 millones de argentinos concurren este domingo a las urnas para elegir parlamentarios nacionales. Hay en juego 127 escaños de diputados y 24 de senadores –la mitad y un tercio de ambas cámaras, respectivamente-, en unos comicios que representan un duro examen para la presidenta Cristina Fernández, viuda de Kirchner, que lleva seis años en la Casa Rosada.
Sin embargo, la jefa peronista, de 60 años, no podrá votar porque reposa en la residencia oficial y tiene prohibición médica de volar en avión, esta vez debía viajar a sufragar a la provincia de Santa Cruz (sur). Convalece de una cirugía en el cráneo, para drenar el hematoma causado por una caída, que le practicaron el martes 8. Y debe descansar, al menos, dos semanas más.
Justo este domingo, además, se cumplen tres años exactos delfallecimiento de Kirchner, a causa de un ataque cardíaco el 27 de octubre de 2010. Y la viuda no podrá concurrir, como hizo en los dos aniversarios anteriores, a la misa que se realiza en el mausoleo de la ciudad Río Gallegos, capital de Santa Cruz, en donde yacen los restos.
Los mítines de sus candidatos a diputados y senadores eran protagonizados por ella al comienzo de la campaña. Pero los problemas de salud la obligaron a abandonar. En la Casa Rosada ha sido reemplazada en forma interina por el vicepresidente Amado Boudou, que está imputado de presunta corrupción y por su mala imagen fue 'borrado' de la campaña.
Fernández llegó a la presidencia en 2007, sucediendo a su fallecido esposo y antecesor Néstor Kirchner. Estos comicios son los de mitad de su segundo y último mandato, ya que en 2015 deberá marcharse a casa al haberse esfumado el sueño de un tercer gobierno 2015-2019.
Por eso los analistas políticos consideran que estas legislativas podrían perfilar los aspirantes a presidenciables de cara a 2015. Uno de ellos, por ejemplo, sería el candidato a diputado Sergio Massa, que fue jefe de ministros de Fernández pero se arrepintió y formó un polo opositor, siempre dentro del peronismo.
La batalla en Buenos Aires
Los sondeos pronostican que Massa, a la cabeza de la lista de candidatos del disidente Frente Renovador, se impondrá al ultra cristinista Martín Insaurralde y sus candidatos. Ya lo aventajó por cinco puntos en las primarias de agosto pasado y ahora las encuestas dicen que la diferencia sería superior.
Ambos compiten en la provincia de Buenos Aires y el cinturón urbano que rodea a la capital, un distrito decisivo en la elección pues concentra la mayor densidad de población, casi el 40% del electorado de toda Argentina.
En el mitin de cierre, Massa apuntó que "los principales problemas de Argentina son la inflación y la inseguridad". Y adelantó que si llega al congreso de diputados planteará rebajas impositivas "a las exportaciones de productos agropecuarios y a las empresas que reinviertan sus ganancias".
Insaurralde instó a la gente a inclinarse a favor del continuismo 'cristinista' que él encarna porque, dijo, "votando en contra las cosas no salen bien". "Es momento de colaborar con Cristina Fernández y no de confrontar, el futuro esta acá y hoy, no en las promesas de campaña", añadió.
La novedad electoral es que por primera vez los adolescentes de 16 y 17 años, si lo desean, podrán votar para los cargos electivos en juego. Es optativo para ellos, pero a partir de los 18 años el sufragio se torna obligatorio hasta los 70. Los votantes adolescentes son sólo 1,9% del padrón y por eso los analistas no otorgan al asunto un peso importante en el escrutinio.
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