Los inspectores de la ONU salen de Siria tras investigar el uso de armas químicas
Los técnicos darán un informe preliminar de sus conclusiones al secretario general, Ban Ki-moon
Horas después de que Estados Unidos detallara parte de sus pruebas de que el 21 de agosto el régimen de Bachar el Asad empleó armas químicas en un ataque en Damasco, matando a 1.429 personas, los inspectores enviados a Siria por la Organización de Naciones Unidas han abandono el país esta mañana. Hoy podrían detallar sus impresiones preliminares a la secretaría general de la ONU, pero el informe de sus conclusiones, con las pruebas de laboratorio y demás análisis que deben realizar a las muestras, se demorarán varios días.
Los inspectores abandonaron Damasco escoltados por vehículos militares. Las muestras recabadas las analizarán en La Haya, donde tiene la sede la Organización para la Prohibición de Armas Químicas. El lunes, al visitar una de las zonas donde EE UU cree que el régimen de El Asad atacó con agentes químicos, fueron atacados con disparos. Recabaron pruebas durante cuatro días. En Líbano les recibió, según los medios locales, un destacamento de las fuerzas de seguridad nacionales. En principio su misión iba a durar más tiempo, pero el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, les pidió que adelantaran su salida a este sábado, algo que ha generado inquietud en Siria por la posibilidad de que el ataque se produzca en las próximas horas.
La ONU ha desoído de ese modo las peticiones del gobierno de Bachar el Asad y Rusia, su aliado, de que los inspectores visitaran otros tres puntos donde el régimen asegura que los rebeldes atacaron con armas químicas. Damasco de hecho niega haber empleado esos agentes en sus ataques. El mandato de los inspectores es determinar si en el ataque del 21 de agosto se emplearon armas químicas, no encontrar responsables.
A lo largo de la jornada de hoy, la responsable de la misión, la alta representante de la ONU para el desarme Angela Kane, departirá con Ban. Ella abandonó Damasco el viernes por la noche, y tomó un vuelo con destino a Estambul. El grueso del equipo de investigadores había llegado a Siria el 18 de agosto para investigar otros casos de uso de agentes químicos, pero El Asad les permitió investigar este nuevo ataque, no sin antes demorar su llegada algunos días y bombardear profusamente el lugar del incidente.
Esas fueron las reservas detalladas el viernes por el secretario de Estado John Kerry, que dijo en un discurso en Washington que su Administración considera que el trabajo de los inspectores de la ONU no puede reflejar plenamente la realidad de lo que sucedió en Damasco la semana pasada. “Durante cuatro días bombardearon el vecindario para destruir pruebas, bombardearon manzana tras manzana a un ritmo cuatro veces mayor que en los 10 días previos. Y cuando los inspectores de la ONU finalmente tuvieron acceso a ellos, ese acceso, según sabemos ahora, fue restringido y controlado”, dijo.
Ban ha pedido a la Casa Blanca que espere a que un informe detallado y concluyente de los inspectores llegue al Consejo de Seguridad de la ONU. “Denle una oportunidad a la diplomacia”, dijo recientemente. EE UU, sin embargo, tiene el veto asegurado en ese Consejo, pues Rusia tiene asiento permanente en él y ya ha anulado varias resoluciones de condena al régimen sirio desde que comenzara la revuelta en la que han muerto más de 100.000 personas.
En principio, la secretaría general de la ONU había sopesado la idea de presentar un informe preliminar este sábado, pero su portavoz dijo que finalmente ese estudio se retrasaría unos días. “Las muestras recogidas se llevarán a ser analizadas en los laboratorios determinados y la intención, por supuesto, es acelerar el análisis de esas muestras tomadas”, dijo en conferencia de prensa en Nueva York Martin Nesirky. “Esto no es un proceso electoral, donde hay encuestas a pie de urna y resultados preliminares”.
Los inspectores tienen intención de regresar a Siria para analizar más casos de supuesto uso de armas químicas. El hecho de que hayan abandonado el país apresuradamente, sin consumar su trabajo, ante la inminencia de un ataque liderado por Estados Unidos, recuerda al abrupto final de la misión de inspectores que debió de salir de Irak en 2003 ante la operación bélica que derrocaría a Sadam Hussein.
DAVID ALANDETE Jerusalén
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