Se cumple una semana desde las cargas militares contra las acampadas islamistas
Han muerto un millar de personas en Egipto en los pasados siete días
Un juzgado de Egipto ha ordenado la liberación del presidente depuesto en 2011, Hosni Mubarak, al haber agotado el tiempo máximo de prisión preventiva mientras se le juzga por diversas causas de corrupción y abuso de poder. Según sus abogados, Mubarak podría quedar libre dentro de un plazo de 48 horas. El año pasado el que fuera presidente de Egipto durante tres décadas, líder del país hasta las revueltas de la llamada primavera árabe, fue condenado a cadena perpetua por no evitar la matanza de manifestantes durante las revueltas prodemocráticas de 2011. Aquel juicio quedó invalidado, y se ha de repetir en los próximos meses.
La excarcelación, si se cumple, no supondría una exoneración, sino una puesta en libertad condicional de Mubarak, de 85 años, a la espera de que se decidan las causas pendientes contra el mandatario, que ingresó en prisión el 14 de abril de 2011. Si se le libera, se hará justo cuando el primer presidente elegido por las urnas en la democracia egipcia, Mohamed Morsi, cumple siete semanas bajo arresto militar, tras un golpe de Estado militar consumado el 3 de julio. A Morsi se le acusa de conspirar con grupos islamistas extranjeros, como Hezbolá o Hamás, para escapar en 2011 de una prisión en la que precisamente le había
colocado el régimen de Mubarak.
Justo hace una semana el ejército, que ha aupado al poder a un gobierno interino, desmanteló dos acampadas islamistas en las que partidarios de Morsi protestaban contra el golpe de Estado. Fallecieron al menos 600 personas, algo que desató más manifestaciones que acabaron con más muertes, más de un millar hasta hoy. Las fuerzas de seguridad han arrestado a unos 3.000 islamistas. De ellos, 36 murieron el lunes cuando eran trasladados a un centro penitenciario, sin que el ministerio del Interior haya dado explicaciones fiables sobre el suceso, más allá de que perecieron asfixiados después de que se empleara contra ellos gas lacrimógeno.
En realidad el tiempo máximo de detención preventiva de Mubarak se cumplió a principios de año, pero desde entonces los juzgados competentes han ido buscando ardides para mantenerle encerrado por periodos de dos semanas, sobre todo alegando que todavía quedan causas pendientes de corrupción por las que se le debe juzgar. Preguntado por Reuters, su abogado, Farid el Dib, ha dicho, a la salida de la vista oral: “El juzgado ha decidido liberarle”. Posteriormente ha añadido que posiblemente la liberación se produzca el jueves. Según fuentes judiciales, si la fiscalía apela en las próximas 48 horas, Mubarak aún podría permanecer en prisión hasta 30 días.
En las pasadas horas, los militares y el gobierno interino han estrechado el cerco alrededor de la cúpula de los Hermanos Musulmanes, que están siendo forzados a volver a la clandestinidad en la que vivieron durante los años de Mubarak en el poder. El líder supremo de la cofradía, Mohamed Badie, fue detenido en El Cairo en la madrugada del miércoles, acusado de incitar a la violencia durante los días previos y posteriores al golpe de Estado. Se prevé que el próximo domingo comparezca junto a varios de sus lugartenientes ante la justicia durante la primera vista oral del proceso iniciado por la fiscalía.
En septiembre deberá comparecer ante la justicia el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, quien aceptó ser vicepresidente tras el golpe de Estado y que dimitió el miércoles pasado por la carga contra islamistas. En este momento se encuentra en Viena, según una portavoz.
Sayyed Ateeq, un profesor de derecho en la universidad de Helwan, en El Cairo, presentó recientemente una demanda en su contra por “traicionar la confianza nacional”, una falta que acarrea una pena máxima de multa de 1.200 euros.
David Alandete El Cairo
La excarcelación, si se cumple, no supondría una exoneración, sino una puesta en libertad condicional de Mubarak, de 85 años, a la espera de que se decidan las causas pendientes contra el mandatario, que ingresó en prisión el 14 de abril de 2011. Si se le libera, se hará justo cuando el primer presidente elegido por las urnas en la democracia egipcia, Mohamed Morsi, cumple siete semanas bajo arresto militar, tras un golpe de Estado militar consumado el 3 de julio. A Morsi se le acusa de conspirar con grupos islamistas extranjeros, como Hezbolá o Hamás, para escapar en 2011 de una prisión en la que precisamente le había
colocado el régimen de Mubarak.
Justo hace una semana el ejército, que ha aupado al poder a un gobierno interino, desmanteló dos acampadas islamistas en las que partidarios de Morsi protestaban contra el golpe de Estado. Fallecieron al menos 600 personas, algo que desató más manifestaciones que acabaron con más muertes, más de un millar hasta hoy. Las fuerzas de seguridad han arrestado a unos 3.000 islamistas. De ellos, 36 murieron el lunes cuando eran trasladados a un centro penitenciario, sin que el ministerio del Interior haya dado explicaciones fiables sobre el suceso, más allá de que perecieron asfixiados después de que se empleara contra ellos gas lacrimógeno.
En realidad el tiempo máximo de detención preventiva de Mubarak se cumplió a principios de año, pero desde entonces los juzgados competentes han ido buscando ardides para mantenerle encerrado por periodos de dos semanas, sobre todo alegando que todavía quedan causas pendientes de corrupción por las que se le debe juzgar. Preguntado por Reuters, su abogado, Farid el Dib, ha dicho, a la salida de la vista oral: “El juzgado ha decidido liberarle”. Posteriormente ha añadido que posiblemente la liberación se produzca el jueves. Según fuentes judiciales, si la fiscalía apela en las próximas 48 horas, Mubarak aún podría permanecer en prisión hasta 30 días.
En las pasadas horas, los militares y el gobierno interino han estrechado el cerco alrededor de la cúpula de los Hermanos Musulmanes, que están siendo forzados a volver a la clandestinidad en la que vivieron durante los años de Mubarak en el poder. El líder supremo de la cofradía, Mohamed Badie, fue detenido en El Cairo en la madrugada del miércoles, acusado de incitar a la violencia durante los días previos y posteriores al golpe de Estado. Se prevé que el próximo domingo comparezca junto a varios de sus lugartenientes ante la justicia durante la primera vista oral del proceso iniciado por la fiscalía.
En septiembre deberá comparecer ante la justicia el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, quien aceptó ser vicepresidente tras el golpe de Estado y que dimitió el miércoles pasado por la carga contra islamistas. En este momento se encuentra en Viena, según una portavoz.
Sayyed Ateeq, un profesor de derecho en la universidad de Helwan, en El Cairo, presentó recientemente una demanda en su contra por “traicionar la confianza nacional”, una falta que acarrea una pena máxima de multa de 1.200 euros.
David Alandete El Cairo
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