La ceremonia inaugural se centra en la identidad brasileña y las protestas contra la presidenta se mezclan con el espectáculo
Alrededor de un gigante balón luminoso, plantado en el centro del campo del estadio Arena de São Paulo, la ceremonia inaugural del Mundial 2014 concentró los tres grandes cimientos que sustentan la identidad de Brasil. La naturaleza, la diversidad de razas y culturas, con la música y la alegría de vivir que se le asigna al pueblo brasileño, y el fútbol fueron representados en el acto. Aun con el aforo sin completarse por completo, pero ya con un fondo amarillo notable, la esfera multicolor se abrió en gajos para recibir primero a Claudia Leitte, que al ritmo deBrasil, Brasil encendió al público.
La fiebre subió al poco cuando la cantante estadounidense Jeniffer López y el rapero Pitbull también emergieron de la plataforma central. Entonces, Los golpes de cadera más sinuosos del planeta se apoderaron del escenario central y también de las gradas. La canción oficial de esta Copa del Mundo “We are one” causó furor.
Terminada la actuación, la presidenta de Brasil Dilma Rouseff, escoltada en el palco por Joseph Blatter, tuvo que escuchar improperios de un público que continuó con la esa ligazón entre las protesta y el fútbol que acompañan en los últimos días al Mundial.
LADISLAO J. MOÑINO São Paulo
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