El BID apuesta por la cultura como motor del desarrollo en la región con el libro ‘La Economía Naranja: una oportunidad infinita’, publicado en asociación con Aguilar
A la hora de hablar de materias primas en América Latina, el petróleo, el café, el cobre o la soja son varios de los recursos que asoman a la mente. La creatividad, la innovación, el talento o el acervo cultural de la región probablemente apenas se tengan en cuenta. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del libro La Economía Naranja: una oportunidad infinita, pretende terminar con esta tendencia y asociar el patrimonio artístico del hemisferio con el motor el crecimiento económico.
“Lo que hemos pretendido es mostrar con información y datos fiables el peso y la importancia de la economía creativa en América Latina”, explica en conversación telefónica Iván Duque, jefe de la División de Asuntos Culturales del BID y uno de los autores del libro junto con Felipe Buitrago, consultor de esa división. Ambos ven en la economía Naranja una oportunidad para impulsar el desarrollo en América Latina. “Es importante que nos demos cuenta de que el patrimonio cultural y el talento de nuestros jóvenes es un recurso fundamental de esta región”, señala Buitrago.
El libro presenta ideas y herramientas para poder consolidar una industria de la creatividad en torno a los distintos sellos culturales de cada uno de los países de América Latina y lo hace a partir de siete principios o “siete íes”: información, instituciones, industria, infraestructura, integración, inclusión e inspiración. “Estas siete íes son un círculo que empieza y termina con el individuo. Tenemos que celebrar la individualidad de nuestros artistas pero también la colectividad de nuestra cultura, ese círculo virtuoso nos permitirá generar mejores empleos, una mejor calidad de vida, más rica en ideas”, defiende Buitrago.
La conexión entre economía y cultura es un campo peliagudo en ocasiones, pero los datos y estudios que ofrece el libro, sustentados en informes de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual o laConferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, contribuyen a asentar la indubitable importancia de la economía creativa en el desarrollo de la región. “Sería la tercera economía del continente [con 1.930 millones de dólares], la séptima exportadora de bienes y servicios [con 87.000 millones de dólares] y la cuarta en generadora de empleos [con 23,3 millones de trabajadores]”, enumera Duque.
El libro aporta un ejemplo muy claro de la importancia de invertir en la industria creativa. La planta hidroeléctrica de las Tres gargantas, en China, la de mayor capacidad del mundo, costó 30 años de trabajo y 25.000 millones de dólares. En esas tres décadas, los diez musicales de más éxito en Broadway generaron 26,9 millones de dólares solo en venta de entradas.
Duque apuesta por generar un mercado de contenidos originado en América Latina a través de la coproducción, la propiedad intelectual y laco-comercialización de bienes y servicios culturales, pero enfocado, no como hasta ahora en el mercado estadounidense, sino en el latinoamericano. “De esa forma se podría potenciar más industrias cinematográficas como la de Costa Rica”, señala.
El nicho y el potencial de la economía Naranja en América Latina es muy diverso. “Pasa por el turismo, los festivales, los carnavales, la arquitectura, la música, la publicidad, la joyería... todo eso son activos de la industria creativa”, señala Duque que destaca las oportunidades en Perú para generar bienes y servicios a partir de la gastronomía; en Colombia desde la industria literaria; en México, a partir de la arqueología, el cine o las telenovelas; en Argentina, con el teatro, el diseño o la industria de marketing y publicidad; en Uruguay con la arquitectura....
Además de las diferencias distintivas, Buitrago observa una ventaja importante en la herencia cultural y lingüística común. “Se trata de una riqueza inherente, somos un continente con cuatro grandes idiomas, pero con unas 600 lenguas originarias, tenemos un mestizaje que va desde el más negro hasta el más blanco, una riqueza natural que nos inspira, una historia común con Europa, África y Asia. La integración es bastante fluida, nuestra región está disfrutando de un momento tan importante en su cultura que no podemos debemos desaprovechar”, recalca.
La Economía Naranja: una oportunidad infinita está disponible desde el 31 de octubre -Día Naranja- en la página web del BID y ha sido publicado gracias a la colaboración del grupo Santillana y la editorial Aguilar. Su presentación oficial se realizará el 28 de noviembre en la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá y contará con la presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el expresidente, Belisario Betancur y el presidente del grupo PRISA, Ignacio Polanco.
EVA SAIZ Washington
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