Un cohete lanzado desde la franja impacta en una gasolinera sin causar víctimas
Las autoridades sanitarias de Gaza han confirmado este viernes que ya son cien los muertos, 23 de ellos son niños, por los más de 1.110 ataques del Ejército israelí contra la franja, en el marco de la operaciónMargen Protector. Las últimas 11 víctimas mortales se han registrado desde la pasada medianoche. Entre ellas hay cuatro miembros de una misma familia de Rafah (ciudad fronteriza entre Gaza y Egipto), los Ghannam —incluyendo a una niña de siete años— y un médico. Una mujer de 25 años ha fallecido también mientras protegía a sus cuatro hijos, informa la Agencia de noticias palestina Maan. Los heridos, que superan los 600, están saliendo a cuentagotas por el paso sur con Egipto, abierto parcialmente para asistir a quienes ya no tienen espacio en los centros médicos de la franja o para los que no hay medios suficientes (las carencias de medicamentos llegan al 30% y las de maquinaria sanitaria, al 50%, indica el Centro Palestino por los Derechos Humanos).
El brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, han amenazado este viernes con incluir entre los objetivos de sus cohetes al Aeropuerto Internacional Ben Gurion, situado a las afueras de la ciudad de Tel Aviv, capital comercial de Israel.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha emitido un informe en el que indica que ya han sido destrozadas 342 casas, provocando el desplazamiento de más de 2.000 ciudadanos. Cinco centros sanitarios, añade, han sufrido daños por bombardeos próximos.
En Israel son ya dos los heridos graves por el lanzamiento de cerca de 600 cohetes contra su territorio. Uno es un soldado alcanzado durante la noche del jueves por metralla en el consejo de Eshkol y el otro es un adulto que estaba en una gasolinera que esta mañana ha sido alcanzada por un proyectil en Ashdod, en el centro costero del país. Hay otros dos heridos leves en este municipio. Las sirenas han vuelto a sonar en Tel Aviv, pero el sistema de defensa antimisiles, Cupula de Hierro, ha interceptado los tres cohetes lanzados, reivindicados nuevamente por Hamás.
En el norte de Israel se ha reabierto el frente con Líbano, además, tras el lanzamiento de dos cohetes contra su territorio a primera hora de este viernes. Uno, fallido, se ha desintegrado en el camino y el otro ha impactado en una zona abierta de Metula, la ciudad más norteña del país, informa el portavoz militar Motti Almoz. Otros tres cohetes cayeron en el lado libanés de la frontera. El Ejército israelí respondió con fuego de artillería una hora más tarde, sin causar daños personales ni materiales según la prensa local. La UNIFIL, el cuerpo de Naciones Unidas, está ya sobre el terreno investigando lo ocurrido. Fuentes militares explican que creen que el ataque es obra de alguna milicia palestina o de grupos yihadistas menores, más que del partido-milicia chií Hezbolá. En cualquier caso, “se está estudiando si es algo simbólico, al calor del conflicto en Gaza, o algo más sustancial”.
En Israel, además, se ha interceptado un cohete sobre Haifa, a 140 kilómetros de la frontera con la franja. Las sirenas han sonado en toda la zona, de Hadera al Carmel. Era la primera vez desde la guerra con Hezbolá, en el verano de 2006, que las alarmas llevaban a los ciudadanos de Haifa a los refugios. Hamás ha pedido a las compañías extranjeras que operan con la “entidad sionista”, como llama a Israel, que “paren” su actividad por los “peligros” de la escalada.
En el plano militar, la estrategia que Israel repite en las últimas horas es la de mantener e incluso intensificar por aire y por mar los bombardeos de Gaza, al menos en los próximos días, antes de plantearse una operación terrestre. Analistas como Ron Ben-Yishay, en el diario Yedioth Ahronot, muestran su simpatía hacia una incursión por tierra, rápida, contundente, que permita destruir las lanzaderas de cohetes, afinando por anticipado, “muy claramente” los objetivos, para que la intervención no se le vuelva en contra. Es una tesis repetida en la prensa desde ayer. Ya hay desplegados unos 20.000 efectivos en la frontera.
De momento, el Ministerio del Interior de Gaza confirma que, sobre todo en la zona norte, se están recibiendo llamadas de Israel pidiendo a la población que se adentre en la franja, “por su seguridad”, explica Nisal Al Mosallami, presidente de la Asociación por el Desarrollo de Beit Lahia. Una grabación es lo que se oye al otro lado en las cerca de 100.000 llamadas efectuadas ya, en la que se indica además el camino más seguro para avanzar. Aún los vecinos están prefiriendo quedarse, explica Al Mosallami.
CARMEN RENGEL Jerusalén
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