BBC Mundo, Washington (@bbc_sparrow)
Estados Unidos tiene una de las desigualdades salariales más altas del mundo desarrollado y el problema está afectando más a la comunidad hispana que a otros grupos del país.
Mientras el ingreso promedio semanal de los hispanos más pobres cayó 9,4% entre 2007 y 2013, los más ricos aumentaron sus ingresos en 4,4%, según datos analizados este mes por el Centro de Investigación Pew, con sede en Washington.
Esas cifras contrastan con el promedio general de todos los trabajadores. Los más pobres vieron sus salarios reducidos en 5,1%, mientras los más ricos tuvieron un incremento de 2,4%.
La brecha de ingresos también creció para otros grupos como los negros, los asiáticos o los blancos, pero no al mismo nivel de los hispanos.
Algunas de las razones que explican esas diferencias en el caso de los ciudadanos de origen latinoamericano son los niveles educativos, el conocimiento del inglés o el estatus laboral.
La desigualdad entre los hispanos "es seria porque es un microcosmos de toda la economía", dice Michael Madowitz, un economista del Center for American Progress, un centro de estudios de tendencia liberal.
"Los trabajadores que tienen los recursos y la oportunidad de invertir temprano en su vida en sus habilidades siguen viendo crecer sus salarios, mientras quienes no comenzaron temprano están viendo cómo caen".
Escalar una montaña más alta
En la parte baja de la escala salarial, muchos de los hispanos son inmigrantes que llegan al país con niveles insuficientes de educación. Por ello tienen que "escalar una montaña más alta" que otros grupos, como lo describe Madowitz.
Madowitz agrega en diálogo con BBC Mundo que los hispanos llegan con otra desventaja: un conocimiento pobre del inglés. Esto es relevante, pues la mayoría de los inmigrantes de Estados Unidos que crecen en un país donde el inglés no es su primer idioma tienden a ser poco cualificados.
Un tercer elemento que juega en contra de los latinos es el estatus laboral, según el analista. Precisamente por su nivel educativo y el problema de las habilidades lingüisticas, es más probable que los indocumentados trabajen en sectores informales donde los ingresos y los beneficios son menores.
"Dicho eso, es importante notar que entre los grupos demográficos, los ingresos de los trabajadores latinos en el quintil más bajo son los más altos, mientras en el quintil más alto los hispanos van a la zaga de los asiáticos y los blancos", dice Madowitz.
Según la información analizada por el Centro de Investigación Pew, los hispanos más pobres ganaban semanalmente US$278 en promedio en 2007, mientras en 2013 esa cifra cayó a US$252.
El periodo cubre la crisis económica que dejó en recesión a Estados Unidos, así como los esfuerzos para recuperarse de la misma.
A diferencia de los hispanos, los blancos más pobres pasaron de percibir US$222 a US$210, los negros US$267 a US$247 y los asiáticos US$234 a US$232 (ver tabla al final del artículo).
Maestrías y doctorados
En el otro extremo de la escala salarial, la situación para los hispanos es mucho más favorable, pues sus ingresos aumentaron en el periodo comprendido entre 2007 y 2013. Pasaron de recibir US$1.604 en promedio a ganar US$1.675, según el Pew.
En este caso, sin embargo, sus ganancias fueron menores a las de los blancos (que en 2013 ganaron US$1.769) y los asiáticos (US$1.827), aunque superaron ligeramente a los negros (US$1.634).
Uno de los factores que explican esa brecha más pronunciada entre los hispanos son las diferencias educativas dentro de la misma comunidad, según le dijo a BBC Mundo Adriana Kugler, quien trabajó como Economista Jefe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos en 2011 y 2012 y hoy es profesora de la Universidad de Georgetown, en Washington.
"A los hispanos todavía nos va peor que a cualquier otro grupo en términos de nivel educativo en la parte baja", dice.
Por el contrario, "en la parte alta tenemos oportunidades que a lo mejor nunca tuvimos en generaciones pasadas" para acceder a doctorados, maestrías y otros títulos educativos de alto nivel.
Y esto es clave por los retornos a la educación: "Lo que se le paga a la gente por tener un año más de educación ha venido creciendo enormemente en las últimas tres décadas", dice Kugler.
Así, los hispanos más ricos pueden abrir nuevas puertas laborales gracias a que están cada vez más capacitados, mientras esas mismas puertas permanecen cerradas para los hispanos más pobres de Estados Unidos.
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