La negociación peligró por el lanzamiento de cohetes desde la Franja
Cinco muertos en Gaza, incluidos periodistas, al explotar un misil israelí caído días atrás
Vista general de edificios de apartamentos destruidos por bombardeos israelíes en la Franja de Gaza el 12 de agosto de 2014. / EFE | VÍDEO: ATLAS
Israel y las diferentes facciones palestinas llegaron en la noche del miércoles a un acuerdo para prorrogar cinco días la tregua en Gaza. El proceso se vivió con agonía, sobre todo cuando, a dos horas de que finalizase la tregua de tres días pactada por Israel y los grupos palestinos (que debía acabar a las 23.00 hora en la España peninsular), la policía israelí aseguró que cohetes lanzados desde la franja de Gaza habían impactado en el sur de Israel. Posteriormente el Ejército precisó que fueron cuatro los impactos, más uno que fue interceptado. Tras la denuncia de Israel, un portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, se desvinculó de este hecho. Israel respondió al lanzamiento de los cohetes después de sellar el acuerdo bombardeando varios puntos.
El final del alto el fuego (que finalizó a las 23.00 hora en la España peninsular) ha estado precedido de un sprint en las negociaciones auspiciadas por Egipto en El Cairo para acabar con la Operación Margen Protector y restablecer la calma a los dos lados de la frontera de Gaza. Han terminado las conversaciones indirectas para pactar una solución a la ofensiva, en la que han muerto casi 2.000 palestinos y 67 israelíes.
Egipto presentó un documento con propuestas firmes que contempla, esencialmente, rebajar el bloqueo que la franja de Gaza sufre desde hace siete años con algunas medidas urgentes y otras progresivas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos: apertura de pasos fronterizos, más permisos y la ampliación de la zona delimitada de pesca, entre otros. La clave de la propuesta egipcia para atraer a Israel es ofrecerle que su contraparte en Gaza será siempre el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas; no Hamás, no los islamistas.
Los obstáculos para el acuerdo, insisten fuentes egipcias, no eran de fondo, sino de redacción. De hecho, varios portavoces de Hamás cambiaron su discurso de “o se acaba el cerco completa e inmediatamente o nada”, por “queremos un progreso sustancial en la situación de Gaza”. Nada más acabar la reunión en Egipto la delegación israelí partió sin hacer comentarios hacia Tel Aviv para consultar la respuesta definitiva a la oferta. El presidente de la delegación palestina, Ezam al-Ahmad sí fue más facundo: “Ha habido un progreso importante en varios puntos relacionados con el levantamiento del bloqueo a Gaza, pero quedan detalles por cerrar que necesitan nuevas conversaciones”.
Maher Taher, otro de los representantes de la delegación palestina, atribuyó el lento progreso de las conversaciones en la insistencia por parte del ejecutivo de Netanyahu de vincular un levantamiento del embargo a la desmilitarización de la franja de Gaza. "Eso es algo inaceptable para nosotros. La ley internacional nos otorga el derecho a resistir la ocupación", comentó Taher, que desmintió que existan discrepancias al respecto dentro de la delegación palestina. "Tenemos una posición conjunta. No vamos a permitir que Israel utilice el argumento de la división interna palestina para evadir un compromisó", agregó.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, tiene que someter el documento a la votación de sus ministros. Y se confiesa “preocupado”, dicen sus asesores, porque los ministros de ultraderecha ya han amenazado con rechazar todo “acuerdo con terroristas”, como los califica el titular de Exteriores, Avigdor Lieberman.
En una posterior conversación con Netanyahu, Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, reafirmó su apoyo “a los esfuerzos de mediación de Egipto y subrayó la importancia de lograr un resultado sostenible que garantice la seguridad de Israel y haga frente a la crisis humanitaria en Gaza”, difundió la Casa Blanca.
Israel tiene dudas sobre quién controlaría los pasos fronterizos y qué material dejaría pasar. Sus negociadores aseguran que en las reuniones “apenas se ha hablado” de la desmilitarización de Hamás y de la Yihad Islámica. Por eso, en paralelo al baile político, por si se vuelven a disparar cohetes desde la Franja, Israel ha desplegado tropas en la frontera y podría llamar a más reservistas. “Estamos preparados para todo”, garantizan los mandos del Ejército.
Gaza, pese a la ausencia de bombardeos, sumó ayer otros cinco muertos: tres zapadores de la Policía y dos periodistas que fallecieron en la explosión de un misil israelí que había impactado hace días en una casa de Beit Lahia (al norte). Los especialistas estaban manipulando el artefacto para desactivarlo cuando estalló.
Murieron en el acto, junto al camarógrafo italiano de la agencia estadounidense AP Simone Camilli y su traductor, Ali Shehda Abu Afash. Otro fotógrafo del mismo medio y cinco civiles palestinos resultaron heridos graves. Camilli es el primer reportero internacional que muere en esta ofensiva, que se ha cobrado la vida de 13 informadores, según el Sindicato de Periodistas Árabes.
Por otra parte, una niña murió ayer en su casa del Sinaí egipcio, y dos de sus hermanos resultaron heridos, como consecuencia del impacto de un cohete, según informa Reuters. Ocurrió en un pueblo cerca de la frontera con Gaza.
CARMEN RENGEL / RICARD GONZÁLEZ Jerusalén / El Cairo
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