Jorge Luis Borges
En Pehuajó me lo dieron
unas manos generosas;
más vale que no presagie
que vuelve el tiempo de Rosas.
La empuñadura sin cruz
es de madera y de cuero;
abajo sueña su oscuro,
sueño de tigre el acero.
Soñará con una mano
que lo salve del olvido;
después vendrá lo que el hombre
de esa mano ha decidido.
El puñal de Pehuajó
no debe una sola muerte;
el forjador lo forjó
para una tremenda suerte.
Lo estoy mirando, preveo
un porvenir de puñales
o de espadas (da lo mismo)
y de otras formas fatales.
Son tantas que el mundo entero
está a punto de morir.
Son tantas que ya la muerte
no sabe dónde elegir.
Duerme tu sueño tranquilo
entre las tranquilas cosas,
no te impacientes, puñal.
Ya vuelve el tiempo de Rosas.
En Atlas, 1985
Imagen: Fotograma del film Borges: un destino sudamericano de Tadeo Bortnowski y José Luis di Zeo
unas manos generosas;
más vale que no presagie
que vuelve el tiempo de Rosas.
La empuñadura sin cruz
es de madera y de cuero;
abajo sueña su oscuro,
sueño de tigre el acero.
Soñará con una mano
que lo salve del olvido;
después vendrá lo que el hombre
de esa mano ha decidido.
El puñal de Pehuajó
no debe una sola muerte;
el forjador lo forjó
para una tremenda suerte.
Lo estoy mirando, preveo
un porvenir de puñales
o de espadas (da lo mismo)
y de otras formas fatales.
Son tantas que el mundo entero
está a punto de morir.
Son tantas que ya la muerte
no sabe dónde elegir.
Duerme tu sueño tranquilo
entre las tranquilas cosas,
no te impacientes, puñal.
Ya vuelve el tiempo de Rosas.
En Atlas, 1985
Imagen: Fotograma del film Borges: un destino sudamericano de Tadeo Bortnowski y José Luis di Zeo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario