jueves, 29 de agosto de 2013

Sueños Recurrentes




Sueños Recurrentes



Un verdadero sueño recurrente viene causado por una culpabilidad paralizante, no resuelta, o por un miedo asociado con una experiencia traumática que provoca una ansiedad intensa, pero vaga, en el soñador. También puede ser el reflejo de una fobia adquirida genéticamente. Los verdaderos sueños recurrentes son, como hemos dicho, equivalentes a las verdaderas pesadillas. Como su nombre indica, los sueños recurrentes se producen una y otra vez, obsesionando al soñador hasta que el problema se resuelve. Hay sueños que parecen recurrentes, pero que no lo son en realidad. Símbolos o situaciones idénticas no se relacionan forzosamente con el mismo problema. Las similitudes nos confunden, haciéndonos creer en un sueño recurrente cuando, de hecho, es sólo la familiaridad de las circunstancias lo que nos induce a pensar que hemos tenido ya ese sueño con anterioridad.
Por ejemplo, sueña que va conduciendo un auto por una carretera hasta que encuentra una peligrosa placa de hielo. El coche patina y pierde el control del volante, Algún tiempo más tarde, tiene exactamente el mismo sueño. Ahora bien, aunque ambos sueños tratan de hablarle de una situación de su vida sobre la que ha perdido el control, no se refieren necesariamente a la misma situación.
No tiene nada de raro que ciertos símbolos reaparezcan una y otra vez en los sueños. El subconsciente parece “adoptarlos” para un periodo de tiempo en particular y luego cambiar a otra serie. No hay nada significativo en ello. Los símbolos no son más que instrumentos para expresar los problemas, y el subconsciente los utiliza cada vez que quiere.

No obstante, cuando hay en los sueños una dinámica que se repite, dicha dinámica tiene con frecuencia una significación más profunda. Por ejemplo, digamos que la dinámica recurrente es que se ve siempre perseguido. En un sueño, quizá una turba le busque para lincharle. Los sueños siguientes pueden mostrarle como perseguidores o monstruos, luego nazis, luego osos rugientes, luego leñadores llenos de odio y blandiendo sus hachas, luego extraterrestres hostiles, etc. La implicación simbólica de todos ellos es que no se enfrenta con su propia cólera. Cada sueño por separado le dirá sin duda algo acerca del problema de su ira en relación con una situación específica. Pero que el tema recurrente de sus sueños parezca ser el hecho de no encarar esa ira sugiere que el problema es un poco más profundo y que hay alguna razón de mayor peso en su pasado que explica su comportamiento.
Sin embargo, tampoco ésos son verdaderos sueños recurrentes y no hay razón para que se preocupe por otros posibles problemas, “más graves”, que pudieran surgir ante usted. Mientras se enfrenta a cada sueño específico, tratando de comprenderlo y resolver el problema que plantea –tanto si es a nivel subconsciente como a nivel consciente-, estará apartando con éxito de su camino todo posible problema mayor. El subconsciente puede permanecer enfocado sobre el mismo problema durante días, semanas, meses incluso años. Depende de cuánto tiempo se resista el sujeto al mensaje del sueño y durante cuánto tiempo el problema siga siendo importante para él. Ahora bien, tampoco éstos son verdaderos sueños recurrentes, ya que cada sueño o cada escena presenta imágenes distintas. La creatividad del subconsciente entra en juego, inventando nuevos medios para transmitirle el mismo mensaje. Un verdadero sueño recurrente es como un disco rayado. Ni siquiera los sueños que continúan planteando el mismo problema con las mismas imágenes constituyen siempre verdaderos sueños recurrentes. Hay que examinar el sueño con mucho cuidado para ver si realmente es un disco rayado. Puede contener información nueva que le acerque más a la solución. Poniendo un ejemplo teórico, puede soñar que va andando por una carretera y, de pronto, surge en su camino una pared de ladrillo, indicando que hay un obstáculo en su vida. Un sueño posterior añadirá quizá a esta imagen tres personas hablando a un lado de la carretera, haciéndole saber así que tiene que tomar una decisión. Otro sueño puede introducir un dragón escupiendo fuego al otro lado de la pared, sugiriendo que la raíz del problema se encuentra en la ira que usted siente. Y otro sueño le mostrará la pared empezando a derrumbarse, signo de que está empezando a captar el problema. Los cambios en cada sueño subsiguiente quizá sean mucho más sutiles que nuestro ejemplo, pero, si los examina a fondo, acabará sin duda por descubrirlos. En los verdaderos sueños recurrentes y pesadillas, el problema está enraizado en las profundidades de la psiquis. Se puede decir que el soñador está atascado psicológicamente. Las imágenes del sueño suelen ser muy sencillas, representando muchas veces sólo un aspecto del trauma original, como si fuera una pieza de un rompecabezas.

(Libro: Sueños y Poder Psíquico – Páginas: 209, 210, 211 – Alex Tanous / Timothy Gray).

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