El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, renunció este lunes a su cargo a raíz de la fuga de un senador opositor boliviano con la ayuda de un diplomático brasileño.
Patriota será reemplazado por el actual embajador brasileño ante Naciones Unidas, Luiz Alberto Figueiredo.
A cambio, el puesto de Figueiredo será asumido por Patriota.
Pinto niega las acusaciones del gobierno de Evo Morales y las considera una fabricación en represalia por haber denunciado lazos del gobierno y el narcotráfico.
El corresponsal de BBC Mundo en Río de Janeiro, Gerardo Lissardy, señala que la relación bilateral con Bolivia es una de las más difíciles para Brasil en la región y el caso Pinto la ha complicado más.
La salida de Patriota sugiere que Rousseff considera grave lo que ocurrió, pero aún resta saber si Brasil calmará a las autoridades bolivianas, que han pedido explicaciones sobre lo ocurrido y dijeron que seguirán buscando el arresto de Pinto.
"Cómo un diplomático brasileño pudo actuar en este caso sin una autorización del más alto nivel de su gobierno y qué pasará con Pinto en el futuro son preguntas sin respuesta aún", indica Lissardy.
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