jueves, 8 de agosto de 2013

La colecciòn de caracolas...

... lo mejor que coleccioné en mi vida fueron mis caracoles.Estos me dieron el placer de su prodigiosa estructura: la pureza lunar de una porcelana misteriosa, agregada a la multiplicidad deformas, táctiles, góticas, funcionales".
Pablo Neruda, Reflexiones desde isla Negra



En México me fui por las playas, me sumergí en las aguas transparentes y cálidas, y recogí maravillosas conchas marinas. Luego en Cuba y en otros sistios, así como por intercambio y compra, regalo y robo (no hay coleccionista honrado), mi tesoro marino se gue acrecentando hasta llenar habitaciones y habitaciones en mi casa.

Tuve las especies más raras de los mares de China y Filipinas, del Japón y del Báltico, caracoles antárticos y polymitas cubanas, o caracoles pintores vestidos de rojo y azafrán, azul y morado, como bailarinas del Caribe. A decir verdad, las pocas especies que me faltaron fue un caracol del Matto Grosso brasileño, que vi una vez y no pude comprar, ni viajar a la selva para recogerlo. Era totalmente verde, con una belleza de esmeralda joven.
Exageré mi caracolismo hasta visitar mares remotos. Mis amigos también comenzaron a buscar conchas marinas, a encaracolarse.
En cuanto a los que me pertenecían, cuando ya pasaron de quince mil, empezaron a ocupar todas las estanterías y a caerse de las mesas y de las sillas.   Los libros de caracología o malacología, como se les llame, llenaron mi biblioteca. Un día lo agarre todo y en inmensos cajones los lleve a la Universidad de Chile, haciendo así la primera donación al alma mater."  ("Memorias")

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

32 AÑOS SIN AKIRA KUROSAWA

                                      Fotografía fuente Revista Yume: https://revistayume.com/ “Puede que sólo puedas escribir una página po...