Los expertos calculan una caída del 2% del PIB en la región por la epidemia
El FMI otorgará 285 millones de euros para Guinea, Liberia y Sierra Leona
Un hombre fumiga un químico en una de las calles de Monrovia (Liberia). / A. D. (AP)
“Las consecuencias económicas de esta epidemia de ébola son peores que las de una guerra. Cuando hay un conflicto hay sectores perjudicados, pero otros siguen funcionando. Pero el ébola —y sobre todo el miedo al ébola— es capaz de paralizar por completo a un país, como está siendo el caso de Liberia”, asegura Demba Moussa Dembele, reconocido economista senegalés. Fronteras cerradas al tránsito de personas y mercancías, compañías aéreas que dejan de volar a los países afectados, tierras de cultivo que se abandonan, turismo que cae en picado, inversores que huyen, empresas internacionales que suspenden sus operaciones. Los expertos ya prevén una caída del PIB de en torno al 2% en África occidental, ante lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que habla de un impacto “agudo” en la economía, ha previsto otorgar una ayuda financiera adicional que en principio iría destinada a Guinea, Liberia y Sierra Leona, los países por ahora más afectados, de 285 millones de euros.
En la calle Sandiniery, junto al mercado de Sandaga de la capital senegalesa, Yunus Haidara vende frutas y verduras. Bueno, vendía. Toda su mercancía venía de Guinea y hace tres días que no llega ni un solo camión. “Esto es lo que me queda”, dice, señalando tres tomates y un puñado de ajos. “De todas maneras llevo tres meses complicados, la gente no quiere comprar nada que venga de Guinea. Pero ahora con el cierre de fronteras voy a tener que echar el cierre. No sé de qué voy a vivir”, se lamenta. Senegal es el principal importador de la producción hortofrutícola guineana. Pero el problema es mucho más amplio. En total, son seis los países de África occidental que han prohibido la entrada de todo lo que provenga de la zona afectada por el ébola: Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Malí y la propia Senegal.
“Al cierre de fronteras hay que añadir que la decisión de las compañías aéreas de cancelar todos sus vuelos con la región va a tener un impacto enorme en nuestras economías”, ha asegurado Donald Kaberuka, presidente del Banco Africano de Desarrollo (BAD). “Hay países a 8.000 kilómetros de aquí, como Sudáfrica, que han prohibido la entrada a los ciudadanos de África occidental. No se justifica de ninguna manera”.
Tras unos años noventa marcados por las guerras, Sierra Leona y Liberia, y con ellas toda África occidental, estaban experimentando un crecimiento económico que la convertían en una región cada vez más atractiva para la inversión extranjera. Pero la epidemia de ébola va a ser, sin duda, un frenazo. En seco.
Un empresario turístico que opera en Senegal —país que este viernes ha confirmado su primer y único caso— asegura que “esto es una catástrofe”. “Todos los días recibo una media de dos cancelaciones. No hay más que darse una vuelta por Sally y La Somone, uno de los principales destinos turísticos del país. Los hoteles están vacíos”, se queja. Un ejemplo: la selección estadounidense de baloncesto tenía previsto jugar en amistoso en Senegal y lo cancelaron por el ébola antes incluso de que hubiera ningún caso confirmado.
Y es que las consecuencias se están dejando notar en África como destino. Algunos países que lo empiezan a sufrir, como Kenia o Sudáfrica, están a miles de kilómetros del brote epidémico. “Es un terremoto que afecta a todos. Hay un epicentro en tres países, pero la onda expansiva llegará en mayor o menor medida a todo el continente”, insiste Dembele, presidente del African Research and Cooperation for Supporting Endogenous Development.
En Liberia, la empresa minera Solomon ha suspendido todas sus actividades y buena parte de su personal se dedica ahora a recorrer los centros de ébola tratando de llevar comida y ropa a la gente. ArcelorMittal, gigante mundial del acero, ha suspendido las obras que tenía en marcha en la mina de Yekepa y en el puerto de Buchanan, evacuando a todos sus trabajadores. En Freetown (Sierra Leona), el hotel Radisson, recién inaugurado y muy utilizado por los grandes empresarios, ha visto caer en picado las reservas. “Hay una gran inquietud, el dinero ha dejado de circular”, asegura Alan Duncan, empresario residente en la capital sierraleonesa.
“Incluso en el supuesto de que la epidemia se llegue a controlar en seis meses, como dice la OMS, la economía tardará aún dos o tres años en volver a la situación de 2013”, añade Dembele. “África occidental estaba atravesando un periodo realmente bueno de estabilidad y avances hacia una mayor unión. Para 2020 estaba previsto alcanzar la unión monetaria. Pero estoy convencido de que todos estos procesos se van a ralentizar”. Los expertos no dudan en que esta crisis económica vendrá acompañada de una mayor conflictividad social y de inestabilidad política en los gobiernos de los países más afectados.
JOSÉ NARANJO Dakar
http://sociedad.elpais.com/